APUDEPA entrega los Premios 2009
APUDEPA celebró anoche la tradicional entrega de los Premios a las Buenas y a las Malas Prácticas en Patrimonio Cultural. Reunidos en torno a la mesa de Casa Emilio, los socios y amigos de APUDEPA recompensaron el buen hacer, la generosidad, el esfuerzo y los principios de la Comunidad de Vecinos del Jardín de Ricla, un interesante asentamiento rural tradicional de los márgenes de la Ciudad de Zaragoza sobre el que pesa desde hace años la amenaza del desahucio. Sin embargo, dando ejemplo de defensa de la justicia social y del entorno natural y de sus valores culturales frente a la omnipresencia de la especulación y del ladrillo, los vecinos de Jardín de Ricla, con José Antonio Ramos a la cabeza, conseguirán (no nos cabe duda) preservar una forma diferente de vivir, no fácilmente homologable a los estándares urbanos fruto de la mercantilización del suelo que tanto agradan a las administraciones públicas y a los poderes particulares a los que sirven. La Presidenta de APUDEPA, Belén, dio comienzo a la entrega con la lectura de la decisión de APUDEPA, a lo que siguió una breve explicación de Carlos en relación con la labor de APUDEPA en el campo del urbanismo racional obediente del interés general. José Antonio dio cuenta de las vicisitudes de la lucha, mostrándose sinceramente agradecido a APUDEPA por su apoyo y comprensión y finalmente el artista Ángel Tomás explicó brevemente las características de la obra que este año constituía el Premio APUDEPA.
La cena concluyó con la entrega del Premio Tocho 2009 a las Malas Prácticas, que no fue recogido por el galardonado, Victorino Alonso de Fimbas, S.A. propietaria de la Cueva Chaves, cuyo yacimiento arqueológico (el segundo más importante de la España neolítica ha sido vilmente destrozado). Tampoco comparecieron las administraciones cultural y medioambiental que, junto al Patronato de Sierra de Guara recibieron el premio corresponsablemente. Tras eso, animado debate sobre la situación actual en relación con el patrimonio cultural, el urbanismo y el medio ambiente.
En suma, indispensable celebración: calor humano, patrimonio, reconocimiento y admiración en torno a la buena comida de la resistente Casa Emilio.
1 comentario
tomtaylorr -