Apudepa y la Plataforma Salvemos Averly en el Pleno del Ayuntamiento del 31 de octubre
APUDEPA Y LA PLATAFORMA SALVEMOS AVERLY ANTE EL PLENO DEL AYUNTAMIENTO
SOLICITAN QUE RETIREN DEL ORDEN DEL DÍA LA PROPUESTA DEL AYUNTAMIENTO:
“No iniciar las actuaciones tendentes a la ampliación de la catalogación a los edificios de talleres de carpintería y fundición y de la nave de modelos y cobertizos de la factoría Averly como monumento de interés local”.
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Gracias, señor Alcalde.
Señor Alcalde, señoras y señores concejales:
Me dirijo a ustedes en representación de la Asociación de Vecinos de Las Delicias, Manuel Viola, para trasladarles una petición en nombre de Salvemos Averly, plataforma ciudadana conformada por diversas asociaciones de vecinos y de defensa del patrimonio, y colectivos y personas luchadoras por el bien común y el interés general.
Les pedimos que, atendiendo a las consideraciones que seguidamente voy a exponerles, retiren del Orden del Día el punto 14, en el que literalmente se propone “No iniciar las actuaciones tendentes a la ampliación de la catalogación a los edificios de talleres de carpintería y fundición y de la nave de modelos y cobertizos de la factoría Averly como monumento de interés local”.
Esta propuesta de acuerdo es consecuencia de una solicitud presentada por Apudepa, para la declaracióncomo Monumentos de Interés Local de dichos inmuebles, y de otra solicitud presentada por la Asociación para modificar el Catálogo de Edificios de Interés para la inclusión del conjunto de Averly.
En representación de la plataforma Salvemos Averly, y si me lo permiten, también como presidente de Apudepa y representante legal de esta Institución consultiva del patrimonio cultural aragonés (que lo es en virtud de la Leyde Patrimonio)les transmito que tanto el acuerdo que se somete a votación como el expediente del que dimana contienen errores insalvables que hacen necesaria la retirada del Orden del día, con el fin, al menos, de que los miembros del pleno puedan estudiar las siguientes consideraciones.
Obsérvese, en primer lugar, que el objeto de las dos peticiones que rechaza la propuesta de acuerdo es diferente. La primera se refiere a edificios situados fuera de cualquier recinto catalogado, sobre los que la Comunidad Autónoma no ha iniciado actuaciones tendentes a su protección, mientras que la segunda petición se refiere a un Conjunto Histórico parcialmente protegido como Bien Catalogado. En el texto del acuerdo radica el primer error, pues el punto dos, referente a la segunda solicitud, rechaza la catalogación de los talleres objeto de la primera, y no del conjunto objeto de la segunda. Se trata de un error formal que, por sí mismo, debería causar la devolución del expediente para que se le dé una forma correcta.
La propuesta de acuerdo reproduce un error todavía más grave, al justificar la no iniciación del expediente porque la “pretensión final es la catalogación de toda la factoría como Bien de Interés Cultural, cuestión esta que, además de ser competencia de la Comunidad Autónoma, se encuentra, en estos momentos, en sede jurisdiccional”. Es radicalmente falso que el objeto de la pretensión final de la solicitud de Apudepa que ha dado origen a este procedimiento sea la declaración como BIC. La pretensión final de la solicitud no es otra que la formulada: la declaración como Monumentos de Interés Local de los talleres no protegidos de Averly. Que constatemos que la declaración posterior de Bien de Interés Local prevalecería sobre la de Monumento de Interés Local no significa en absoluto, tal y como erróneamente figura en el expediente,que el rechazo de la Diputación General a la declaración como BIC conlleve el rechazo por el ayuntamiento de la declaración de Monumento de Interés Local. El señor Pérez Anadón declaró la semana pasada que la catalogación "corresponde a la Comunidad Autónoma ", quela declaración como Monumento de Interés Local "se entiende para preservar un bien hasta que se pronuncie la Administración competente" y que el ayuntamiento “no puede aceptar la pretensión de Apudepa dado que la competencia es autonómica, no municipal”.
Pero lo que la figura del Monumento de Interés Local protege, como su propio nombre indica, no es la relevancia autonómica (qué si valora la Diputación General) sino la relevancia local del bien. Y esa solo corresponde valorarla al Ayuntamiento, en virtud del artículo 25 de la Ley de Patrimonio. Bien de Interés Cultural y Monumento de Interés Local son dos instrumentos independientes que corresponden a dos administraciones diferentes.
Multitud de municipios han declarado Monumentos de Interés Local que ni han sido ni probablemente vayan a ser declarados BIC.
En el ámbito de Zaragoza, ustedes son los únicos con competencias para decidir sobre el interés local de los bienes deAverly. Si están en contra de la protección de Averly, si están a favor de la destrucción de la máxima joya del patrimonio industrial aragonés, si quieren permitir la pérdida de uno de los 100 bienes principales del patrimonio industrial español, según el Plan Nacional, sean al menos valientes y voten eso, voten que los bienes de Averly cuya protección se solicita no tienen relevancia local, ni siquiera en el grado ambiental. Pero honestamente. Sin subterfugios absurdos que no consiguen engañar a nadie. Porque parece que el Gobierno de Zaragoza trata de esconderse detrás de mamá, detrás de mamá Comunidad Autónoma, para evitar enfrentarse a la cuestión.
