No salimos de nuestro asombro
Madrid, 11/3/2001. Pedro Arrojo contra el PHN. Foto Apudepa
Ya se han desatado la caja de los truenos. De nuevo el trasvase en la cuenca del Ebro, ahora hacia Barcelona, luego ¿dónde? Heraldo de Aragón ha recogido hoy unas declaraciones de Pedro Arrojo que por su interés trascribimos aquí. Atónitos nos quedamos con lo que leemos y seguimos viendo que en este país se soslayan siempre los problemas de fondo: la irracionalidad en los desarrollos urbanos y en la ordenación del territorio, en suma, una política de ladrillo y cemento salvaje que propicia crecimientos demográficos insostenibles, todo ello acompañado por un cambio climático que ya está aquí. El PSOE nacional encantado, Marcelino Iglesias viéndolas venir y Biel a lo suyo. CHA se opone al proyecto y ha emitido un Manifiesto y la Fundación Ecología y Desarrollo nada y guarda la ropa.
Ayer las mismas fuentes periodísticas trataban con preocupación el tema. Todo el mundo reconoce que se trata de un trasvase menos los que lo han promovido desde la Moncloa. La ministra Espinosa empieza a cubrirse de gloria. Dicen que se trata de un gasto de 180 millones de euros para poner en funcionamiento sólo unos meses una tubería con agua del Ebro, que luego ya están previstas otras soluciones. ¿Ustedes se lo creen? Nosotros no, además de tratarse, una vez más, de un despilfarro que como siempre beneficia a los más ricos, los que más desarrollo tienen y por eso se crea una demanda sin límites. Veremos lo que ahora demanda Valencia y Murcia. De momento los grandes perjudicados son el Delta del Ebro y la sociedad que paga con sus impuestos.
Ahora bien las estadísticas son tozudas y no corroboran lo que dicen las fuentes oficiales. Algunos datos venían ayer en las mismas fuentes periodísticas, en un interesante artículo de Pedro López Pérez que también hemos transcrito: en el siglo XX Madrid ha crecido en un 675%; el arco mediterráneo en un 205% y el interior de la península un 46% pero hay diez provincias españolas que han perdido población, entre ellas, dos aragonesas, ¿se las imaginan?
Está claro que con este tipo de trasvases los desequilibrios aumentan, y aumentarán, y que todo esto es más bien una decisión política con amplios réditos de votos y desarrollo localizado en detrimento del resto del país. Madrid, y sus alrededores, está "desatado" a puro de construir y Barcelona "toda diseño" para qué más. Tanta Plataforma, tanta Marcha, tanto viaje ¿para?... Lean, lean y comenten.
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Heraldo de Aragón, Martes 22 de abril de 2008
El ecologista Pedro Arrojo, ideólogo de la nueva cultura del agua, apoya el trasvase. El que fuera asesor de Narbona y referente intelectual en la lucha contra el proyecto cuando lo impulsaba el PP, lo justifica ahora
ZARAGOZA. El ecologista y profesor de la Universidad de Zaragoza Pedro Arrojo se ha posicionado a favor del trasvase del Ebro a Barcelona. Pese a haber sido uno de los referentes de la lucha contra estas infraestructuras cuando las hacía el PP, ahora justifica esta obra dada "la situación de emergencia" de Barcelona. "No es lo mismo", subraya.
Arrojo se desmarca de la posición mantenida por la mayoría de los colectivos ecologistas, incluida la Coordinadora de Afectados por los Grandes Embalses y Trasvases (Coagret), de la que fue impulsor. Se alinea con las tesis del Gobierno socialista (ha sido asesor de la ex ministra Cristina Narbona, muñidora del trasvase en el más estricto secreto antes de las elecciones) y de la Fundación Nueva Cultura del Agua, a la que pertenece y que, por boca de su otro ideólogo de referencia, Narcis Prat, también ha hecho una excepción en su línea de oposición a este tipo de infraestructuras hidráulicas para apoyar el proyecto de transferencia de caudales a Barcelona.
