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APUDEPA

Averly, tempus fugit

Averly, tempus fugit

Taller de herramientas. Foto 2011.

NOTA DE PRENSA

 

NO HAY RAZONES CIENTÍFICAS NI CULTURALES QUE JUSTIFIQUEN DERRIBAR DOS TERCIOS DE LA FÁBRICA DE AVERLY

FRENTE A 133 BIENES MUEBLES PROTEGIDOS  MILES DE PIEZAS DE AVERLY SE DISPERSARÁN Y PODRÁN SER VENDIDOS SIN MAYOR OBSTÁCULO

 

Las noticias aparecidas en estos últimos días nos dejan perplejos a muchos. titulares como " La DGA confirma Averly como bien catalogado (Heraldo de Aragón 2 de diciembre)    y "La superficie protegida en Averly pasa de 220 a 2.880m²" (Heraldo de Aragón,  4 de diciembre),  junto a las imprudentes y nada imparciales declaraciones  que cabrían esperar del concejal de urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Carlos Pérez Anadón, incluidas en esta misma noticia, nos hace pensar en la presencia de una campaña de descrédito en contra del interés de la antigua factoría y de los colectivos ciudadanos que luchamos por su defensa, es decir, por la conservación integral del complejo industrial. Hora es de que los políticos escuchen a la ciudadanía.

Partamos de un principio que es incontestable: la antigua villa factoría de Averly en su situación actual es el conjunto histórico industrial más importante de Aragón, y uno de los más importantes de España, según ha reconocido el Instituto Español de Patrimonio Histórico de España de cuyo Catálogo forma parte Averly (IPCE).  Desde Apudepa tajantemente  repetimos, una vez más, que no hay razones científicas ni culturales que justifiquen derribar ni desalojar nada de la fábrica de Averly.

En consecuencia, es evidente que los Averlicidas deben de estar satisfechos por los logros conseguidos:  la catalogación bendice el derribo todos los  talleres y  de todas las dependencias complementarias que actualmente componen el complejo fabril, todo lo cual significa la destrucción de las dos terceras partes más importantes de la industria Averly. Quiere esto decir que la reciente Orden de la consejera Serrat, 2 de diciembre,  permite que de la antigua fundición desaparezcan más de 6.000 m ², frente a los 2.880 m² que mantiene la catalogación, espacio deseado por  Neurbe Promociones S.L., propiedad de C. Briceño, para una  operación inmobiliaria de oscuro calado e incierto  futuro.  En cuanto a los bienes muebles la citada Orden no garantiza casi nada,  sólo el derecho de tanteo, el derecho a compra,  del gobierno de Aragón sobre los bienes catalogados. Por consiguiente, la familia Hauke podrá ir sacando en breve cada uno de los más de 20.000 objetos diversos que la fábrica atesora, todos ellos componentes del proceso fabril mantenido durante más de 150 años , y entre ellos  el  maravilloso archivo privado que ha generado la antigua metalúrgica, especializada en construcción de todo tipo de maquinaria y de bienes constructivos e histórico artísticos, así como los 133 bienes catalogados por la Diputación General de Aragón, correspondientes a unas pocas máquinas, moldes y modelos, frente a los miles  y miles de piezas expuestas por todo el complejo, que en breve se dispersarán y podrán ser vendidos sin mayor obstáculo. Un nuevo escándalo se cierne sobre el patrimonio aragonés. Estamos asistiendo a los preámbulos.

Todo este legado lo ha conservado con exquisito amor la familia Averly-Bea-Hauke  durante más de  158 años de actividad.  Como propiedad particular  los bienes muebles de los Hauke tienen un precio pero el gobierno de Aragón, al parecer,  se ha desentendido de cualquier conversación con la familia.  Por cuestiones de plazos impuestas en el contrato por la promotora citada,  lógicamente los bienes de la fábrica van a ser desalojados en breve y a punto estamos de que salga  un archivo excepcional y miles de piezas de todo tipo que serían motivo de deseo, orgullo y asombro en casi toda Europa.  Aquí,  una vez más, el gobierno de Aragón, que está actuando como un Averlicida,  se ha desentendido de toda esta riqueza privada,  y a la vez colectiva,  al permitir y favorecer su  desguace,  dispersión y  posible venta de sus bienes. 

 Ante este estado de cosas, Apudepa tiene pendiente sus solicitudes ante el Ayuntamiento de Zaragoza,  las Cortes de Aragón,  el Instituto del Patrimonio Cultural de España  y ante el  Justicia de Aragón.

 Zaragoza, 4 de diciembre del 2013

                                                                                              Apudepa

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