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Excursión a Canfranc. 29-09-07

Excursión a Canfranc. 29-09-07

Excursión a Canfranc organizada por APUDEPA y realizada el día 29 de septiembre de 2007.

El sábado 29 de septiembre de 2007  habíamos quedado en la Estación de Delicias, a las 7,25h para subir en el Canfranero hasta Canfranc. Acudimos 23 intrépidos viajeros, entre ellos bastantes de los viajeros que fuimos a Guadalaviar. El tren solo tiene un vagón que con nuestra afluencia casi se llena. Sale a las 7,45h.

En el trayecto Belén reparte unas fotocopias informativas. Observamos con tristeza como casi todas las estaciones y apeaderos de la vía, algunas muy interesantes, han sufrido asaltos vandálicos que los han destrozado. ¡Qué manía tiene la gente de destrozar los edificios abandonados! En otras estaciones han sido tapiados todos sus huecos para evitar su asalto.

Rafa hace sus predicciones meteorológicas que en esta ocasión son bastante acertadas.

Al tren va subiendo gente, como un animoso grupo en Huesca,  con neveras portátiles, barras de pan y bebidas, que volveremos a encontrarnos al regreso.

El trayecto se hace largo pues le cuesta cuatro horas llegar a Canfranc, casi el mismo tiempo que nos costaría en AVE llegar a Córdoba. Su lenta marcha nos permite admirar el cambio de paisajes, la llanura del Ebro, los llanos de la Violada, los magníficos mallos de Riglos y Agüero. Ya empieza a apreciarse el cambio de color en la vegetación por la llegada del otoño. Dentro de un par de semanas el espectáculo de la vegetación otoñal será magnífico por estos parajes.

El día está algo nublado.

Al pasar por Villanúa se ve abajo el pueblo, que asusta por su gran proceso urbanizador, y observamos cómo se han construido viviendas en conos de deyección de barrancos, lo que puede suponer un grave peligro, como sucedió en Bisecas ¡mira que pasan cosas y no aprendemos!

Cerca ya de Canfranc contemplamos las cimas de algunas montañas con manchas de nieve, de las primeras nevadas que hace unos días han caído. Llegamos a Canfranc a las 11,45h. y vamos a tomar un cafecillo para  reponernos y comenzar la visita. A las 12,15h. nos reunimos en la entrada de la Estación. Comenzamos.

ESTACION DE CANFRANC 

Chabi Garú nos cuenta la historia de la estación, los problemas que tuvo, las indecisiones sobre dónde colocarla. Al final se decidió en los Arañones pues era la zona mas abierta del valle. La estación se encuentra sobre una gran plataforma de tierra sacada del túnel. Los cimientos de la estación consisten en grandes arcadas, como las de los puentes, para soportar el edificio.

La estación se acabó en el año 1925 pero no se inauguró hasta 1928, con la asistencia del Rey Alfonso XIII y el Presidente de la República Francesa. Alrededor de la construcción de la Estación se hizo una enorme obra pública. Se creó un nuevo pueblo, con viviendas para los obreros, capilla, etc… La estación es diseño de Ramírez de Dampierre, con modificado de Martínez de Velasco, y su principal interés radica en el uso de nuevos materiales: hierro, hormigón y vidrio. Con estos materiales se consiguieron grandes espacios diáfanos. El interior tenía decoración Art Decó. La cubierta tiene forma de casco de barco invertido y estaba soportada por una estructura metálica, con tablas encima sobre las que descansaba la pizarra. Había un hotel para todo tipo de viajeros. Toda la estación estaba dividida en dos partes: la francesa y la española. Aquí estaba la aduana, la policía de fronteras, la enfermería etc…

Se hicieron unas fotos de la destrucción del interior de la estación que aparecieron en prensa. A raíz de esa noticia se ha puesto un doble vallado alrededor para impedir el paso y las vistas. Relata la destrucción sistemática de los elementos del interior, sin ningún cuidado ni respeto, y que actualmente parece una nave industrial de las que se están construyendo en Plaza. Por otra parte se pregunta ¿Qué ha pasado con la pizarra del tejado (pues había mucha pizarra)? ¿Dónde se halla? Esta pizarra formaba parte del bien cultural y legalmente está protegida.