Según Arrojo, "en el Ebro no sobra agua". No obstante, precisó que "a nadie le sobra sangre, pero en una situación excepcional damos sangre", afirmó. "Una transfusión de emergencia es distinta que un trasvase sistemático", declaró. En su justificación del trasvase, agregó que "el río no tendrá menos agua, al contrario".
Señaló que la detracción "debe quedar compensada por una disminución de los usos de regadío en otras zonas". Para conseguirlo consideró que se debe negociar previamente con los regantes para, mediante una compensación económica, cedan sus derechos de forma temporal y así no se produzcan mermas en el caudal.
Se mostró convencido de que se trata de una obra temporal y que cuando estén listas las desaladoras "ese trasvase no se volverá a usar porque no hará falta". Indicó que "llevar agua del Ebro a Barcelona vale prácticamente lo mismo que una desaladora", pero subrayó que la segunda opción ofrece más calidad, por lo que dejará de tener sentido la otra.
Según dijo, otra opción sería un trasvase desde el embalse de Rialp, también en la cuenca del Ebro, pero el agua habría que conducirla por el río Noya, "que es bastante salobre", y perdería calidad. Dijo que no hay tiempo para la desalación de agua marina o para desalobrizar los acuíferos de Barcelona. "Con restricciones se podría resolver, pero ¿es aceptable cortar el agua en Barcelona?", se preguntó. A su juicio, "no hay más remedio" que esta solución e insistió en que "aceptar la crisis" supondría "una quiebra de la confianza ciudadana".
Sobre si esta posición supone un cambio de criterio sobre su postura contraria a los trasvases, dijo: "No soy partidario de los trasvases, pero si se caen las fichas...". Afirmó que él nunca ha sido "anti embalses o anti trasvases". "Yo estoy en contra de que se deterioren los ríos", destacó. Opinó que la Fundación Nueva Cultura del Agua "no ha quitado ni un punto ni una coma de lo que hemos dicho y seguimos diciendo. Con rigor y seriedad, estamos obligados a dar una alternativa que no suponga cortes. Si en Murcia no hubiera otra opción, lo plantearíamos igual".
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La opinión por Pedro López Pérez, ingeniero técnico
DESARROLLO INSOSTENIBLE
SI descontamos los habitantes de Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, la población peninsular española, según el censo de 1900, ascendía a 17.937.461 personas. En las mismas condiciones, el día 1 de enero del año 2006, esta población alcanzaba las 41.569.337 personas. Según esto, en poquito más de un siglo la población de la parte española de la Península Ibérica se ha multiplicado por 2,32, lo que significa un crecimiento del 132%.
Pero este crecimiento medio de la población no ha sido igual en todas las zonas. Así, la antigua provincia de Madrid, hoy Comunidad autónoma, ha pasado de 775.034 a 6.008.183 habitantes, o sea, que se ha multiplicado por 7,75 o, lo que es lo mismo, ha tenido un crecimiento del 675%. En el litoral mediterráneo —provincias de la costa, desde Port Bou hasta Algeciras—, el crecimiento ha sido del 205%; en el litoral atlántico, delld6%; en el cantábrico, del 104%; y en el interior de la Península, solo ha alcanzado un modestísimo 46%.
Si profundizamos un poco más, podemos observar que en el interior de la Península hay diez provincias —dos en Galicia, cinco en Castilla y León, dos en Aragón y una en Castilla-La Mancha— que, lejos de incrementar su población, han perdido parte de ella. Por cierto, encabeza la lista Teruel que, en este periodo de tiempo, ha perdido un 42% de su gente. Curiosamente, todas estas provincias menos Lugo son provincias del interior y todas menos una, Cuenca, están situadas en la mitad norte de la Península, o sea, en la España húmeda y rica al decir de algunos.
