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El riesgo en el patrimonio cultural, apuntes rápidos y propuestas al hilo de la actualidad

El riesgo en el patrimonio cultural, apuntes rápidos y propuestas al hilo de la actualidad

Fotografía AFP Photo. Un terremoto de magnitud 6,3 en la escala de Richter ha sacudido hoy la región de Abruzzo, en el centro de Italia. Como siempre, los fenómenos naturales dejan como consecuencia peor y más triste la muerte de personas, las tragedias familiares y las importantes secuelas físicas y síquicas de personas afectadas. Como no estamos totalmente seguros de que expresar aquí nuestra solidaridad sea un gesto vacío e inútil, lo hacemos en consecuencia.

En relación con el patrimonio cultural los daños han sido también importantes. Y al lamento queremos añadir aquí algunos pensamientos en relación con los riesgos del patrimonio cultural (entre los que los fenómenos naturales ocupan un lugar destacado, junto con otros) y con la situación actual de protección y prevención.

La imagen que acompaña estas líneas corresponde a la catedral de L’Aquila, la capital de la provincia homónima y del conjunto de la región. Como ven, se trata de un templo barroco que ha sufrido, al menos en su cúpula, los efectos del seísmo. Corresponde ahora analizar concienzudamente los efectos y las consecuencias sobre el patrimonio cultural de la región y hacer un esfuerzo por aprender de lo sucedido en aras de mejorar la protección y la prevención en el futuro.

Italia es precisamente pionera en materia de protección y prevención del patrimonio cultural. Es oportuno traer aquí la existencia de un tipo de documento, por decirlo así, promovido por Italia en relación con el patrimonio, las “Cartas del Riesgo del Patrimonio Cultural”, documento que parte de conceptos acuñados por el Istituto Centrale per il Restauro (ICR, desde 2007 Istituto Superiore per la Conservazione ed il Restauro) que tan amplio e importante papel ha desarrollado en el estudio del patrimonio cultural en el siglo XX, desde que fuera fundado en 1939 por Cesare Brandi, que lo dirigiría hasta 1961 y desde el que alumbraría buena parte de la doctrina en materia de conservación y restauración de bienes culturales que se mantiene vigente en gran parte en la actualidad.

Un antecedente de las Cartas de Riesgo, como explica Pio Baldi (arquitecto director vicario del ICR) es el Plan Piloto para la conservación programada de los bienes culturales en Umbria y ya en 1983 se examinó la cuestión de la “Protección monumental del riesgo sísmico”, tras el terremoto de Irpinia de noviembre de 1980. Explica Baldi (y esto nos parece especialmente interesante, en línea con lo que defiende frecuentemente el profesor de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, José Luis González, y se ilustra también con el caso de la catedral de Notto) que en los últimos años, sin embargo, “se ha verificado la incongruencia de la aplicación en los muros de los edificios históricos de procedimientos de cálculo utilizados para prever la adecuación antisísmica de los edificios realizados con materiales modernos como el hierro y el hormigón. Así pues, para los muros antiguos, los procedimientos más actuales tienden a abandonar las intervenciones que comportan la inserción de materiales y técnicas invasoras, con modificación de la estructura portante original, y fomentan, sin embargo, el recurso a la intervención localizada, efectuada con materiales y técnicas compatibles con la tradición constructora preindustrial”.

He aquí un punto fundamental de las intervenciones sobre el patrimonio arquitectónico del que debería hablarse mucho (continuamente, en cada pueblo en que se interviene sobre un edificio histórico) y no se habla casi nada, en el caso de España, claro. Y ello teniendo presente que el riesgo sísmico no es el único ni el principal de los riesgos sobre el patrimonio cultural. El exceso de intervención, y su mala calidad, llevará a buen seguro a corto y medio plazo a situaciones dramáticas para el patrimonio cultural. La falta de mimo a las técnicas tradicionales, la aplicación indiscriminada de las técnicas de la obra nueva (únicas que, en muchos casos, el arquitecto conoce y puede, en consecuencia, utilizar), la pérdida de las características esenciales de la construcción histórica y su prostitución para el sometimiento a unos criterios de uso sobredimensionados son el "pan nuestro de cada día".

Precisamente, APUDEPA presentó la semana pasada ante las Cortes de Aragón un estudio sobre la Ley de Urbanismo de Aragón que se acompañaba de propuestas entre las que se encontraba la de añadir al Plan General de Ordenación Urbana del municipio, además de una carta arqueológica y un documentado catálogo de bienes culturales, una “Carta Municipal del Riesgo del Patrimonio Cultural” que fuera capaz de programar a nivel municipal las actuaciones sobre el patrimonio, y prever y afrontar los riesgos que corre, sin perjuicio de su coordinación con programaciones destinadas a un marco territorial mayor. 

La actualidad nos hace insistir, lamentablemente, en esta necesidad y nos anima a divulgar algunos pensamientos en relación con tan importantes temas, en los que Italia es siempre, claro, un referente principal.

 

Entendemos que puede ser de su interés consultar este informe parcial de tesis doctoral sobre el uso de hormigón armado en restauración en España,  desde 1980 a 1995, dando como resultado que en intervenciones estructurales el 92% de las intervenciones se hicieron con hormigón armado y solo el 8% con materiales tradicionales. Se está demostrando que el uso del hormigón es enormemente dañino para las estructuras históricas  como pasó en la ya citada catedral de Noto y en la Basílica de San Francisco en Asís. Por lo que respecta a Aragón este estudio recoge que el hormigón armado utilizado de forma oculta se usó en la torre de Santa María de Tauste (Cinco Villas, Zaragoza).

 

4 comentarios

Marianin -

Muy didáctico e instructivo. Da para un largo pensamiento.
Gracias

Desde el Blog de APUDEPA -

Estimado Marcial:

Tendríamos que tener mucha más información para manifestarnos al respecto. Es una intervención que invita al debate. A algunos socios nos parece mal a otros no nos lo parece tanto. Habría que ver cómo se ha valorado la introducción del hormigón, si se han tomado las medidas suficientes, si se ha conservado el muro original... Cuando se utiliza el hormigón, de todos modos, es preferible a nuestro juicio que este se manifieste como tal. Pero el tema da para el debate...

Marcial -

Cómo veis la intervención en la muralla de Teruel, en el tramo que se ha restaurado junto al Acueducto de los Arcos.

Curiosa -

Sin duda interesante comentario que ilumina en la búsqueda de conocimiento sobre un tema complejo y poco debatido.