Carlos Bitrián nos comenta aspectos históricos, también sobre el tráfico de materiales durante la segunda guerra mundial: wolframio de España a Alemania, utilizado para blindaje de vehículos, y oro de Alemania a España y Portugal.

La época de mayor esplendor de la estación es la década de los años treinta. A partir de entonces decae y el hundimiento de una parte del túnel en los años 70 supone el cierre definitivo de la línea hacia Francia.

La estación es un símbolo de la unión de los dos países y de las intensas relaciones bilaterales entre España, que era una monarquía, y Francia, una república. Carlos hace hincapié en que la Estación no es sólo el edificio, sino toda la infraestructura asociada: las canalizaciones de ríos y barrancos, las casas que se construyeron, los árboles que se plantaron, los trabajos para la estabilización de las laderas… Además, en el curso de las obras se implantó la jornada laboral obligatoria de 8 horas, lo que retrasó mucho la finalización de las mismas.

El proceso de remodelación de la Estación de Canfranc tiene una larga y desagradable historia, pues a final de los años 90, con Lanzuela en el poder, se decide rehabilitarla y convertirla en hotel. Es la solución más fácil y la más recurrente. Se le encarga el proyecto básico a Ezequiel Usón, doctor arquitecto, autor de un completo estudio y del levantamiento de los planos de la estación.

El Gobierno de Aragón convoca más tarde un (supuesto) concurso de méritos que no atiende a la conservación del patrimonio sino a la experiencia hotelera del autor.  Así, se adjudica el proyecto a Pérez Latorre.  Pero Ezequiel Usón presenta recurso contra esa resolución, ya que no se ajustaba a las condiciones.  

El TSJA sentencia que la adjudicación es nula, pero la DGA decide indemnizar a Ezequiel Usón y que Pérez Latorre continúe con su proyecto. Después de eso, en 2005,  Belen compareció en las Cortes para denunciar esta situación.

En 2002 el edificio es declarado “Bien de Interés Cultural”, tras haber sido incoado el procedimiento por Resolución de 16 de septiembre de 1992 de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Educación. 

PROYECTO DE PEREZ LATORRE

El proyecto inicial de Perez Latorre pretende hacer plantas bajo rasante, sótanos, pero no sabemos como lo va a poder hacer dada la cimentación existente. Pretende sustituir las históricas columnas de fundición porque dice que son desproporcionadas, cabezonas y feas y que él hará otras mejores. En los andenes de la estación pondrá cristales y situará los pasillos acristalados del hotel, con lo que se perderá ese espacio diáfano y público... Ampliará la marquesina y en el interior modifica la distribución, y con todo ello se privatiza un espacio público.

Cuando un edificio se declara BIC, también se declara lo interior, lo que contiene, muebles, etc… pero aquí se destruye el interior sin ninguna piedad. Las molduras interiores se quitan, se hacen moldes para luego reponer las réplicas.

Perez Latorre, para justificar estas actuaciones, dice que su proyecto se basa en un primer proyecto original que jamás se construyó. Pero la realidad es que pone una planta más bajo la cubierta para tener más habitaciones, subiéndola un metro. Las cerchas de la estructura metálica son muy interesantes pues están inspiradas en las cerchas de madera. Es un ejemplo de la transición y una joya para la historia de la construcción.  Como planifica otra planta más, este volumen pesa mucho y hay que reforzar las columnas de sustentación. Para esta segunda planta hay que hacer nuevos accesos, ascensores, etc, con lo que se cambia todo el sistema estructural y la distribución. En la cubierta cambia la pendiente y sustituye la pizarra por zinc, y dice que no pone ventanas, que lo que pone son óculos, todo lo cual justifica retóricamente. También añade dos edificaciones a cada lado de la estación: entre ellas un auditorio.

El sistema de gestión de este hotel se basa en la externalización, que es hacer el hotel y darlo para su gestión a una empresa. Para que el negocio sea rentable tienen que hacérsele muchas habitaciones.  Hay una sentencia del Tribunal Supremo referida al Teatro romano de Sagunto que dice que los BIC son para disfrute de los ciudadanos, y que hay que adaptar el uso al edificio y no al revés. La sobreexplotación es uno de los mayores males que afectan a los edificios BIC, como ha pasado con el Fleta.