Refiriéndome ahora a Aragón y al litoral mediterráneo, parece evidente que en este último se ha producido un creecimiento demográfico por encima de sus posibilidades, lo que ha obligado a aportar recursos desde el interior —capital, agua, energía etc.—para facilitar su desarrollo, lo que ha provocado que en-Aragón, faltos de las inversiones necesarias, la gente joven haya tenido que emigrar, fundamentalmente a Cataluña y Valencia, para poder subsistir, lo que a su isez lleva consigo el envejecimiento de nuestra población. La media de edad es la más alta de España y el índice de natalidad el más bajo.
Ahora, en el litoral, los recursos aportados se consideran insuficientes para seguir creciendo al mismo ritmo y se reclama de nuevo el trasvase de agua desde el Ebro. Si este se 11evase a cabo, se impulsaría de nuevo su desarrollo y también la despoblación de Aragón, y entraríamos en una espiral cuyo final sería «1 agotamiento total de los recursos hídricos y la absoluta desertización de nuestra región. Y no es una utopía, porque actualmente ya existen amplias zonas de la misma donde la densidad de población es tan baja como la de cualquier desierto. Por esta razón, la oposición de Aragón al trasvase del Ebro no es una cuestión de insolidaridad, sino de subsistencia.
El cambio climático que se avecina no hará más que acelerar este proceso, catastrófico para nosotros, pero no para las regiones del litoral; porque no olvidemos que, agotados todos los recursos hídricos, aun les quedará a ellos la desalación.
Siempre se ha argumentado que el desarrollo del arco mediterráneo ha sido propiciado por su excepcional clima, su situación geográfica —a la orilla de un mar tranquilo— y su orografía costera con playas largas y poco profundas, cualidades turísticas apreciables. Pero y en Madrid... ¿dónde está el mar? ¿Y las playas? íY el clima mediterráneo? ¿Por qué su crecimiento ha sido tan espectacular? Para mí, la clave de este crecimiento está en la firme voluntad política de nuestros gobernantes de hacerle sobresalir en todo y por todo del resto de las regiones españolas, de considerarlo el ombligo de este país, de quererse rodear de un emporio de riqueza, de lujo y de grandeza.
Voluntad política que no ha existido, no existe y dudo mucho que llegue a existir algún día para dotar a las regiones más desfavorecidas y equilibrar un poco las diferencias que nos separan cada día más de nuestros vecinos. ¿Es este un desarrollo sostenible?
12 comentarios
Marianín -
Blog de Apudepa -
Fuina -
ojito -
Blog de Apudepa -
Fuina -
Periquito tiene que ir pagando los favores que le han ido haciendo y, pura, simple y llanamente se ha convertido en otro vulgar estómago agradecido.
Sara -
Artículo de Pedro Arrojo:
TRIBUNA: PEDRO ARROJO AGUDO El agua en la campaña del 9-M
16-02-2008
El hecho de que el Partido Popular haya decidido volver a usar el trasvase del río Ebro como arma electoral -aunque ahora le llame "transferencia" para intentar sortear sus propias divisiones internas- supone una grave irresponsabilidad. Hace ya años, desde la comunidad científica aportamos al debate un buen caudal de argumentos económicos, sociales y ambientales, al margen de intereses partidistas. La propia Comisión Europea forzó un debate sin precedentes entre una amplia comisión gubernamental y otra formada por profesores de la Universidad, seleccionada por la Fundación Nueva Cultura del Agua. Sería bueno recordar que aquel debate culminó con tres informes de los equipos técnicos de la Comisión desaconsejando financiar con fondos europeos el proyectado trasvase, por razones económicas, sociales y ambientales.
Fuente: El País
La Comisión Europea ya desaconsejó el trasvase del Ebro que promueve el PP
Los principales argumentos que bloquearon los fondos europeos estaban vinculados a los graves problemas que el trasvase habría causado en el Delta del Ebro. En contra de lo que algunos políticos, poco aplicados, siguen proclamando, las aguas de los ríos no se pierden en el mar. El estudio de los graves impactos de la gran presa de Asuán, sobre el Nilo, marcó un giro histórico en materia hidráulica a nivel mundial. Más allá del progresivo hundimiento y salinización del Delta de Alejandría, por falta de caudales y sedimentos, se produjo un colapso de arenas en las playas turísticas del norte de África. Hoy se sabe que la mayor parte de esas arenas de playa no proceden de la erosión de las olas, sino del aporte fluvial de sedimentos que, en el caso del Nilo, quedan bloqueados en Asuán. Sin embargo, el impacto más duro se produjo sobre la pesca. Las capturas de sardina y boquerón cayeron en un 90%. Hoy sabemos que estas especies ponen sus huevos en las desembocaduras de los ríos, aprovechando el masivo aporte de nutrientes continentales de las tradicionales crecidas primaverales, que fertilizan la vida, especialmente en mares cuasicerrados, pobres en plancton, como el Mediterráneo.