Otro punto fundamental es que el artículo 25 de la Ley atribuye al pleno la competencia para decidir sobre “la declaración de los Monumentos de Interés Local”. Pero parece que el expediente municipal olvida que dicho precepto añade seguidamente que eso será “previo informe favorable” de la Comisión Municipal de Patrimonio. El acuerdo que figura en el Orden del Día se trae al pleno sin que exista ningún informe de dicha Comisión porque, pese a las insistentes peticiones por escrito, la Gerencia de Urbanismo se ha negado a convocarla.
Dicho esto en relación con la primera solicitud, conviene señalar también los errores que afectan al punto que rechaza la segunda petición, relativa a la inclusión del conjunto de Averly en el Catálogo de Edificios de Interés. El Ayuntamiento tiene plenas competencias, conforme dicta el Plan General de Ordenación Urbana de Zaragoza y la Ley de Urbanismo, para la catalogación urbanística de los bienes de relevancia municipal. El señor Pérez Anadón manifestó la semana pasada que el ayuntamiento no es "quién para aumentar la catalogación". Ustedes saben perfectamente (quiero creerlo) que es el ayuntamiento el competente para la inclusión en el Catálogo de Edificios de Interés de los conjuntos de interés municipal. Señoras y señores. Hace apenas unos minutos ustedes mismos han acordado incluir en el Catálogo de Edificios de Interés el conjunto del Lugarico de Cerdán. ¿Y saben qué dice la Diputación General sobre la consideración del Lugarico de Cerdán comoBIC? Que no.
¿Por qué el Lugarico de Cerdán sí, y Averly, que tiene relevancia nacional e internacional no? Porque el Lugarico de Cerdán no lo ha comprado una promotora inmobiliaria, tal vez.
Vayamos, para concluir, a un punto capital. ¿Qué respondió el servicio municipal de patrimonio en su informe de noviembre de 2013, cuando ya se conocía la decisión del Gobierno sobre Averly? Que informaba favorablemente la toma en consideración de las dos solicitudes de Apudepa. La Gerencia de Urbanismo no quedó satisfecha y solicitó otro informe complementario, esta vez sometiendo a la consideración del servicio la Orden de catalogación de la Diputación General. Gerencia ha pretendido hacer creer que ese informe posterior (en otro momento tal vez haya que comentar algo sobre ello) rectificaba el inicial. Pero no. El servicio de Patrimonio dijo en ese segundo informe que, desde el punto de vista de las competencias del ayuntamiento “no procede objeción alguna a lo acordado por el órgano autonómico”. “Lo acordado por el órgano autonómico” se circunscribe al ámbito de las competencias autonómicas, que son diferentes a las municipales. Supongo que saben que existen más de 1000 bienes protegidos municipalmente que, sin embargo, no tienen relevancia para el Gobierno. El servicio de patrimonio, en consecuencia, no ha retirado su posición favorable a la toma en consideración de la catalogación municipal de los bienes de Averly. Lo que ha hecho, y resulta obvio, es informar que el ayuntamiento no tiene nada que objetar a lo que el Gobierno ha decidido en su propio procedimiento y en uso de sus competencias.
Señoras y señores concejales: El reglamento orgánico municipal, en su artículo 88, autoriza la retirada, antes de iniciar la votación, de los expedientes incluidos en el orden del día para incorporar al mismo documentos o informes. Nosotros les rogamos que hagan uso de ese artículo para que se incorporen los informes precisos para que ustedes puedan decidirsobre el interés local del bien. ¿Cómo es posible que en el expediente no obre ningún documento sobre la relevancia local del bien cuya protección se pretende? Nuestra petición es de mínimos: requieran esos informes y, a la luz de los mismos, tomen la decisión oportuna.
Antes de votar contra una protección local que evitaría la destrucción de la gran joya del patrimonio metalmecánico español, antes de votar contra el criterio del Instituto del Patrimonio Cultural de España, de la Real Academia de Ingeniería, del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, de Apudepa, de TiCCIH-España, de la Fundación Juanelo Turriano, de multitud de asociaciones sectoriales de patrimonio y de la opinión unánime de la comunidad científica, requieran por lo menos el obligado informe técnico patrimonial.
Denegando la protección municipal el ayuntamiento se hace tan culpable del derribo de Averly como la Diputación General. No hagan ustedes eso contra los vecinos de Zaragoza, y especialmente contra los vecinos de Delicias y del Casco Histórico, que vienen reclamando con insistencia urgentes soluciones a la saturación de sus barrios, que quieren equipamientos públicos que mejoren su calidad de vida. Que quieren zonas verdes y no más viviendas. Que quieren dignidad. Porque en definitiva se trata de una cuestión de dignidad. Dignidad urbana, dignidad ciudadana, dignidad vecinal, dignidad social. No tenemos ahora tiempo de exponer hasta qué punto se mueven los hilos para que la maquinaria burocrática responda a unos intereses determinados. Pero en este momento de descrédito de la política y de las instituciones les pedimos que estén ustedes a la altura de las circunstancias. Muchas gracias.
Zaragoza, viernes, día 31 de octubre, 2014
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