Apudepa llevó a juicio todo esto y pidió medidas cautelares, como nos exlica Carlos, para que no siguieran derribando las cosas hasta que no hubiera sentencia, pero el juzgado consideró que primaba el interés de la enorme inversión económica, por lo que habrá que esperar hasta la sentencia. Además, la abogada del Estado decía que no había que parar las obras cautelarmente, y que si luego nos daban la razón los tribunales, desharían lo que habían hecho y lo dejarían como estaba antes (alucinante pero cierto).

Gracias a las continuas denuncias de APUDEPA en mayo de 2007 se pararon las obras y la DGA cambia el proyecto. Ahora, al parecer, pues hay mucho oscurantismo, se conservan las cerchas metálicas y no se recrece un piso, pero se coloca tejado de zinc en vez del primitivo de pizarra. La DGA, para justificar de alguna manera estos cambios, y no concederle ni un solo mérito a Apudepa, vende el cambio de forma retorcida, diciendo que el alcalde, que era independiente, ha llegado a un acuerdo y exige esos cambios del proyecto, para que él acepte presentarse por el PSOE, en agradecimiento… En realidad no pueden decir a la opinión pública que las razones de un recurso judicial les ha paralizado la obra, pues queda fatal. Para que todo este macroproyecto funcione y siga adelante era necesario que el ayuntamiento de Canfranc estuviera a favor del mismo, pues si se posicionaba en contra el proyecto no podría prosperar. Y mucha gente quería que prosperase, pues hay muchos intereses económicos en toda esta historia (y una sentencia que declara nula la adjudicación del proyecto).

El alcalde, con el cual habló Apudepa, mantiene las argumentaciones manidas y recurrentes… que si lo hace un arquitecto estará bien hecho; que si ha sido aprobado por la Comisión Provincial del Patrimonio… que preferimos que se actúe antes de que se caiga… etc etc… Lo de siempre… eslóganes fácilmente entendibles por la gente.

La situación actual de la Estación es que no saben por dónde tirar. Dentro del desastre que se ha hecho, parece que aún hemos llegado a tiempo para salvar algunas cosas. Algo es algo.

El hecho de hacer tanto hotel de lujo en el Pirineo (baños de Panticosa, San Juan de la Peña, Estación de Canfranc…) nos llena de dudas: para que tanto turismo de lujo… ¿hay mercado para tanto alojamiento?

VISITA POR LAS VIAS Y OTRAS INSTALACIONES

Canfranc es un importante punto donde se cruzan multitud de caminos: desde la más remota antigüedad este lugar ha sido especial. Por aquí hicieron los romanos el paso del summu portus, los caminantes medievales hicieron pasar por aquí el camino de Santiago, y ya en el siglo XX se hizo el túnel carretero y el paso del ferrocarril.

Todo esto que nos rodea estaba, antes de la construcción de la estación, todo pelado, y se condicionó el proyecto de la Estación a la repoblación forestal de estas laderas. Se hizo mucha obra civil,  y se plantaron millón y medio de pinos para prevenir aludes.

Después de estas interesantes aclaraciones, vamos a recorrer el entorno de la Estación: vias y otras edificaciones. En naves anexas a la estación hay depositado mucho material ferroviario ( vagones) que se quiere instalar en un futuro museo del ferrocarril que lleva años dando tumbos de un sitio para otro, sin que hasta el momento se haya concretado en nada definitivo. La propiedad de estos vagones es dudosa y no está muy clara -nos comentan Jose Luis y………, de la Asociación de Amigos del Ferrocarril (AZAFAT) que nos guían la visita-. (En su visita me impresiona la cantidad de términos y curiosidades que hay alrededor del mundo del ferrocarril). Comentan que los criterios para guardar bajo techo el material son discutibles, pues se ha decidido guardar el nuevo, que estaba en mejores condiciones, mientras el antiguo se ha dejado en los andenes y se ha ido destrozando, por vandalismo, por las inclemencias del tiempo… Hay una cantidad de material impresionante.