En el debate sobre el trasvase, los investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC), en Barcelona, aportaron excelentes estudios sobre la importancia de los caudales del Ebro, no sólo sobre la producción marisquera del Delta, sino sobre las pesquerías del litoral catalán y valenciano. Por otro lado, el hundimiento (y salinización) del Delta, por falta de sedimentos y caudales, unido al crecimiento del nivel del mar, por fusión de masas polares, lleva hoy a su progresiva desaparición, a razón de 10 milímetros al año.
Todo ello exige no sólo desechar cualquier consideración de caudales "excedentarios" (sobre todo con el cambio climático), sino diseñar un plan de cuenca que permita aumentar los caudales y sedimentos aportados al Delta del Ebro.
Otro argumento clave fue el de la irracionalidad energética y económica del trasvase. El agua no bajaría por su propio peso a lo largo del mapa, sino que habría que bombearla. Llevar al altiplano alicantino o Almería un metro cúbico (que, no lo olvidemos, pesa una tonelada) desde Tortosa, exigiría más de 4 kilovatios hora, es decir, la energía que requiere un bombeo desde 1.200 metros de profundidad. Hoy la desalación por ósmosis inversa, empleando cámaras isobáricas y membranas semipermeables de baja presión, que ya están en el mercado, supondría en torno a 3 kilovatios hora por metro cúbico.
En cuanto al balance económico del trasvase, tanto los estudios elaborados desde diversas universidades como los de la Comisión Europea, enmendaron los cálculos del Gobierno de Aznar. Llevar un metro cúbico hasta Murcia y Almería costaría entre 1 y 1,5 euros/metro cúbico, mientras la desalación, con las tecnologías reseñadas, supone entre 0,4 y 0,45 euros/metro cúbico.
Pero, sin duda, desde las vigentes perspectivas de cambio climático, la clamorosa ineficacia de los trasvases para gestionar sequías, como la que hemos sufrido y sufrimos, constituye un argumento clave. Tal y como se reconocía en el propio Plan Hidrológico Nacional, el trasvase del Ebro no estaría operativo en años de sequía por falta de caudales trasvasables. La estadística ofrecida por los anexos del propio Plan preveía fallos en el 20% de los años, debido a que las sequías suelen tener un carácter regional y no local.
Generalmente, cuando la cuenca del Segura sufre sequía, el Júcar y el Ebro, en una u otra medida, también la sufren. En concreto, durante la reciente sequía, aunque las infraestructuras de los trasvases del Ebro y del Júcar-Vinalopó hubieran estado en servicio, no se habría podido trasvasar ni un metro cúbico.
Afortunadamente, lo que ha operado ha sido la estrategia de desalación del Programa AGUA, que, de forma más modular y con absoluta fiabilidad, ha permitido abastecer usos urbanos, evitando los cortes de agua que se habrían producido de haber estado en acción la estrategia de trasvases.
Pedro Arrojo Agudo pertenece al Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza.
Sara -
Me ha llamado la atención la fijación que tiene y la relación que establece entre AGUA y SANGRE también en este artículo de 2003 en contra de los trasvases.
