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APUDEPA

PREMIOS APUDEPA 2005. PREMIO A LA RESTAURACIÓN DEL PALACIO DE AMBEL Y TOCHO A LA INTERVENCIÓN DEL GOBIERNO DE ARAGÓN EN EL TEATRO FLETA

PREMIO Y TOCHO APUDEPA  ABRIL 2005. NOTA DE PRENSA

El pasado mes de diciembre Apudepa, Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés,  acordó la nominación de los premios anuales que esta asociación concede a la intervención en el patrimonio cultural aragonés para el año 2005. El PREMIO  APUDEPA se otorgó al Palacio de Ambel y el TOCHO  al  Gobierno de Aragón por su demoledora intervención en el Gran Teatro Fleta.
Esta asociación valora que es de extraordinario mérito la restauración que se está llevando a cabo en el palacio de Ambel, situado en el Campo de Borja y en las proximidades del Moncayo, una impresionante fábrica medieval que fundó la Orden de caballería del Temple en 1151 y heredaron los Hospitalarios de San Juan en el siglo XIV, casa en la que mantuvieron su encomienda hasta las desamortizaciones del siglo XIX.
Este enorme edificio fue adquirido por unos particulares hace apenas dos décadas, cuando se encontraba en avanzado estado de ruina, y sus propietarios, con limitados medios económicos pero con férrea voluntad y conocimientos, lo han salvado de una ruina segura, en definitiva, un modelo de buenas prácticas en la restauración monumental arquitectónica, muy compleja por su propia naturaleza.
Esta asociación estima los estudios históricos previos realizados, la detallada arqueología muraria, estudio de la fábrica y, en definitiva, el rigor metodológico aplicado hasta ir logrando paulatinamente la restauración de sus estructuras arquitectónicas, elementos decorativos y aquellas huellas que pertenecen a su memoria (graffiti). A todo ello habría que sumar los inventarios y catálogos llevados a cabo con los materiales que se han ido encontrando, sin olvidar la difusión de sus logros en publicaciones científicas, en suma, un ejemplo de actuación que nos debe servir a los aragoneses como modelo a imitar.
En cuanto al Tocho Apudepa se ha concedido a la  bárbara intervención y el bárbaro gasto de  nuestra administración  en los últimos seis o siete años en el Teatro Fleta de Zaragoza,  lo que ha supuesto la pérdida de unos de los edificios más notables de nuestra modernidad, un modelo de arquitectura racionalista y  funcionalista a favor de la cultura, obra del arquitecto municipal José de Yarza y Echenique (1953-1955). En definitiva, una actuación errática del Gobierno Aragonés, digna de un disparate goyesco. 
Finalmente, por  su interés, lección permanente de su espíritu restaurador, transmitimos las palabras Christopher Gerrad, en nombre de los propietarios del palacio de Ambel: “El aspecto más importante que ha guiado la intervención en el palacio de Ambel y la distingue de cualquier otra realizada en Aragón es que no se ha intervenido en el edificio hasta que no se ha comprendido bien la fábrica del mismo. Un edificio histórico es una entidad arqueológica vertical que debe estudiarse para comprender su interés, singularidad y desarrollo, y es imposible pensar que las restauraciones de edificios históricos se pueden realizar –o incluso concebir– sin la intervención de un historiador y de un arqueólogo, trabajando parejamente con el arquitecto desde los inicios del proyecto. La publicación del libro sobre el palacio de Ambel demuestra en este sentido el jugo que se puede sacar a este tipo de estudios, ya que con la arqueología muraria se han podido identificado las sucesivas fases y desarrollo por las que ha atravesado el palacio desde el siglo XII. Otros aspectos que se han tenido en la cuenta en la restauración es que todas las intervenciones realizadas en el palacio son reversibles y están documentadas; además se han utilizado técnicas y materiales tradicionales; y también ha habido una adaptación mínima del espacio para usos modernos, respetándose al máximo los espacios originales medievales. En suma, la intervención se ha acometido con una gran humildad y respecto hacia el edificio histórico”. Gerrard, también ha dicho que es un gran honor recibir este premio y agradece a APUDEPA el reconocimiento.
¿Se dan cuenta?,”igualito” que las instituciones aragonesas, desabridas para el patrimonio arquitectónico  y para los que lo defendemos desinteresa-damente por estas tierras.
                        APUDEPA

 

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