Del material existente a veces se plantean ¿Qué salvar y que no salvar? Pues te encuentras en una disyuntiva…..y ¿Qué restaurar?   En Zaragoza se guardan varios vagones del mítico tren Orient Express…. Uno que fue restaurado, lo incendiaron en un acto vandálico….. Muchos de los vagones que se compraron fueron por cantidades testimoniales… De los vagones existentes, hay unos metálicos antiguos que se construyeron para  el Central de Aragón, con vistas a los viajes internacionales.

El depositar los vagones históricos en estas vías es dejar que el tiempo continúe con su labor….

Nos cuenta la historia de los trenes almacenados en Zaragoza, en una nave, en la nueva estación de Delicias, donde se les prometió que harían un museo. Se quitaron las vías y el material se quedó allí, pero decidieron sacarlo y hubo que instalar nuevas vías, tras haberlos dejado incomprensiblemente incomunicados, en lo cual se gastaron un millón de euros, para llevárselos a Casetas. Ahora se tiende a hacer museos locales del ferrocarril, y la idea que hay para esta estación es hacer un pequeño museo del ferrocarril en la placa giratoria que existe, pero no saben muy bien pues en el proyecto de Pérez Latorre hay pensado para este espacio un anfiteatro. Cuando veníamos en tren hemos podido observar claramente las enormes posibilidades turísticas que tiene el tren y en concreto esta línea…….

Nos cuentan que en los ferrocarriles españoles se decidió poner otro ancho diferente al internacional y eso tuvo repercusiones para el futuro diseño de la estación.

Cuando se construye esta estación, se instalan aduanas, servicio de fitopatología, hotel para poder dormir, restaurante,  etc... muchas e interesantes novedades…

Había dos sectores, el francés y el español. A uno llegaban los trenes franceses con productos, de allí tenían que descargarlo a pala y volverlo a carga en trenes españoles, con lo que se precisaba mucha mano de obra. En los buenos tiempos llegaron a trabajar 400 personas en la estación. Cuando el material era muy pesado, había un sistema de grúas que todavía existe.

Nos dicen que cuando existían las maquinas de vapor, llevaban detrás el ténder, que era un vagón con el agua y carbón necesarios para el funcionamiento de la máquina de vapor (30.000 litros de agua y 4 o 5.000 de carbón). Para el funcionamiento de estas máquinas se necesitaban depósitos de agua y carbón donde reponer lo gastado. Vamos a visitar una “aguada”, que es un mecanismo para llenar de agua los ténder de las máquinas de vapor. Funcionan por gravedad. Comentan que ahora, para hacer viajes con máquinas de vapor, es muy difícil pues se necesita una infraestructura tremenda pues han ido desapareciendo las aguadas, etc,…

Otra cosa importante era como dar la vuelta a las máquinas, pues ahora existen máquinas con dos cabezas pero antiguamente no y marcha atrás las maquinas de vapor funcionan bastante mal. Era necesario un mecanismo que se llama placa giratoria y que permitía girarla 180 grados, para que pudiera regresar. En Canfranc, alrededor de la placa giratoria hay depósito de máquinas y un taller de reparación.

Comentan un accidente que hubo hace unos años en el cual murieron varios operarios al deslizarse un tren cargado de grano sin frenos, por la pendiente y chocar con una maquina de revisión que iba por la vía. En la visita nos impresiona la gran extensión que tiene todo el conjunto de vías, edificios auxiliares, etc de la estación.

Aunque la charla es muy interesante y agradable, se nos hace tarde para comer y partimos, raudos, a la búsqueda de un restaurante.

COMIDA

Bajamos por una hermosísima senda entre el pinar de repoblación hacia el poblado. Rafa comenta que la repoblación se hizo con cabeza, pues ha permitido que se cree un sustrato donde agarre la vegetación de la zona, que no es el pino, y dentro de 50 o 70 años, si vivimos, veremos como los pinos van desapareciendo y otros árboles autóctonos bien hermosos van ocupando su lugar. Dice una frase interesante: que el otoño delata todo en el mundo vegetal.