La Vanguardia, 15-VII-2003
PEDRO ARROJO, EXPERTO MUNDIAL EN GESTIÓN Y ECONOMÍA DEL AGUA
"El trasvase del Ebro ya nos lo hace el mar"
Tengo 52 años, nací en Madrid y vivo en Zaragoza. Soy profesor de Análisis Económicos en la Universidad de Zaragoza, especialista en economía del agua. Estoy casado y tengo un hijo de 24 años. Soy ecologista y pacifista. Soy agnóstico. Presido la Fundación Nueva Cultura del Agua. Trasvasar el Ebro sería una catástrofe: evitémosla
VÍCTOR-M. AMELA - 15/07/2003 -Algo bueno tendrá el Plan Hidrológico Nacional (PHN)...
-Nada. Es un plan que hoy en Estados Unidos y en el norte de Europa sería rechazado.
-Algo bueno tendrá trasvasar agua del Ebro hacia Barcelona y hacia Almería...
-¡Nada! Hacerlo será una catástrofe ecológica y económica.
-Y si fuese usted murciano o almeriense, ¿cómo convencería de eso a sus convecinos?
-Les diría que eso sólo beneficiará a algunos grandes empresarios del gremio de la construcción, pero no a ellos. Que se trata sólo de fomentar una especulación urbanística.
-Pero allí quieren agua para regar.
-El Gobierno ha cambiado la ley de Aguas para que el regante pueda vender a quien quiera el agua subvencionada que recibe por hectárea... ¡Todo está dispuesto para que llegue el gremio del hormigón a comprársela!
-Pero todo eso, al final, ¿no es riqueza?
-¿Riqueza? Hablemos de números. El trasvase llevará el agua a Alicante, Murcia y Almería a un coste medio de 1 euro/m3. ¿Sabe lo que costaría 1 m3 de agua obtenido de una planta desaladora? ¡Sólo 0,41 euros!
-¿Menos de la mitad?
-Ya lo ve. Y con dos ventajas añadidas: el agua dulce obtenida así es de calidad máxima, embotellable. En cambio, el agua que llegará del trasvase... no alcanzará el límite de prepotabilidad fijado por la Unión Europea.
-¿Y la segunda ventaja de desalar?
-Evitaríamos la construcción de embalses en valles pirenaicos (previstos en el PHN) para regular el caudal del Ebro. Esos embalses anegarán valles, inundarán pueblos, habrá que evacuar a gente a punta de pistola...
-Dramas humanos y ambientales...
-Y otra cosa más: los embalses matan el río. Están haciéndolo el de Riba-roja y el de Mequinenza: ¡por su culpa, el delta del Ebro está hundiéndose 6 milímetros cada año!
-Eso es muy poquito, ¿no?
-No: así, en 30 años, un 20% del Delta estará bajo el mar. Y eso sin hacer el trasvase...
-Y si hacemos el trasvase...
-¡Sería como si a un enfermo que está en la UVI te pones a extraerle sangre...!
-Seguramente lo mataríamos.
-Seguro. ¡Lo que hay que hacer con el Delta es darle más sangre, y no quitársela!
-¿Y qué sangre podemos darle?
-Más agua, con sus limos.
-No veo cómo: ¡el Delta está condenado!
-¡No! Hay una solución.
-¿Cuál?
-Primero, no hacer más embalses. Segundo, construir un "bypass" en la presa de Ribaroja para que pasen limos, sedimentos, en la crecida de primavera. Llegarían al Delta... ¡y compensarían su actual hundimiento!
-¿Y lo mismo con la presa de Mequinenza?
-No, esa es mejor no tocarla: hay sepultadas en sus sedimentos capas de contaminación química y radiactiva procedentes de industrias y de la central nuclear de Garoña.
-Los siluros ahí deben de ser mutantes...
-Quizá en algún momento, ja, ja... Los sedimentos son un buen cementerio de contaminación: si no se tocan, no hay problema.
-Hacer esa obra debe de ser complicado...
-Sí, es una gran obra, pero necesaria: ¡esa obra sí debería fomentarse y subvencionarse! Porque lo que saldrá caro es no hacerla.
-Dígame por qué.
-Porque nos quedaremos sin playas de arena, sin playas turísticas. ¿Nos conviene eso?
-¡No, claro! Pero, ¿en qué se basa?
