APUDEPA presenta al Gobierno de Aragón una propuesta global y exhaustiva para la protección de los cines históricos de Zaragoza
Esta fotografía aérea muestra la indisociable unidad arquitectónica del conjunto de los Cines Rex y Palafox. La Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés, APUDEPA, ha venido elaborando en los últimos meses un informe global y exhaustivo para solicitar la catalogación de los cines históricos de Zaragoza que, finalmente, presentó ayer ante la Diputación General de Aragón.
APUDEPA ha constatado que, en la actualidad, los cines zaragozanos, de importantísima tradición arquitectónica y artística, gozan de una escasa consideración por parte de las administraciones públicas. Las únicas protecciones de los cines de la ciudad son las otorgadas por el Plan General de Ordenación Urbana a los cines Fleta, Eliseos, Coliseo y Goya. Los cuatro forman parte del Catálogo del Patrimonio Cultural Aragonés en virtud de lo dispuesto por el artículo 44 de la Ley de Patrimonio Cultural Aragonés. Hemos conocido hoy, además, la iniciación del expediente para la protección del Cine Palafox, que es manifiestamente mejorable por estar inexplicablemente restringido a la sala y a los accesos, ignorando la importancia global de la operación urbana de los cines Palafox y Rex. APUDEPA considera, además, que los Cines Eliseos, Palafox y Goya, por su extraordinaria importancia para la historia del cine y de su exhibición en Aragón merecen la más alta catalogación, por lo que la Asociación propone su declaración como Bien de Interés Cultural que, esta sí, superaría la protección actual municipal.
Los edificios de los cines Coliseo y Gran Vía se encuentran ya protegidos por el Plan General de Ordenación Urbana y, como se ha dicho, se consideran así Bienes Catalogados del Patrimonio Cultural Aragonés. Se ha considerado oportuno incluirlos en esta solicitud, de todos modos, atendiendo a su carácter global y exhaustivo.
Zaragoza es una ciudad de larga y productiva relación con el cine. A las puertas del Pilar se filmó la primera película española, en 1896. Desde entonces la ciudad se ha dotado de numerosas salas, combinadas a veces con más amplios programas de actividades. Grandes cines que figuran, por méritos propios, entre los mejores de España: el Palafox y el Rex, el Fleta, el Coliseo, el Dorado, el Don Quijote… Junto a estas salas, otras más pequeñas de barrio y reestreno que, pese a su modestia, juegan un papel capital en la difusión masiva de la nueva imagen: el Torrero, el Oliver, el Roxy, el Venecia, el Madrid… El último cuarto del siglo XX trajo, sin embargo, nuevos métodos de explotación, más rentables, que produjeron una arquitectura menos sutil y específica que presenta también interés en algunas ocasiones. Pero esa época dorada, ese protagonismo totalizador, se llevó consigo una arquitectura que, sin embargo, es hoy testimonio de una esencia ya pasada. De ahí la enorme importancia de, acabado el siglo, proteger las pocas arquitecturas que nos informan y todavía nos sirven. Zaragoza posee un importante patrimonio del cine que no se agota en la misma arquitectura, sino que se prolonga en la actividad. La relación entre el cine y la arquitectura en el Palafox, en el Eliseos o en el Goya es un lujo que la ciudad debe mimar porque son arquitecturas que ya no volverán. En otros casos, se trata de instalaciones fácilmente adaptables a nuevos usos y actividades culturales.
Lamentablemente, Zaragoza ha sufrido pérdidas irreparables, auspiciadas por la irresponsabilidad de las administraciones públicas: el Dorado, el Circo, el Avenida, el Palacios, el Actualidades, el Alambra, el Frontón, el Argensola, el Monumental, el Aragón, el Coso…
Se trata, precisamente, de que este maltrato no se cebe también con el resto de cines de la ciudad, alguno de los cuales permanece en el olvido pese a su innegable atractivo, como el Cine Latino o el Cine Torrero.
Se exceptúan de la lista dos grandes escenarios de la capital, edificios de enorme valor cultural y arquitectónico: el Teatro Principal y el Teatro Fleta, que, mereciendo la catalogación de Bien de Interés Cultural, poseen la excepcionalidad de ser, además de cine en el caso del Fleta, grandes escenarios para el teatro, la música y la danza. Se trata de edificios protegidos por el Plan General de Ordenación Urbana y considerados Bienes Catalogados del Patrimonio Cultural Aragonés. En el caso del Fleta se considera, además, que puede ser oportuno que la catalogación se dé una vez finalizadas las obras de “rehabilitación” en curso, siendo que, si no lo considerara así, la administración puede comenzar los trámites de oficio.
APUDEPA desconoce en algunos casos el estado actual concreto de las instalaciones, por no ser accesibles a los particulares. Consideramos, por ello, que debe de ser la administración la que evalúe el estado y el interés de los diferentes inmuebles, que en algunos casos pueden estar incluso desaparecidos.
APUDEPA, 4 de julio de 2008
3 comentarios
Antonio Saz -
Curiosa -
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