Ahora emprendemos la búsqueda de restaurante para comer. Los poco previsores, como muchos y yo, vamos de restaurante en restaurante y observamos como los pocos que están abiertos se encuentran llenos de gente, y luego nos damos cuenta que esta época es la baja en la zona: ha acabado el verano, que es alta, y se toman unas vacaciones para tomar con fuerza el invierno, que también es temporada alta. Total, que no encontramos sitio para comer. ¡Hala! A comer como se pueda. La mayoría comemos un bocadillo, que complementamos con un cafecito y pastas. Tal vez ha sido un fallo de organización, qué le vamos a hacer. Contemplamos horrorizados, en la búsqueda de restaurantes, que acaban de derribar uno de los bares y restaurantes emblemáticos, los de siempre, de la localidad, el bar-restaurante Marraco.

A las cuatro habíamos quedado con el cura para visitar la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar que diseñó Miguel Fisac.

IGLESIA DE CANFRANC 

A la puerta de la iglesia nos recibe el cura párroco. Es joven pero con pintas de cura. Es majo, sabe mucho y nos lo cuenta agradable y correctamente. Pero no se parece a Don Alejandro, el cura de Orihuela. El mundo de los curas es muy complejo y curioso. Me sorprende gratamente que sepa tanto de Fisac y le preocupe tanto esta iglesia, lo que se va a traducir en una visita de lujo, excepcional desde todos los puntos de vista.

Antes de entrar en el templo, nos alejamos para verlo y nos comenta que hubiera sido interesante haberlo observado desde un paraje más alto, pero vamos muy ajustados con el tiempo, así que lo observamos desde el otro lado de la carretera.

Nos comenta que la iglesia antigua, la que se hizo en tiempos de la estación,  se estaba quedando muy pequeña y le encargaron a Fisac reformarla pero prefirió hacer otra de nueva planta y mayor.

A Canfranc venía a menudo Miguel Fisac, que se había casado con Maria Badell, que venía mucho aquí y después de casados seguían veraneando. Así que por esas circunstancias se le encargó a Fisac.

Fisac, además de ser un buen arquitecto, era cristiano (lo que agrada sobremanera a don Eduardo), creyente y persona culta. Para hacer esta obra hacia falta saber algo de teología y algo de historia.

El terreno era de ICONA. El ayuntamiento de Canfranc pensaba construir en este terreno escuelas, pero ICONA no le da permiso. Fisac consigue, a través de sus buenos contactos madrileños, que el terreno se lo concedan para construir una iglesia.

Canfranc es el primer lugar donde el Camino de Santiago pisa territorio español. En 1969, cuando se construye la iglesia, estaba bastante olvidado este camino, pero Fisac lo tiene en cuenta y hace la cubierta con forma de concha jacobea. El resto de las construcciones auxiliares de la iglesia, dentro del proyecto de fisac, conformaban todas ellas una imagen de una paloma de la paz, relacionada con el espíritu santo, que se hubiera apreciado bien desde lo alto.

Mientras escuchamos todas las explicaciones del párroco sobre la iglesia, observamos que una mujer sube cerca de la iglesia y se agacha a hacer sus necesidades, a la vista de todos. Nos resulta sorprendente y curioso, y el cura, también asombrado y entre divertido y molesto, entrecorta su discurso.

Nos comenta que hubo un alud en 1982 que causó graves desperfectos en los salones parroquiales.

La iglesia de Canfranc tiene bastante que ver con la iglesia de Vitoria que hizo también Fisac. Está construida con materiales de la zona: piedra de canteras próximas. La cubierta era de aluminio fabricado en Sabiñánigo, que ha dado  muchos problemas, etc….

La iglesia se consagró el 14 de diciembre de 1969. Fisac tenia experiencia en la construcción de iglesias pues antes que esta había hecho cuatro. Además era una persona creyente. Había sido miembro del Opus Dei desde 1936 hasta 1955. No es lo mismo que un arquitecto funcional construya una iglesia que lo haga un arquitecto creyente. Hay mucha diferencia. En esta iglesia todo está muy pensado y meditado y todo responde a algo, pues no está puesto porque sí…

Fisac decidió hacer la entrada justo enfrente de la entrada a la estación. También le influyó algo la división existente en el pueblo, pues durante la segunda guerra mundial, por aquí pasaban muchos judíos que huían de Europa, pero las autoridades alemanas habían situado patrullas de las SS alemanas, con plenos poderes, para detener a los judíos que intentaban entrar por aquí a España, y hubo varios incidentes y detenciones que causaron malestar entre los vecinos de Canfranc Estación.