-En que hoy se sabe a ciencia cierta que las arenas que forman nuestras playas no provienen de alta mar, sino de los limos arrastrados por los ríos. ¡Por eso cada vez llegan menos arenas a las playas! Y eso no es todo...
-¿Alguna catástrofe más?
-Sí: se acabarán la sardina y el boquerón. Sabemos que necesitan los limos de los ríos para criar ahí sus alevines. ¡Por eso está descendiendo la población de sardina y boquerón! Pregunte a los pescadores, pregunte...
-Si el trasvase hunde el Delta y nos deja sin playas ni sardinas... ¡mal negocio!
-Así es. ¡El Ebro necesita toda el agua que actualmente tiene! ¡Es falso que haya agua excedentaria en el Ebro! Ya se ha llegado al tope de su aprovechamiento para regadíos.
-Dígaselo a sus vecinos, los regantes de Aragón, que piden más agua para ellos...
-Me canso de decirlo: el verdadero último embalse que debemos hacer ¡es el de aprovechar bien el agua de que ya disponemos, automatizando riegos, modernizándolos!
-Y Barcelona, ¿de dónde sacará su agua?
-Tenéis un acuífero sobreabundante: mediante nanofiltración podéis obtener el agua necesaria ¡y de insuperable calidad! Y costaría 0,24 euros/m3. La del trasvase del Ebro, 0,42 euros/m3. La del Ródano, 0,72 euros/m3.
-¿Algún científico avala el trasvase?
-Alguno hay en Valencia y Murcia, pero se esconde: no aparece en foros públicos.
-Pero, ¿por qué Aznar se empecina?
-Por propensión irracional a la gran obra pública, por favorecer al gremio constructor, por votos en el Levante, y por testículos. Loyola de Palacio presentó un informe previo en el que se desaconsejaban embalses y trasvase: fue eliminado. ¡Qué ocasión perdida!
-¿De qué depende que se haga el trasvase?
-Del dinero europeo. La Comisión Europea tiene informes técnicos contrarios, pero si España da su voto para ciertas cosas, los obtendrá para la subvención al trasvase...
-Y usted insiste: no trasvasar, sí desalar.
-O dígalo así: ¡el trasvase ya está hecho!
-¿Ya está hecho?
-El Ebro lleva sus aguas y limos al mar -y crecen el Delta, los peces y las playas- y el mar la lleva a las costas, donde la desalas y obtienes agua dulce. ¡Ése es el buen trasvase!
Sara -
ANÁLISIS: LA CUARTA PÁGINA
La sed de Barcelona tiene solución
Una opción razonable para la escasez de agua en Barcelona sería organizar la cesión de derechos de riego al área metropolitana mientras dure la sequía, a cambio de las pertinentes compensaciones económicas
PEDRO ARROJO AGUDO 07/04/2008
La sequía aprieta en Cataluña y pone de nuevo sobre la mesa el debate sobre el agua, que vuelve a usarse como arma política. Ante todo, es importante aclarar que, más allá de la grave situación de emergencia actual, Barcelona tendrá asegurada la provisión de recursos hídricos en un futuro cercano, incluso en circunstancias de sequía extrema. Barcelona vive sobre un acuífero: el que forman las aguas subterráneas del aluvial del Besòs y del Llobregat. De hecho, el metro de Barcelona ha venido bombeando en el pasado millones de metros cúbicos al año para evitar que se inundaran sus galerías.
Para paliar la sequía de Sevilla bastó ofrecer siete pesetas por metro cúbico a quienes cedieran agua
El mar y el acuífero ofrecen a Barcelona agua más que suficiente si se saben utilizar
El problema, al igual que en otras cuencas y comunidades autónomas, es que hemos contaminado de forma irresponsable esos acuíferos. Aunque la Directiva Marco del Agua nos obliga a cuidar el buen estado de las masas de agua, recuperar un acuífero puede requerir décadas. Sin embargo, obtener hoy aguas de calidad de esos acuíferos es perfectamente viable, aplicando una ósmosis inversa, similar a la que permite desalar aguas marinas. Hoy, con las nuevas tecnologías disponibles (cámaras isobáricas, membranas de baja presión...) podemos obtener aguas excelentes de esos acuíferos por menos de 0,25 euros por metro cúbico (/m3); y conviene recordar que un metro cúbico son mil litros. En todo caso, Barcelona, al igual que el resto de ciudades costeras, dispone del mar, que puede ser fuente de aguas desalinizadas por ósmosis inversa, incluso en circunstancias de sequía, por apenas 0,4 /m3.
