"Recta final para el regreso de nuestros bienes artísticos", por Jorge Español.
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Recta final para el regreso de nuestros bienes artísticos, por Jorge F. ESPAÑOL FUMANAL Abogado. Publicado en Tribuna Altoaragonesa , Diario del Alto Aragón, 1/6/2013 | |
"Las últimas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, dejan bien a las claras, que Aragón, puede catalogar las obras artísticas de sus parroquias, por mucho que, circunstancialmente, se encuentren en Lérida, recibiendo dicho Tribunal mi tesis, y así lo dice, de que la catalogación catalana de estos bienes metiéndolos en una colección indivisible, "no tiene eficacia jurídica alguna", lo que es tanto como decir, que esa catalogación, ya no podrá servir nunca más de excusa al Obispo de Lérida para no devolver las piezas. Con estas últimas sentencias ha quedado al descubierto el sospechoso juego del Obispo de Lérida del quiero y no puedo. Le pintan ya las cosas muy mal a este desobediente Obispo Piris, que ve como el eje fundamental de su pontificado allí, que era secuestrar esas obras ajenas, se le derrumba. Se alió con los Amigos del Museo de Lérida para ello. Hasta tuvo el atrevimiento de no oponerse en el seno del Consorcio del Museo de Lérida a que se interpusiesen los recursos hoy resueltos por el Alto Tribunal aragonés, una docilidad cómplice.
La desobediencia del Obispo de Lérida, por desgracia para la Iglesia, ha sido "consentida, protegida y hasta premiada" por sus Superiores, olvidando que, con esto, ponen en cuestión hasta los mismos mandamientos de Dios. La Circular vaticana sobre museos eclesiásticos, prohibe expresamente meter un fondo de arte de la Iglesia en un museo civil, cual lo es el Museo de Lérida, y manda que el Director del museo lo nombre el mismo Obispo, lo que tampoco se da en ese caso. Es como si un Obispo metiese las mismas ropas y reliquias de Cristo en el museo del Prado o en el Louvre para satisfacción de curiosos, un auténtico sacrilegio, porque, de este modo, se priva a esas obras de arte de su primordial función pastoral y catequética a las órdenes del correspondiente Obispo diocesano que, en este caso, es el de Barbastro-Monzón, y no el de Lérida. Los canonistas del Obispado de Lérida embrollaron tanto el asunto, hasta el punto de conseguir implicar a la Generalitat en el litigio para que catalogase las obras en una colección inseparable y así no tenerlas que devolver a Aragón, tapando así la desobediencia de los Obispos de Lérida que no tenían intención de devolverlas. De paso, les hicieron gastar a las administraciones públicas catalanas, aparte de endosarles las facturas de sus suculentos honorarios, más de 25 millones de euros para edificar un "museo" , por llamarlo algo, ruinoso; un museo de horrores jurídicos y artísticos, el de Lérida, que, una vez que salgan de allí nuestras obras, ya lo pueden cerrar. Son los caros fastos del nacionalismo catalán y su iglesia, origen principal de la ruina económica de Cataluña. Con ese dinero, podrían tener hoy unas obras de arte de muchísimo más valor que las que tienen que devolver. Ya el Sr. Pintó, ex Decano del Colegio de Abogados de Barcelona, hizo caer en la cuenta a Jordi Pujol, en informe que éste le solicitó, de que aquello era una verdadera tropelía y la Generalitat no se saldría con la suya. Estamos en la recta final del litigio, en los últimos coletazos de la Bestia, tan bien aposentada en el Palacio episcopal de Lérida desde hace mucho tiempo. Que nadie dude ya que las piezas van a venir a Aragón, es cuestión de poco tiempo. A esos falsos discípulos del Mesías que tan mal gobiernan la Iglesia, y tanto daño le hacen, convertidos en desaprensivos anticuarios y coleccionistas de arte, les digo lo que dijo Calvino: "La tortura de una mala conciencia es el auténtico infierno de un alma viviente". Que el Papa Francisco les perdone a todos ellos, aunque, por si acaso, les imponga la penitencia de devolvernos nuestros bienes. ¡Ah! y, por si acaso, que mande a algún buen exorcista a Lérida, no sea que el diablo se haga fuerte allí. Y, por supuesto, demos las gracias a Dios de que nos haya enviado a Barbastro a un obispo santo y mártir, ejemplo de virtud y bondad". |
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santiago serena puig, juez delincuente. -