1 de Mayo: huellas jacobeas en Zaragoza
Iglesia de Santiago Apósotol de Zaragoza. Foto Apudepa.
He salido sin saber bien el rumbo que iba a tomar pero pronto me decidí pasar por la iglesia de Santiago, antigua de San Idelfonso de padres dominicos. Necesitaba solicitar un permiso al párroco. Buscaba “huellas” del apóstol y las encontré, claro que las encontré, dado que esta iglesia barroca del siglo XVII heredó el ajuar del templo románico que llevaba su nombre y que acabó derribándose en la calle homónima, esquina con D. Jaime o San Gil. No sé si saben que en Apudepa trabajamos por la recuperación del camino jacobeo del Ebro y formamos parte de la asociación AJEBRO (Asociación Jacobea del Ebro).
Me ha gustado mucho el templo. Lo he disfrutado. Restaurado en su interior no hace mucho tiempo, me ha encantado el ambiente que se le ha logrado dar al recinto obviando la excesiva suciedad propia del paso del tiempo pero alcanzando ese equilibrio sabio de una restauración sutil y tenue, compromiso equilibrado entre el pasado y el presente. La luz del mediodía facilita la comprensión del espacio.
La intervención no era fácil, no, porque no era solo una cuestión de recuperar superficies lisas de paramentos y bóvedas, sino también yeserías, algunas policromadas, y frescos que aparecieron en la restauración tras las capas de pinturas. El restaurador, y artista, Vicente Gómez, de Híjar, que también acaba de restaurar muy bien la capilla de las Heroínas de Zaragoza en la iglesia del Portillo, se encargó de todo ello hace cosa de unos tres años. Les sugiero una visita porque les gustará esa sinfonía rotunda de yeserías barrocas y formas vegetales y mudejarizantes, localizadas a una altura que impresionan y unos frescos de tonos apastelados recuperados entre pilares y bocas de capilla. Una delicia para la vista. No se lo pierdan, la iglesia está abierta muchas horas al día y uno puede deambular sin que moleste a nadie.
Bellísima una virgen gótica policromada que está en el crucero, a la izquierda, mirando hacia el altar, es de gran tamaño y material probablemente piedra o mármol. El párroco me ha “confirmado” que es la Nª Sª del Pilar porque está sobre una columna, presidiendo su retablo, pero personalmente no creo que esa sea su devoción de origen porque no corresponde a ninguna de las dos iconografías que la del Pilar mantuvo hasta más o menos 1600, es decir, una responde a la imagen de la Santa Capilla y la otra también lleva Niño y se apoya sobre la columna pero no tiene manto acampanado que la cubra y otra diferencia es el brazo derecho extendido y hacia abajo como si quisiera señalar la columna.
De ésta última conocemos algunoas figuras del siglo XVI y hoy he tenido la suerte de ver en la sacristía de este templo un ejemplar, para restaurar, con esta segunda iconografía que les acabo de comentar, acompañada por ángeles músicos, el apóstol Santiago y los Convertidos. Es un tema apasionante que aquí debería generar debate.
En la capilla siguiente está la que yo pensaba es la imagen de la Virgen del Pilar, al estilo de la de la Santa Capilla, pero con el faldón muy subido como Arturo Ansón nos contó en la iglesia de Bureta que se exponían hasta mediados del siglo XVIII cuando el arquitecto Ventura Rodríguez decidió bajarle el manto. El párroco me ha dicho que no, que es la de Sancho Abarca de Tauste, así que ya ven que desencuentros tan “divinos” como apasionantes así que no les extrañará que les diga que ahora me entran ganas de ir a Tauste, Cinco Villas, al santuario que lleva su nombre para averiguar por qué son tan parecidas.
Y acabo. Dice una Guía de Zaragoza de 1860 que “esta iglesia posee el báculo que, se cree trajo el apóstol y era su apoyo en la peregrinación: es una pértiga de hierro, de unos doce palmas,forrada de plata, con su contera del mismo metal”. Era lo que al principio es dije que iba buscando: las huellas del apóstol. El lunes he quedado con el rector de la iglesia y la fotografío. A mediados de mayo pienso acercarme a Tarragona a una reunión de estudios jacobeos. Les voy a mostrar las huellas... ¿no es divertido y apasionane?
3 comentarios
Blog de Apudepa -
Vicente Gómez -
Las yeserías son fantásticas de una factura fresca y magistral. Hubo muchas sorpresas como el descubrimiento de la decoración en pintura mural, que le aporta una atmosfera especial. En el retablo mayor por detras había unos cuartitos secretos y olvidados donde algún día se habían guardado relicarios y otras piezas.En los muros en las zonas bajas hay las típicas marcas que hace la gente para contar los días (posiblemente de cuando fue hospital en las diferentes guerras) Recordar que el aledaño convento de dominicos fue hasta los años 60 el Hospital Militar.
En fin un mundo apasionante.
Carmencita Descalza -