Respecto al clamor demagógico de esas "aguas que se perdieron en el mar" durante la última crecida del Ebro, de nuevo sería necesario llamar a la sensatez a quienes tienen la obligación de disponer de información y de un mínimo de formación. Más allá de la importancia ecológica de esas crecidas y de su vital trascendencia para las pesquerías marinas, cuando un río baja en crecida, sea el Ebro, el Júcar o el Segura, lo único que se puede hacer es evacuar caudales al mar. Por un gran canal, para eventuales trasvases, apenas podría derivarse el 2% de una riada ordinaria.
Ante los agrios debates reabiertos, es necesario aclarar que los trasvases son una pésima estrategia para prevenir y gestionar sequías. La razón radica en que las sequías no son locales sino regionales. En nuestro caso suelen afectar, cuando menos al área mediterránea. Por ello, cuando el Segura entra en sequía, el Júcar, el Ebro y el Llobregat suelen sufrir también, en una u otra medida, estrés hídrico. El propio Plan Hidrológico promovido en su día por el Partido Popular preveía, eso sí, en la letra pequeña de los anexos, que el 20% de los años, es decir, los años de sequía, no se podría trasvasar ni un metro cúbico.
La Agencia Catalana del Agua es consciente de todo ello y, de hecho, tiene diseñado un plan muy razonable basado en las opciones de desalar aguas de mar y desalobrar aguas del acuífero del Llobregat (la desalobración del acuífero del Besòs ya está en servicio). El problema es que la gran planta de ósmosis inversa del Llobregat, en construcción, que ofrecerá 200.000 metros cúbicos al día, por desalación de aguas marinas o de aguas del acuífero, no llega a tiempo para resolver las angustias actuales.
Se trata, por tanto, de poner en marcha un plan de emergencia coyuntural muy especial, que probablemente no haya que reeditar nunca más en el futuro. Un plan en el que hemos de poner sobre la mesa todas las posibilidades, para acabar escogiendo las que sean más razonables desde el punto de vista ambiental, social y económico.
La ministra Narbona, en su primera intervención sobre la cuestión, ofreció una opción muy razonable: organizar con urgencia lo que se denomina en la Ley de Aguas un "centro de intercambio", similar a los famosos bancos de agua de California. Tal centro debería negociar la cesión de derechos de riego al área metropolitana de Barcelona, mientras dure la sequía, a cambio de las pertinentes compensaciones económicas. A principios de los noventa, Sevilla sufrió dramáticos cortes de agua que afectaron a cientos de miles de familias. Hoy, probablemente, pocos recuerden cómo se resolvió la situación. Pues bien, no fue preciso ni un trasvase desde el Miño, ni una desaladora en Sanlúcar. Bastó con un anuncio en prensa que ofrecía 7 pesetas por metro cúbico a los regantes del Bajo Guadalquivir que quisieran ceder caudales a Sevilla (por entonces, regando arroz o algodón obtenían un beneficio neto que no llegaba a 4 pesetas por metro cúbico).
Obviamente el regadío en Cuencas Internas de Cataluña no es el del Bajo Guadalquivir; pero esta opción puede ofrecer caudales no despreciables. Aunque en el Llobregat, al parecer, ya se han intercambiado las aguas de riego por retornos depurados, y en el Besòs hay poco regadío, habría que explorar a fondo todas las posibilidades, incluyendo los regadíos del Ter. Regadíos que demandarían compensaciones de cierta entidad, al estar en juego cosechas de fruta y hortaliza. Sin embargo, reservando caudales para garantizar la vida de los árboles, la compensación de las cosechas sería el único coste a cubrir, al existir infraestructuras de transporte a Barcelona. Desgraciadamente, en esta ocasión, el Ter también sufre la sequía y hay escasos caudales de riego.