Al entrar en la iglesia se bajan unos escalones y se entra en un baptisterio circular. Según el párroco entran los pecadores y por eso descienden. Es la que Fisac llama Capilla de los Sacramentos de la Muerte. Allí hay unos confesionarios y allí, una vez purificados podemos entrar en la iglesia, para lo que ascendemos.

En este espacio hay unos confesionarios que están hechos en pino de Noruega, que es mucho más puro, más limpio, que el de esta zona, con menos nudos y los hizo de esta madera por esa razón. El diseño de los confesionarios es de Fisac. Se queja el párroco de los actos de vandalismo, pues algún confesionario está con una mancha de quemado con mechero. También hay una pila bautismal tallada en roca, diseñada por Fisac.

Fisac nació el dia de San Miguel, el 29 de junio de 1913 y murió en 2006. El párroco llamó a su viuda para darle el pésame y le preguntó algunas cosillas sobre la iglesia de Canfranc. Entre otras cosas le comentó que Fisac había leído las conclusiones del concilio Vaticano II directamente en latín, lengua que conocía, y de esas ideas sacó algunas conclusiones que aplicó en el templo.

La planta del templo es en forma de abanico, más ancha que larga, porque quería que los fieles estuvieran más cerca del sacerdote, como planteaba el concilio: acercar mucho más la palabra de Dios a la gente.

Al entrar en el templo, éste se eleva del fondo hacia el altar. Las paredes desnudas le dan un aspecto muy austero. En el altar, sobre el muro, hay un Cristo crucificado de tamaño natural. Es del siglo XVI. No es el Cristo que estaba pensado en el proyecto porque deseaba poner un Cristo diseñado por él mismo. Durante la construcción de la iglesia, el pueblo de Tiermas se deshabitó, y  llegó a conocimiento de Fisac, que vio el Cristo y lo solicitó para la Iglesia de Canfranc, y por sus relaciones se lo dieron. Este Cristo, pues, es el de la antigua iglesia parroquial de Tiermas. Hace referencia a la posición de los brazos de los cristos jansenistas, que tienen los brazos menos abiertos que los católicos porque según ellos, Jesús no salva a todos los hombres, sino a unos pocos. Si tiene abiertos los brazos, en cruz, es para abrazar a todos los hombres.

El altar, que tenía que hallarse en el centro, se encuentra algo desplazado. Nos parece bonito así, pero don Eduardo considera que es incómodo para celebrar. Sin embargo se muestra muy respetuoso con la disposición ideada por el arquitecto.

La parroquia está bajo la advocación de la Virgen del Pilar, y sobre una columna de piedra hay una imagen de la Virgen del Pilar, del siglo XVIII, que estaba anteriormente en la Iglesia de Canfranc pueblo y que la subieron aquí cuando el incendio. Dice el párroco que es algo fea y ciertamente parece enfadada…

Remarca varias veces que esta localidad está en el camino de Santiago, que las peregrinaciones a Santiago se potenciaron a raíz de la caída de Jerusalén en manos musulmanas. Ir a los lugares sagrados era muy dificultoso y por eso se potenció la peregrinación a Santiago.

Las cubiertas están sustentadas por unas vigas de hierro diseñadas por Fisac. Sobre estas vigas se encuentran tablas bastas de pino y directamente encima, las piezas de aluminio.

La luz al templo entra por unos huecos o ventanas alargados, unos levemente coloreados de azul y los del altar de ámbar. Esta Iglesia fue premio nacional de Arquitectura.

Cuando el alud cayó derribó los salones parroquiales y hubo que arreglar el tejado. El párroco está dolido por el poco interés y ayuda que le presta a la iglesia el ayuntamiento y las administraciones públicas. Para reparar el tejado no le dieron permiso y lo tuvo que hacer sin ayudas. No permiten unas cosas pero sí otras. Entre Canfranc pueblo y Canfranc estación, nos dice el párroco que hay 500 habitantes censados pero viviendo en realidad hay unos 300.

Los focos que iluminan la iglesia son bastante chapuceros, pues los donaron por haber prestado el templo para actividades, pero debería estudiarse mejor otra iluminación, pues la actual empobrece mucho el espacio.

