APUDEPA toma la iniciativa ante la desidia institucional por Goya y presenta en la Diputación General sendas instancias para la protección de sus casas en Zaragoza
Habiendo conocido el lamentable estado de conservación (ver artículo de Mariano García en Heraldo de Aragón), y la nula protección legal, de la casa que Goya habitó en el número 4 de la plaza de San Miguel en Zaragoza (tal y como reveló el estudio de José Luis Ona), la Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés, APUDEPA, ha considerado imprescindible solicitar, de manera oficial, a la Diputación General de Aragón, la declaración como Bien de Interés Cultural del inmueble, así como de los restos arqueológicos de la casa familiar, hoy desaparecida, radicada en la actual calle Teniente Coronel Valenzuela.
En momentos en que se reclama impulsar la memoria de Goya en Aragón, resulta del todo paradójico y lamentable que los restos materiales que testimonian la vida de Goya en Zaragoza pasen totalmente desapercibidos al ciudadano y al visitante, y se encuentren desprotegidos pese a tratarse de interesantes inmuebles de época “precontemporánea”. Para ello, junto a la protección legal, APUDEPA solicita el conveniente señalamiento y adecuación de los inmuebles.
APUDEPA considera que la falta de catalogación de dichos inmuebles (s.XVIII) viene a constatar el déficit de protección del patrimonio cultural aragonés y la dejación de los poderes públicos en su salvaguarda, conocimiento y difusión.
Hay que destacar la importancia arquitectónica e histórica del edificio sito en el número 4 de la plaza de San Miguel. Efectivamente, el edificio presenta el interés incuestionable de haber llegado hasta nuestros días como muestra relativamente poco alterada de la arquitectura tradicional zaragozana de época moderna, debiéndose destacar que la casa se encontraba ya en pie en la segunda mitad del siglo XVIII, a tenor de los datos disponibles. Es, pues, ejemplo prototípico de la arquitectura popular zaragozana, tal y como muestra el plano de la reforma del edificio colindante, reformado por José de Yarza, en que se presenta el edificio (actual nº5 de la Plaza de San Miguel) con las mismas características que el inmueble objeto del presente escrito. Si el nº5 presenta el indudable interés de la reforma llevada a cabo por José de Yarza Echenique a principios del siglo XX, el nº4 posee el valor de haber llegado hasta nuestros días sin alteraciones profundas, significándose de este modo como documento histórico arquitectónico en relación con su tipología y su construcción.
El edificio presenta fachada enlucida, si bien puede suponerse su fábrica de ladrillo. De composición sencilla y funcional, sus vanos adintelados se ordenan en dos ejes correspondientes a las dos crujías perpendiculares al plano de fachada. El edificio posee planta baja más tres plantas, de la cual la tercera puede deberse a una reforma del tradicional piso bajo cubierta. Su configuración interior parece sencilla, con caja de escaleras en el centro de la crujía izquierda y patio de luces al fondo (según plano parcelario de Dionisio Casañal) presentando el indudable interés de constituir una muestra tipológica relativamente fiel de la arquitectura tradicional de la época.
Francisco de Goya, genial pintor aragonés, fue el único de sus hermanos que no nació en Zaragoza, sino en Fuendetodos. Pese a este hecho circunstancial, hoy es conocido (merced a los estudios de José Luis Ona y de Arturo Ansón, entre otros) que la infancia y juventud del pintor discurrieron en Zaragoza, junto a su familia, que habitó diferentes casas en la ciudad. Quizás la más importante, la familiar, fue derribada en 1946, en uno de los tan frecuentes y lamentables gestos gubernamentales de desprecio a la ciudad y al patrimonio. Del inmueble, sin embargo, se conservan restos arqueológicos (los cimientos, restos de muros y quizás algún resto mayor como bodegas), tal y como quedó constatado al realizarse en 2000 obras para la instalación de la red de cable en Zaragoza (ver artículo de Juan Domínguez Lasierra en Heraldo de Aragón, 15 de agosto de 2000).
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