Cayendo piedras. Sobre la Iglesia de Híjar y su entorno
Foto Heraldo de Aragón
La iglesia parroquial de Híjar es Bien de Interés Cultural y lleva cerrada tres años y medio por encontrarse en mal estado. Hay un proyecto de restauración que tenia dotación económica del departamento de Obras Pública del Gobierno de Aragón, pero se ha retirado recientemente por falta de presupuesto líquido. Ahora, el Ayuntamiento de la localidad está dispuesto a adelantar el dinero a fin de paliar el deterioro de este improtante templo, Monumento Nacional, y evitar el peligro que se cierne diariamente sobre las casas de los vecinos del entorno. Obras Públicas, con el Consejero Vicente a la cabeza, dice que todo dependerá del presupuesto del año que viene, que ahora no se dispone de presupuesto y que no habían valorado todavía la propuesta del Ayuntamiento de adelantar el dinero. ¿Qué les parece lo de Obras Públicas? Mientras tanto, el departamento de la consejería que dirige Vicente realiza en la ermita de San Juan Bautista de San Juan de Mozarrifar (Zaragoza) una restauración muy deficiente –chapucera– que esta asociación denunció en la correspondiente Nota de Prensa. Más de 180.000 Euros malgastados. ¡Ay, qué Gobierno!
A menudo caen piedras de la iglesia de Híjar en el entorno. ¡Y qué piedras! Vean, vean en Yotube el reportaje de Antena Aragón Tv sobre los derrumbes de la iglesia de Híjar y en TV Española en el pograma "España Directo", en donde se ve el estado de la iglesia por dentro. El tema asusta. También es de interés el reciente reportaje en Heraldo de Aragón (17/3/2011).
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Sobre la iglesia de Híjar y su entorno
Por Vicente Gómez Arbiol
Nos encontramos en el lateral Norte de la iglesia, el que más sufre las inclemencias del tiempo, además es el que más altura ha tenido que salvar con relación a la montaña donde se asienta la iglesia. Para ello se construyeron seguramente en los inicios de la construcción, allá por los comienzos del siglo XIV, unos muros de contención y nivelación del terreno donde se comenzaba a edificar lo que sería el principal templo de la villa; otra posibilidad es que estos muros fueran más antiguos y formaran parte del recinto amurallado junto con el torreón medieval.
Esta zona del pueblo tradicionalmente es llamada “El Pantarif o Pantariz”, palabra de la que desconozco su significado, pero que nos evoca sonidos de otros lenguajes y de otros tiempos: árabes, hebreos…no sé, es mi sensación. Sería interesante preguntar a algún experto (pero esto es asunto para otro momento).
Las casas crecieron bajo esta impresionante mole: colina, muros, iglesia, torreón, murallas…Ahora estas nobles construcciones lloran piedras, no pueden más, están agotadas, exhaustas y podemos decir también que algo abandonadas, o incluso maltratadas, como el pobre torreón, burla o caricatura de lo que nunca fue, y a lo que nunca tenía que haber llegado.
¿Ocurrirá lo mismo con estos nobles y antiguos muros? ¿Tendremos un enorme frontón de hormigón o tendremos la suerte de una adecuada intervención conforme del edificio de que se trata?
El estado o el cuidado del patrimonio de un pueblo nos indica el “nivel” en el que se encuentra, nos indica que se siente participe de la historia, pasada y presente, y que apuesta por el futuro, trasmitiendo dignamente a las nuevas generaciones lo que se ha recibido. El patrimonio histórico es algo atemporal, que trasciende las diferentes generaciones que lo han construido, vivido, reformado, mejorado, trasmitido…Es ciertamente una tragedia para una generación vivir la desaparición de un edificio histórico o de una obra de arte, por culpa de su mal uso, dejadez o indolencia. No solo se pierde la obra en sí, si no todo lo que hay a su alrededor, como recuerdos, vivencias, posibles nuevos usos, o posibilidades de futuro y recursos, ¡cuántos pueblos viven hoy por su interés cultural y patrimonial! Y para otros es una ayuda, un reclamo para el visitante que duerme, come, se toma algo, compra un producto artesanal o gastronómico, solo por decir ejemplos de riqueza económica para un pueblo, sin nombrar los beneficios humanísticos o espirituales que aporta la cultura, el arte...
Se han perdido y destruido muchas cosas interesantes en Híjar en épocas de paz. Pero lo perdido, perdido está, ¡salvemos lo que todavía nos queda!
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Beatriz -