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APUDEPA exige la conservación del edificio catalogado de la calle Moneva, primando la seguridad de las personas

APUDEPA exige la conservación del edificio catalogado  de la calle Moneva, primando la seguridad de las personas

Foto El Periódico de Aragón

APUDEPA presenta peticiones para su conservación y pide investigar las extrañas causas del derribo.

APUDEPA lamenta profundamente la declaración de ruina del edificio catalogado sito en la calle Moneva de Zaragoza, número 5, y recuerda a las administraciones implicadas que se trata de un Edificio de Interés Ambiental y de un Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés situado en el Bien de Interés Cultural del Centro Histórico de la ciudad de Zaragoza. Por ello, existen medios legales para conservar el edificio y obligar a la propietaria a cumplir con las disposiciones legales del Plan General y de las Leyes Urbanística y de Patrimonio Cultural. En concreto, APUDEPA solicita que, al amparo del artículo 51 de la Ley de Patrimonio Cultural, el Director General de Patrimonio Cultural adopte las medidas cautelares oportunas para la conservación del edificio y la prohibición del derribo y que, al amparo del artículo 3.2.12 de las Normas Urbanísticas del Plan General se adopten las medidas necesarias para evitar la situación de ruina del inmueble.

APUDEPA solicita también que se investigue y se sancione el incumplimiento de la empresa propietaria de su deber de conservar adecuadamente el edificio y el incumplimiento del Ayuntamiento de ejecutar las órdenes subsidiariamente. APUDEPA considera también muy extrañas las circunstancias del suceso y pide aclarar cuales han sido las causas reales de los desprendimientos.

APUDEPA, 13 de abril de 2009

 

1 comentario

Curiosa -

España sigue con los planteamientos del desarrollismo franquista: el suelo urbano es para especular. Se saltan a la torera la Constitución española que reconoce el deber de conservación del patrimonio cultural y esta casa pertenece al mismo por su catalogación.
Qué papelón el del ayuntamiento y el de la DGA, van con el paso cambiado, y los propietarios del solar encantados mientras la historia de la construcción aragonesa va desapareciendo lenta y inexorablemente por el cruce de una mala gestión e intereses privados.