Perdiendo memoria

En APUDEPA estamos realmente consternados con el derrumbe del Archivo de la Ciudad de Colonia. Además de las tragedias personales que ha causado, circunscritas al ámbito de lo íntimo, la pérdida del legado documental de la región de Renania es una de las mayores tragedias culturales de los últimos años. Ya nos hemos hecho eco en este Blog en alguna ocasión de las terribles consecuencias de la invasión de Irak para alguno de los más importantes fondos culturales del mundo (museos, archivos y bibliotecas nacionales de Bagdad, yacimientos arqueológicos, Babilonia…) o del régimen talibán que dinamitó los Budas de Afganistán.

A menor escala, estos días hemos asistido a la pérdida del Teatro Princesa, en Valencia, un inmueble que estaba pidiendo a gritos que alguien lo quemara (es un decir, claro) para que cesara así la desidia y el maltrato a los que los propietarios y las administraciones le estaban sometiendo. Nos encontramos ante un caso que nos recuerda al del frontón Beti Jai, en Madrid, que hemos tratado en este Blog en alguna ocasión. Sería interesante comprobar cuáles han sido las causas del fuego, qué medidas que no se han tomado podrían haberse tomado y qué va a pasar ahora con tan apetitoso solar en el centro de Valencia. Por de pronto sabemos que la SGAE andaba tras el teatro…

Volviendo al caso del Archivo de Colonia, con el derrumbe hemos perdido (sobre todo Colonia y Renania pero también Europa y el mundo) una parte ya irrecuperable de nuestro pasado. Todo parece indicar que el colapso fue causado por las obras del metro en la ciudad, que ya habían provocado inquietantes agrietamientos, puestos en conocimiento de las autoridades. Esto nos reafirma en que las grandes obras tienen algo de imprevisible que, por muy amplios e importantes que sean los estudios, aconseja extremar la prudencia, máxime con aquello que afecta a la vida de las personas y con los hitos culturales de un pueblo.

El pasado ya no es el mismo con este derrumbe. Se da la extraña circunstancia de que las obras de un metro en Colonia han conseguido  paradójicamente cambiar el pasado del mundo de forma insospechable.