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Moobing inmobiliario, Centros Históricos y Expos Internacionales

Moobing inmobiliario, Centros Históricos y Expos Internacionales

Por su interés publicamos a continuación el artículo de Belén Boloqui, profesora de Historia del Arte en la Facultad de Educación de Zaragoza y Presidenta de APUDEPA, publicado por Heraldo de Aragón en su edición de 11 de octubre de 2007. Tanto este artículo como el del profesor Montaner publicado ayer en este Blog muestran hasta qué punto las políticas sociales y económicas están interrelacionadas con las políticas urbanísticas y culturales.

“Amenazas, averías misteriosas, extrañas plagas... Todo vale con tal de que los vecinos desalojen el edificio. La ONU sitúa a España a la cabeza del acoso inmobiliario. Aquí se acuñó el término `asustaviejas´, pero con la especulación el fenómeno se ha desbordado. Hemos estado en las ciudades más afectadas”. Así de claro hablaba el XL SEMANAL de Heraldo de Aragón, en su última edición de septiembre-octubre. Los centros históricos, y con ellos los Conjuntos Históricos protegidos por las leyes de patrimonio cultural, no se salvan de esta plaga de gente sin entrañas que busca solo su interés particular. Sevilla, Cádiz, Barcelona, Zaragoza… ¿cuántas ciudades más en España sufren este moobing?

En paralelo, las ciudades antiguas van perdiendo su solera, algunas por el derribo de sus viviendas tradicionales, esas casas privilegiadas por su ubicación, y por la expulsión de sus habitantes más genuinos, las clases más desfavorecidas (bien sea en su versión tradicional, el pobre a secas, o en su versión de familia gitana y ahora de inmigrantes extranjeros). La Conservación Integrada, defendida en el importante texto de la Carta Europea del Patrimonio Arquitectónico de 1975, todavía vigente, hace especial énfasis en esto: “La evolución histórica ha conducido a los centros degradados de las ciudades, y en ocasiones a los pueblos abandonados, a convertirse en reservas de alojamientos baratos. Su restauración debe ser llevada a cabo con un espíritu de justicia social y no debe ir acompañada del éxodo de todos los habitantes de condición social modesta. Así la conservación integrada debe constituir uno de los pasos previos de las planificaciones urbanas y regionales” (punto 7º).

¿Han visto Vds. que se practique ese espíritu de justicia social en muchos de nuestros centros históricos españoles? Sinceramente no. ¿Qué clase de política urbanística se lleva a cabo en nuestras áreas centrales? Misterio, misterio. Con las transferencias autonómicas España no ha dado pasos decisivos en este sentido aunque, para el bien de todos, es cierto que ha habido actuaciones puntuales muy meritorias. Citaré entre ellas las de Vitoria, Gerona, Santiago de Compostela y Bilbao, que han recuperado con voluntad inquebrantable y política social sus centros históricos a lo largo de las décadas de 1980 y 1990 valiéndose para ello de los fondos europeos en una apuesta política de conservación integrada. Zaragoza perdió aquella oportunidad por su negligente actuación en las décadas de 1980 y 1990; también dilapidó sus recursos en el cacareado PICH de 1996 (Plan Integral del Conjunto Histórico), de la época de alcaldesa Luisa Fernando Rudi, una cortina de humo con poca consistencia real, como se ha venido demostrando en los diez años siguientes. Apudepa intentó participar pero fue curioso comprobar el ninguneo sufrido, curiosa práctica consolidada en nuestra sociedad democrática. Ignorar la capacidad de la sociedad es propio de la clase política española. Ahora tenemos un nuevo texto, el PICH de 2005-2012, que está a disposición de todos en la página web del Ayuntamiento de Zaragoza pero del que apenas nadie habla públicamente, cuando debería ser todo lo contrario, de intenso debate social. Mientras tanto, se desvían partidas presupuestarias, se mantienen algunas viviendas en condiciones de habitabilidad infrahumanas, caen edificios antiguos que no están ni tan siquiera inventariados y con ellos el exilio de las personas, una tras otra, con el silencio acostumbrado y la extorsión necesaria llegado el caso. Por otro lado, como la Expo está ya en su recta final y el Conjunto Histórico de Zaragoza sigue sin resolverse es evidente que éste dará mala imagen, ni más ni menos la que le corresponde.

Desde Apudepa siempre hemos reclamado que ciudadanos y asociaciones tenemos derecho a participar en el proceso urbanístico de la ciudad en la que vivimos aunque la clase política y el poder en la sombra se empeñen en lo contrario. Como decía Goya, “todo lo que huele a secretos, es digno de poco aprecio”.

7 comentarios

Curiosa -

Qué atenta está Vd. Lo sabe todo. ¿ Y qué tal por Chinchón? Cuéntenos si hay algún "pocero" propio. Por aquí haberlo, los hay, pero no les gusta darse a conocer, que ya tienen mucha experiencia en eso.

Carmencita Descalza -

Pues sí, doña Curiosa. Los conozco porque don Ángel es el cronista de las excursiones, según me dijeron, y don Carlos escribió un artículo sobre el Fleta en que hablaba de mi debilidad: Michel Foucault. ¿Me equivoco?

Curiosa -

Dª Carmencita, si lo digo porque en esa asociación se trabaja de forma bastante anónima y creo que Don Carlos es buen colaborador y también hay otros, como Don Ángel Tomás. Por eso los he nombrado. ¿Los conoce?

Carmencita Descalza -

Oiga doña Curiosa, qué tiene que ver en esto ese señor Bitrián?

Curiosa -

Dª Carmencita, ya sabe que eso de la edad en las mujeres es cosa incierta pero lo que Vd. dice de octogeneria creo que no, que es algo menos. También Don Carlos Bitrián debe ser algo mayorzote porque no le veo escribir en el blog. Tenemos que indagar ¿no le parece?

Carmencita Calzada -

Oiga señora Descalza, que se le va la pinza...

Carmencita Descalza -

Maravilloso artículo de doña Belén Boloqui. Enhorabuena. Parece claro que esta señora, supongo que el resto de personas de APUDEPA también, tienen una visión panorámica que no se restringe al patrimonio cultural. Ahora bien, yo a esta señora no la veo mucho comentar por el Blog... no sé que edad tiene pero, siendo catedrática y presidenta y llevando tantos años luchando, a lo mejor es una señora octogenaria y no se le dan muy bien las nuevas tecnologías...