El suelo que hay no es el primitivo, que estaba pensado que fuera de piedra.

Comenta, a una pregunta sobre si se notaba que en este templo ya no era Fisac miembro del Opus, que en los templos del Opus el sagrario está en el centro de la iglesia. Fisac coge y lo desplaza a una capilla, en señal de oposición al Opus y de acatamiento al Concilio.

Nos lee unos interesantes pasajes de Fisac relativos a la iglesia de Canfranc, que aparecen en el Boletín de la Diócesis de Jaca.

Fisac tiene en Canfranc otras obras, como la casa de veraneo que se construyó y unas centrales electricas. De su casa de veraneo nos cuenta el párroco que Fisac no venía a Canfranc desde el año 85, pues se encontraba muy mayor, y estaba bastante abandonada. El año 2001 la pusieron en venta y la compró un particular que ha realizado varias reformas. El tejado, que era de losa, ha sido sustituido. Se le ha hecho un garaje. Esta algo alterada y nos disuade de visitarla, cosa que era nuestra intención, pero nos anima a acercarnos a una central eléctrica que hay a la entrada del pueblo que es obra de Fisac.

CENTRAL ELECTRICA

Vamos a buen paso hacia la central hidroeléctrica que diseñó Fisac. En El camino observamos a un grupo de animación de calle con tambores. Nos sorprende que solo vivan en el pueblo 300 habitantes con la cantidad de viviendas que hay, por lo que deducimos que se trata de segundas residencias.

La central se  llama CENTRAL DE CANALROYA, y pone la fecha de construcción de 1967. Está situada a la entrada del pueblo, enfrente de la entrada al túnel. Es un sencillo y muy interesante edificio de hormigón y parte del muro de mampostería. Tiene acusada pendiente el tejado. La zona de hormigón está aligerada por unos huecos cuadrados que le dan cierta gracia. Tal vez hizo también las compuertas de la presa.

En la parte posterior del edifico hay una pequeña cascada que forma con ella un rincón con encanto.

Nos hacemos fotos de grupo allí y a toda prisa vamos a tomar el tren. Subimos y ocupamos una de las zonas de 20 asientos. Otros tres viajeros se tienen que sentar en otro lugar… Partimos a las 18,10 h.

En un tramo del vagón va la alegre pandilla que ha subido en Huesca y están bailando y cantando sin cesar. En el trayecto Belén nos solicita firmas en defensa de las escuelas de Calatoradico…

El paisaje es hermosísimo, los arces empiezan a colorearse. Vemos mucho serbal de cazador y arañones (endrinos) cerca de Castiello. Volvemos a ver los desaguisados urbanísticos de Villanúa y de Castiello. En estos pueblos del Pirineo las nuevas urbanizaciones van arrinconando al pueblo viejo que queda convertido en un minúsculo barrio que con el tiempo, como desentona con el resto de las edificaciones, hasta intentarán derribarlo. ¡Qué pena de modelo de desarrollo pirenaico está llevando a cabo la DGA!

Al pasar por Jaca vemos que hay una placa giratoria en la estación. Nos dicen los de AZAFAT que aquí tenían que dar la vuelta los trenes antes de que se construyera la estación de Canfranc, este era el final de la vía. Al pasar por Ayerbe, uno de los viajeros ha quedado con una amiga que le pasa tortas de la localidad que reparte entre el resto. ¡Lujo de compañeros! Están muy sabrosas. Y a las 21,46h llegamos a Zaragoza. El viaje ha terminado.

10 comentarios

Jose -

Para ser más exactos, lo que provocó el cierre de la línea fue el descarrilamiento de un tren francés en el puente de L'Estanguet el 27 de marzo de 1970. Esto sirvió de excusa a Francia para cortar la línea, lo cual se ve que iban a hacer un día u otro.

Estoy de acuerdo con todo lo expuesto en el artículo.

¡Canfranc Reapertura ya!

Curiosa -

¿Me pueden aclarar si ese señor que ha estado en la excursión y que escribe como Carlos, es Don Carlos Bitrián?

