No eran molinos, eran gigantes
Foto Lygeum. La Pantoja aragonesa ha “caído” al fin. Y con ella, Cachuli y el resto. Como sabrán, la alcaldesa de La Muela, María Victoria Pinilla, ha sido detenida esta mañana acusada al parecer de delitos de corrupción urbanística, cohecho y blanqueo de capital. Decimos “al parecer” porque no se ha levantado el secreto de sumario y tendremos que ir viendo.
Que el crecimiento desmesurado de La Muela escondía malos olores y basura bajo la alfombra era algo que sospechábamos todos. “Ningún río crece con agua clara” dicen personas sabias. Era evidente, como también son evidentes las irregularidades en la Plataforma Logística de Mallén o en muchos otros pueblos del área metropolitana de Zaragoza o del Pirineo. Pero tiene que ser la Justicia la que vaya aclarando según que cosas porque, por fortuna, España es un Estado de Derecho.
Ahora bien, que la corrupción es cosa generalizada en nuestro país y que la principal raíz es la urbanística, que engordando y expandiéndose está resquebrajando el suelo como pocas veces se había visto antes en tiempos de “no guerra”, es evidente aún sin que se pronuncie la Justicia. Que la mayoría de las administraciones públicas están inmersas en procesos corruptos (en distintos grados), también. Que una gran parte de los políticos están metidos hasta el cuezo, por acción o por omisión, también. Cuando se dice esto, que no es muy popular, siempre aparece alguien alertando del peligro de “desprestigiar las instituciones democráticos” tomando por ataque a la “democracia” lo que no es más que un ataque rotundo y firme a la corrupción que, precisamente, desnaturaliza la democracia y la prostituye.
Los hechos son lo que son y desde APUDEPA podemos y debemos afirmar que sin la complicidad corrupta y directa de la mayoría política de España el país no se encontraría en la insostenible situación actual, económica, urbanística, cultural, medioambiental. La corrupción es en ocasiones sutil y de fronteras difusas. A pequeña escala, a gran escala, se reparte en férreas cadenas de culpa, en intrincados entramados sin principio ni final que dificultan que la Justicia actúe aislada y concretamente.
También es interesante ver que las operaciones de la Pantoja aragonesa (y el símil no es más que por lo bien que canta) se teñían siempre de un poso cultural, generalmente vacío, concretado en una construcción sin más. Así el Museo del Viento, el Museo de la Vida, el Auditorio, la rehabilitación del Ayuntamiento. Por cierto, que las cuatro obras las proyectó casualmente la misma persona, Joaquín Sicilia, arquitecto al que se le adjudicó extrañamente la Escuela de Artes de Zaragoza contra el criterio de los técnicos por parte del Departamento que dirige Juan José Vázquez, marido a su vez de Chus Tudelilla que ¡oh Dios! dirigió el Museo del Viento de La Muela. Y esto no es baladí porque, en palabras de Tudelilla ante María Victoria Pinilla durante la inauguración del edificio, el Museo servía para “visualizar” el progreso de La Muela: “el progreso de La Muela está en el viento, que aunque es invisible, sus efectos no lo son”. Como si los molinitos se vieran poco…
El caso de la Plataforma Logística de Mallén es de manual, pero hasta donde sabemos, el caso todavía no ha sido llevado a la Justicia. El ayuntamiento compra unos terrenos que vende después mucho más caros mediando de por medio una sociedad de la que es administrador el propio alcalde. Pero no sólo eso: es que el alcalde cobra como asesor de urbanismo del Departamento de Obras Públicas de Javier Velasco. Pero ¿ha pasado algo? ¿ha dimitido el alcalde? ¿ha sido cesado como asesor? ¿ha sido desautorizado por el PSOE? Pues no. Pero no sólo eso: el presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, Javier Lambán, utilizó la Guerra Civil española para eludir las responsabilidades del alcalde y del partido, comparando las denuncias de corrupción con los fusilamientos de republicanos. Fue, a nuestro modo de ver, uno de los discursos más repugnantes y asquerosos que recordamos en los últimos tiempos.
Y hablando de Javier Velasco, el anterior Consejero de Urbanismo que cometió las irregularidades de la Estación de Canfranc ¿recuerdan el pacto por el que el PSOE, contra el criterio de la agrupación local del pueblo, fichó a Fernando Sánchez como candidato a la alcaldía de Canfranc? Pues nuestras sospechas se han visto confirmadas al conocer que el alcalde de Canfranc ha sido contratado también como asesor de urbanismo por el actual Consejero del ramo, Alfonso Vicente y por el Viceconsejero Carlos Esco, presidente del Consorcio promotor Canfranc 2000, marido de Eva Almunia, jefa de Juan José Vázquez (ya no seguimos). ¿Y cuáles eran nuestras sospechas? Pues lo decimos claramente: que para el Gobierno y para el PSOE la alcaldía de Canfranc no era una más, era un feudo fundamental por la operación inmobiliaria y constructora que se prevé, y por las irregularidades que desembocaron finalmente en la sentencia que dio la razón a APUDEPA en el conflicto de las obras de la Estación Internacional.
¿Y qué más? Pues seguimos con los asesores porque, además del alcalde de Mallén y del alcalde de Canfranc, otra alcaldesa socialista es asesora del Gobierno de Aragón: Lorena Canales que ¿recuerdan? junto a Encarna Mihi (que es presidenta de una Asociación de Vecinos de Zaragoza que forma parte de la “prudente” FABZ y exdiputada del PSOE) hacía trabajos orales para el Consejero… ¡Javier Velasco! Pues pasada la marejada allí sigue, en su puesto. Lo más grave es que la Intervención municipal de Sariñena ha detectado que la alcaldesa Canales recibió una subvención que concedió directamente el Departamento de… ¡Javier Velasco! por unas obras que finalmente no se ejecutaron (la adecuación del entorno de una ermita) pese a que la subvención era obviamente finalista. ¿Para dónde ha ido el dinero, pues?
Y para acabar por ahora el capítulo de alcaldadas (y no por usar este términos son más graciosas y menos graves) citaremos a la exalcaldesa de Tarazona, también del PSOE, que está involucrada en un caso de irregularidades urbanísticas y que ahora ha vuelto a salir a la luz al saber que pagó a una empresa ¡1000 euros! para que le hicieran un discurso que leyó con motivo de un acto en la Diputación Provincial de Zaragoza. ¿Les parece a ustedes normal? Pues aquí paz y después gloria. Menos mal que de vez en cuando viene un juez y decapita, al menos, la punta del iceberg.
Muchas personas (en proporción, no tantas) denunciamos todo esto contra corriente. Y muchas veces nos dicen que luchamos contra molinos de viento, alucinaciones nuestras. Muchas eran las voces que alertaban de lo que estaba ocurriendo en La Muela. Y esta vez, al menos, parece que se confirma: no eran molinos, eran gigantes.
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