El transporte de aguas en barco desde el sur de Francia debería suponer menos de 5 /m3. Sin embargo, la premura de la situación y la falta de escrúpulos de las navieras están disparando los costes. Por otro lado, un trasvase de emergencia desde el Alto Segre tiene varios problemas: en primer lugar, el Segre, que también está en sequía, no ofrece hoy por hoy caudales disponibles; por otro lado, si llegara a haber caudales, los regantes leridanos reclamarían sus derechos; y por último, los movimientos ciudadanos del Bajo Ebro reclamarían esas aguas para preservar el Delta. La opción de trasvasar desde el Alto Segre sólo caudales adquiridos previamente a los regantes, permitiría garantizar en el Delta el mismo caudal que hubiera llegado si no se produjese ese trasvase coyuntural. En todo caso, el coste del metro cúbico podría elevarse por encima de 3 o 4 /m3, sobre todo por la amortización de unas obras que sólo servirían en esta ocasión, para luego desmontarse.
El resto de opciones de trasvase barajadas, en ningún caso llegarían a tiempo para resolver la emergencia en cuestión y, por tanto, deberían contrastarse con la alternativa de desalación en curso, explicada anteriormente. A este respecto convendría recordar que hace ya más de una década, los presupuestos previstos para el trasvase del Ródano suponían 0,7 /m3. Hoy no sería menos de 1 /m3; es decir, cuatro veces más que desalobrar aguas del acuífero y más del doble que desalar aguas marinas.
Me temo que el calendario electoral y la irresponsabilidad política de unos y otros nos han llevado a un punto en el que, una situación de por sí difícil se está convirtiendo en mucho más difícil. Y hablo de irresponsabilidad de unos y otros porque, más allá de las responsabilidades evidentes de la Generalitat, debemos considerar las de una oposición dispuesta a transformarlo todo en arma electoral.
En este contexto se puede comprender, aunque no justificar, la tardanza en abordar los pertinentes procesos de negociación con las diversas partes implicadas en posibles soluciones. Emergen incluso responsabilidades del Gobierno central y de Gobiernos autónomos, como el de Aragón y el de Navarra, a la hora de asumir los caudales ambientales mínimos en el Delta que los expertos propusieron hace ya tiempo. Ello exige, de una vez por todas, redimensionar las pretensiones insostenibles de nuevos regadíos en estas comunidades, e incluso en Cataluña, donde la Generalitat sigue promoviendo enormes superficies de nuevos regadíos. Mientras esto no quede claro, cualquier propuesta de trasvases desde la Cuenca del Ebro contará, y con razón, con una fuerte oposición, cuando menos en el Delta.
Se dice que no hay mal que por bien no venga. Esperemos que así sea y que este mal trago nos lleve a organizar adecuadamente nuestra inteligencia colectiva frente al cambio climático.
Pedro Arrojo Agudo pertenece al Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza.
Fuina -
He tenido que leer siete veces el artículo, pincharme a ver si era que lo estaba soñando.... Enfín, no sé que pensar. Si, bueno,yo si que tengo claras las cosas y Periquito supongo que también,en el fondo a el le gusta estar en el ajo, a la sombra del poder, aparecer como el rebelde oficial, pero dentro de lo políticamente correcto.
Me parece una tomadura de pelo tremenda estas declaraciones y esta toma de postura de Periquito, pues yo me había creído lo de NUEVA CULTURA DEL AGUA, y en esas palabras creía percibir que se planteaban cuestiones profundas de uso del escaso bien que es el agua, pero veo que era una PANTALLA PUBLICITARIA, un eslogan comercial nada más, que en vez de productos se venden personas y, como se han vendido bien (nos han dado el pego a muchos) los recompensan con el premio VENDOR al mejor vendedor, perdon era el premio GOLDMAN
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Carmencita Descalza -