Blog de Apudepa -

Gracias Nieves, se hace lo que se puede, siempre con mucho interés. Saludos.

nieves -

Fué una experiencia muy agradable, aunque me entristeció ver la estación así, hay que ver lo que hacen el poder y el dinero. Sois muy buenos organizando los de APUDEPA.

Rafa Cabeza -

Sigo pensando que está tan bien la crónica de la salida a Canfranc, siguiendo la tónica de la semana anterior, que bien podía haberme ahorrado las molestias de este larguísimo viaje y haber dejado la plaza libre a alguno de los mandamases del P.P. que se dignaron sufrir este viajecito pero desde ¡Huesca! el día siguente.

Carlos -

Yo también fui a la excursión y me encantó. Fue una gozada escuchar toda la explicación sobre el espacio ocupado por las instalaciones del ferrocarril. Había ido otras veces a Canfranc, pero siempre me había quedado en la Estación. La placa giratoria me gustó muchísimo, así como la explicación sobre la explanada, el poblado y la canalización de los barrancos. La iglesia de Fisac, preciosa y la explicación muy bien dada. El canfranero entrañable y la única nota negativa, la barbarie, la tragedia cultural que la Diputación Cultural propicia en la Estación de Canfranc. Muchas gracias a los organizadores de APUDEPA por tan buena excursión. Saludos.

Carmencita Descalza -

¡Qué pena no poder haber acudido! Qué interesante todo lo que ustedes dicen. ¡Tienen gente para todo, incluso en la curia! Pero, por favor ¿no nos van a decir quién nos regala estas magníficas crónicas?

Josita -

Muchas gracias al blog de Apudepa y al LLanero Solitario por todos esos interesantes datos que habéis escrito sobre la visita a la estación y pensamientos de Fisac. ¡Vaya lujo de viaje!

el llanero solitario -

Fui a la excursión y me gustó mucho. Me sorprendió la Iglesia de Canfranc, obra de Fisac. Es una joya olvidada que gracias a esta visita la he podido conocer y disfrutar.
Pongo aquí un resumen de la idea que tenía de la arquitectura Miguel Fisac, que me ha parecido interesante(Miguel Fisac Serna, resumiendo para una entrevista en El Mundo el 26 de octubre 2003 su idea sobre la arquitectura):

He llegado a la conclusión de que las soluciones técnicas son las que dan pie a soluciones formales que puedan tener interés, porque, si no, salen unas formas que tienen un origen más literario que el propiamente formal arquitectónico. Yo el problema estético me lo planteo el último, cuando otras cosas que son prioritarias se cumplen en el principio del proyecto. Cuando estudié dos años de exactas, dentro de la carrera de arquitectura, dábamos química y haciamos unos trabajos prácticos: nos daban un frasquito con un elemento y teniamos que seguir una marcha analítica para averiguar qué era. Algo de eso es lo que yo hago cuando me encargan un proyecto de arquitectura: empezar con plantear para qué sirve esto, dónde está -y esto el movimiento moderno lo quiso voluntariamente olvidar-, cómo crearía yo los espacios que me piden en el programa, o sea: cómo construir de la forma más lógica y económica. Con todos esos datos ya concretados, cabe la posibilidad de dibujar algo que pudieran ser los volúmenes que esos espacios han creado. La arquitectura es, como decía Lao Tse, el aire que queda dentro. Ahora lo que nosotros vemos es lo que utilizamos para dejar ese aire dentro. Y eso ya se puede representar gráficamente y es entonces cuando se pueden utilizar las posibilidades de una forma que has impuesto tú. Es lo que yo llamo un "nosequé", qué es esto que ya es, cómo lo coloco lo pongo y lo veo para que lo haga bien, suponiendo tener un conocimiento de la estética que sea lo suficientemente sólido para transmitirlo. Eso es lo que se llama educación del gusto, para lo que hay que ver mucho y estudiar mucho.



En la revista HOGAR Y ARQUITECTURA , Miguel Fisac publicó numerosos artículos, entre ellos uno dedicado a su Casa-refugio en Canfranc, Huesca que aparece en el nº 41, jul./ago. 1962, pp. 33-35. y otro artículo sobre la Iglesia parroquial, Canfranc, que aparece en el nº 57, mar./abr. 1965, pp. 46-59., cuatro años antes de su construcción definitiva.