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La cultura participada (o como compatibilizar Fernando el "Catolico" con los Derechos "Umanos")

La cultura participada (o como compatibilizar Fernando el "Catolico" con los Derechos "Umanos")

Sabe Dios que en APUDEPA escribimos mucho. Y sabe también que de vez en cuando nos equivocamos porque las palabras las carga el diablo y la escritura perfecta está reservada, como debe ser, a un pequeño grupo de privilegiados. Así que cuando en los demás o en nosotros mismos observamos alguna falta, la corregimos mentalmente y comprendemos el desliz. Hecha esta reserva, conviene aclarar que es algo más serio el caso que ahora les comentamos.

Resulta que José Luis Cano, célebre y admirado dibujante, ha publicado en su Blog una carta remitida por Fernando Rivarés. No nos importa lo más mínimo lo que la carta dice sino que está escrita por el director del "Proceso de Participación del Plan Integral de Cultura de Zaragoza y para la Candidatura de Zaragoza para la Capitalidad Cultural Europea 2016”. Y que está plagada de faltas de ortografía. Tras un vistazo apuntamos que las palabras “debí”, “cargármelo”, “habré”, “pintáis”, “esté” y “discúlpame” se escriben con su respectiva tilde.

Que el director del “Plan Integral de Cultura” y de la propuesta para declarar a Zaragoza “Capital Europea de la Cultura” no escriba más o menos dignamente (siendo además que es periodista) nos llama la atención. No parece que el problema se deba a lo apresurado o lo informal del texto, pues en su mismo Blog se presenta como profesor en un Master en vez de en un Máster y tiene como primer post un escrito de 132 palabras entre las que se encuentran humoristico (por humorístico) y aqui (por aquí). Que en sus artículos de prensa se cuelen cosas como “¿y ahora que vais a hacer?” en vez de “¿y ahora qué vais a hacer?” nos eriza el vello porque nos hace preguntarnos si el corrector de El Periódico es humano o, peor, informático (word).

Y ustedes se preguntarán, de pronto: ¿Y por qué hoy esta mala leche? Al fin y al cabo del señor Rivarés no sabemos más que a buen seguro es una bella persona, un portento cultural en el Ayuntamiento de Zaragoza y que le resulta fácil criticar al PAR y un poco más difícil criticar al SOE. Pues la leche nos la ha puesto el proceso de “participación” “cultural” que dirige el señor Rivarés y que, fundamentalmente, consiste en la construcción de una marca de ciudad para posicionarse bien en términos empresariales en el panorama competitivo de los grandes eventos urbanos. Cosa que no es cultura sino marketing.

El artículo que nos da cuenta de todo esto (es divertido si uno sabe abstraerse) nos informa de una de las propuestas principales, la de nombrar a un “funcionario que gestione en positivo y desde ya todas las propuestas e iniciativas que surjen”. Sí, sí, han leído bien. No nos hace tanta gracia que el periodista escriba “surjen” en vez de “surgen” (tal vez porque la frase se atribuye al señor Rivarés, que bien pudo hablar con j en vez de con g), como que se le haga esta propuesta a una persona externa al Ayuntamiento y contratada pese a la existencia de los técnicos culturales funcionarios. Es interesante, además, que esta persona contratada sea periodista (ni siquiera “técnico”, al menos, en “cultura” o en “participación”) porque nos pone sobre la pista de lo verdaderamente importante en este caso: mostrar, transmitir, comunicar, vender, “construir identidad” (¿?).

Llegados a este punto ¿qué más nos da que el periodista escriba en su artículo “sino” por “si no” o que se escucharon “frases dilapidarias”? Aunque esto, en verdad, nos hace pensar que el corrector no es informático tampoco, sino (como mucho) tonto. Y esto en un periódico serio…

El artículo no puede tomárselo uno sino a cachondeo. Se llora con las primeras frases pero, si se salva esto, se disfruta mucho con el resto.

Sublime el uso del Erasmus para medir la multiculturalidad:

Y lo mismo sobre la fuerza que tiene Zaragoza como sitio de encuentro de las diferencias multiculturales. En este punto se recordó lo bien valorada que es la ciudad por parte de los estudiantes Erasmus.

Inenarrable la relación entre la mujer y no sé sabe qué:

No se dejó pasar por alto que falta recuperar la figura femenina, representada no tanto en una Historia escrita por hombres, como en la cultura popular y rural, que es, además, un signo propio de la identidad aragonesa.

Surrealista el encaje de la conquista de América y el exterminio indio con los Derechos Humanos (¿qué le vamos a hacer si “venden” tanto los derechos humanos como las glorias aragonesas?):

Sin embargo, quedó pendiente darle un lugar consensuado a la figura de Fernando el Católico en el imaginario de los Derechos Humanos.

Radical en sus planteamientos:

Una de las exigencias de la candidatura es que Zaragoza sea capaz de representar durante un año todas las Europas posibles.

Exquisita la apreciación final sobre el sistema de las artes:

Además, se hizo un amplio alegato a favor del rap como forma de cultura multidisciplinar, e incluso como el "arte renacentista" de los tiempos actuales.

Pues eso, que este es el rigor y la seriedad de la Capital Cultural zaragozana.

 

6 comentarios

Josita -

Por favor, que ejerza de periodista pero más despilfarros ¡¡¡no!!! Ya vale de tanto amiguismo.

GómezzZ -

¿Y si lo vuelven a nombrar asesor del Gobierno de Aragón y deja la cultura (Capital o no) en paz?

Junta de Apudepa -

Animamos a los aragoneses para que denuncien todo aquello que consideren un atropello con el patrimonio. Desde la Junta nos comprometemos a su publicación, salvo error.

Mestizo -

Zaragozanos, os recuerdo, una vez más.... "hay vida más allá de Zaragón"

Socia de Apudepa -

Buen artículo, sí señor. Rivarés forma parte de la pomada de la partidocracia que nos gobierna y, por tanto, ¿qué van a pensar ellos en el rigor y la seriedad intelectual que una capital cultural exigiría? Esto es Zaralandia o Zululandia...

Carmencita Descalza -

Pues yo hasta ahora había pasado por alto que falta recuperar la figura femenina, representada no tanto en una Historia escrita por hombres, como en la cultura popular y rural, que es, además, un signo propio de la identidad aragonesa.