Blogia
APUDEPA

El lado verde de la ley. Fiscales del Medio Ambiente (II): Agustín Hidalgo de Morillo

El lado verde de la ley.  Fiscales del Medio Ambiente (II): Agustín Hidalgo de Morillo

El mar como basurero, la costa dominada por el ladrillo, el monte quemado, ruidos insoportables. Contra las agresiones a la naturaleza se erige la figura del fiscal del medio ambiente. Poco a poco se logran sentencias condenatorias: más de 700, entre 2006 y 2007.

Publicado en el cuadernillo Tierra en El País, 19/7/2008.

Como ya señalábamos hace pocos días Apudepa irá recogiendo sucesivamente las distintas opiniones de diversos fiscales de medio ambiente. Ver Fiscales del Medio Ambiente (I).

En España, muchos de los casos de corrupción empiezan a investigar a través de un fiscal de Medio Ambiente, que da el primer tirón del hilo para deshacer una made­ja donde los atentados contra la naturaleza son el detonante que provoca el interés judicial.

Los fiscales verdes no tienen el protagonismo en los medios de co­municación que sus colegas anti-corrupción, pero se han convertido en piezas claves para mantener la salud ambiental. Los grupos eco­logistas consideran fundamental su labor para frenar el deterioro de la naturaleza, el paisaje y el pa­trimonio artístico español.

La Ley 10/2006 crea la Fiscalía de Coordinación de Medio Am­biente y Urbanismo, adscrita a la Fiscalía General del Estado; las riendas de este organismo las lle­va Antonio Vercher, miembro de la carrera fiscal desde 1980, con­siderado una eminencia en estos temas y un entusiasta del senderismo. El voluntarismo y la pasión por la naturaleza son una cons­tante en los fiscales entrevistados por Tierra. Vercher afirma que los inicios fueron arduos, pero poco a poco se van consiguiendo senten­cias condenatorias por delitos am­bientales: sólo entre 2006 y 2007, más de setecientas.

Pero la situación es bastante complicada y los fiscales siguen desbordados de trabajo. La frase que Vercher utiliza en sus confe­rencias lo resume: "En España no llegamos a 2.000 fiscales, menos que pilotos de Iberia. Ahora conta­mos con unos cien especializados en medio ambiente, todo un logro si pensamos en la Constitución de 1978, donde lo único que existía respecto a la protección penal de esta materia era el párrafo terce­ro del artículo 45". Los fiscales se han ido especializando en medio ambiente por deseo o por desig­nación de un superior, empujados por los sectores sociales.

El coordinador jurídico de Ecologistas en Acción, Jaime Doreste, asegura que la sensatez llevó a las autoridades a crear la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo. Una de sus críticas es que los fis­cales especializados nombrados por el fiscal jefe de la Audiencia Provincial son en muchos casos personas a quienes no les intere­san estos temas y hacen escaso es­fuerzo por sacar adelante las de­nuncias ecologistas.

Los fiscales medioambientales coinciden en que para ser eficiente es necesario tener una buena orga­nización e infraestructura. "No te pueden comer los papeles", mati­za el fiscal de Galicia, Alvaro Gar­cía Ortiz, uno de los más jóvenes.

García Ortiz precisa que "es fun­damental tener unas instrucciones muy claras, y saber dónde pode­mos llegar y dónde no". "Además, es imprescindible contar con el mayor informador de delitos am­bientales, que es la Administración (autonómica, local o nacional), con sus servicios de inspección, agentes en medios rurales", añade.

En Canarias, los ecologistas re­cuerdan como un héroe al fiscal Juan Pablo Lozano —ahora en Murcia, al frente de otros asuntos—, porque cuando todavía la corrup­ción urbanística no había saltado a la palestra imputó a varios altos políticos canarios por delitos ecoló­gicos y señaló a los ayuntamientos como los principales infractores de la legislación ambiental.

Agustín Hidalgo de Morillo es fiscal medioambiental en Madrid y un apasionado de la bicicleta.

Construcción ilegal

Agustín Hidalgo de Morillo Jimé­nez fue nombrado el pasado año fiscal delegado de Medio Ambien­te de Madrid, en sustitución del veterano Emilio Valerio. Es un con­vencido de la relevancia de esta materia y de la necesidad de darle respuesta penal a los ataques más graves al medio ambiente. Este madrileño de 46 años, apasionado por la bicicleta de montaña, fiscal desde hace más de 18, ejercía sus tareas en la Fiscalía de Barcelona y últimamente en el Juzgado de lo Penal número 29 de la Plaza Casti­lla, en Madrid. En esta comunidad hay seis fiscales especializados, y el mayor número de casos que se instruyen son relativos a construc­ciones ilegales.

La corrupción urbanística es uno de los azotes de la actual socie­dad. Hidalgo de Morillo considena que "con la Administración se debe ser extremadamente exigen­te, porque en ella están obligados a velar por el cumplimiento de la ley". Pero también cree necesario confiar en nuestras instituciones: "Dar por hecho que por ser alcal­de ya se está delinquiendo no es muy democrático", indica. "La peculiaridad de Medio Am­biente es que se deben abordar aspectos ajenos a la labor habitual de un fiscal, puesto que se ha de desentrañar una compleja norma­tiva administrativa, y conocer en determinados casos ordenanzas municipales y regulaciones muy especificas, con lo que nuestra ía-bor a veces no es sólo determinar el posible delito, sino el conoci­miento profundo de una normati­va muy dispersa y extensa".

1 comentario

Curiosa -

Uno de los puntos claves para que se relacione a los ayuntamientos con la corrupción urbanística parece radicar en el hecho que las últimas actividades de las corporaciones municipales se financien en gran parte con la actividad inmobiliaria y eso al final es perverso para la sociedad. Ya es hora que se modifique ese estado de cosas ¿no? A ver si le cogen un poco de respeto a los fiscales de medio ambiente... resulta patético que sea a base de sanciones y cárcel.