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APUDEPA

Universidad de Zaragoza. Master Oficial en Gestión de Patrimonio Cultural: No comment

Universidad de Zaragoza. Master Oficial en Gestión de Patrimonio Cultural: No comment

No salimos de nuestro asombro. Ayer, día 14 de octubre, a las 8 de la tarde, se presentaba en la el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras el nuevo Master Oficial de Gestión de Patrimonio Cultural de la Universidad de Zaragoza. ¿Saben Vds. quién impartió la conferencia inaugural (“Expo Zaragoza: un patrimonio de ciudad”)? Fue Francisco Pellicer, Director General Adjunto de Contenidos de Expo Zaragoza 2008, profesor de esa facultad.

Francisco Pellicer, en sus cargos Expo (¿vitalicios?) ha defendido hasta sus últimas consecuencias unas prácticas muy duras en todo lo que afectaba al patrimonio cultural de la ciudad en relación con la Expo y en el propio curso del río Ebro a su paso por Zaragoza. Podemos decirlo con toda tranquilidad porque APUDEPA ya se lo dijo al señor Pellicer directamente en el curso Paisaje y Territorio que tuvo lugar en junio en el CDAN en Huesca… No podemos dejar de apuntar que, si nuestras palabras fueron contundentes, su respuesta fue de lo más desafortunada: negando la mayor se mofó de ciertos compañeros profesores de la Universidad y se mostró muy agrio con quienes "piden que sus opiniones sean respetadas por ser catedráticos hasta cuando hablan estando de cañas”. Se da la circunstancia que esas opiniones a las que APUDEPA se refería no se habían dado en un bar, sino en dos de los foros que Zaragoza ha acogido sobre el Azud del Ebro, en alguno de los cuales participaba el propio Pellicer y la presidenta de esta Asociación. ¿Por qué denigrar de forma tan baja los conocimientos de quienes no son cargos discrecionales de las administraciones públicas?. 

Lo que en Huesca APUDEPA reprochó al Director General Adjunto fue lo siguiente:

- El apoyo a la ejecución del azud del Ebro, derivándose de ello, entre otras graves consecuencias, el levantamiento de la solera del Puente de Piedra en la segunda arcada, Bien de Interés Cultural en su categoría de Monumento, para ajustarse al calado de ciertos barcos. Su puesta en marcha en el verano Expo ha sido un fracaso y sus afecciones de entorno (Conjunto Histórico y Monumentos) está todavía por ver.

- Las demoliciones de edificios catalogados por parte de Expoagua, como el almacén del molino de San Lázaro (que también se intentó derribar en un primer momento y fue impedido al hacerlo público esta Asociación) en Zaragoza.

- La gestión catastrófica de los trascendentes yacimientos arqueológicos del área del Balcón de San Lázaro de Zaragoza con importantes destrozos y negligente planificación.

- La distorsión irreparable de la escala agrícola en el meandro de Ranillas con la destrucción de las torres de Bergua y del Castillo, entre otras.

- La asunción por Expoagua de un plan de Acompañamiento que conllevaba la destrucción parcial de la Escuela de (1908) para Espacio Goya, que va a suponer la finalización de la Escuela de Artes en su edificio de origen y una transformación radical del edifico histórico de Félix Navarro.

- La asunción por Expoagua de un plan de Acompañamiento que conllevaba la destrucción total del Teatro Fleta, apoyando el proyecto de la SGAE.

- La asunción por Expoagua de un plan de Acompañamiento que conllevaba la transformación de los talleres de la Real Casa de Misericordia, sede del Instituto Pablo Serrano, mediante un proyecto adjudicado a dedo.  

En cuanto a las riberas del Ebro y a la nueva extensión de nuestros parques y jardines (cosa que nos alegra), a estas alturas, no parece nadie saber a quién corresponde el mantenimiento, mientras a cualquier aguacero que cae revientan ciertos amueblamientos mal preparados. Lo decimos por el ¿paseo del Agua?, dirección de la Estación Delicias desde la ¿Plaza de la Ciudadanía?. Se han hecho mal los taludes de tierra de contención y a tal punto que han reventado y socavado el suelo en varias partes y especialmente en la plaza de juegos infantil, que engrosarán importantes partidas de dinero, el dinero suyo y nuestro, por cierto. Tal es así, que unos metros más allá también ha cedido la tierra que rodea el pilar del puente peatonal de la estación que está más cerca de las escaleras peatonales de hierro (esperemos que el pilar no ceda).

Y para que no entiendan Vds. que es manía de APUDEPA, hacia nadie y hacia nada, transcribimos el texto del compañero de departamento de Francisco Pellicer, Alfredo Ollero, profesor titular de Geografía Física de esta misma Universidad, antiguo discípulo suyo. Quede bien claro, por tanto, que hay profesores universitarios que no están de acuerdo con esa manera de hacer ciudad y que parece disparatado que sea Pellicer el que abra el Máster de Gestión de Patrimonio. Por lo que deducimos que la DGA paga e impone su criterio, mientras la Universidad calla. Porque ¿quién ha decidido el tenor de la conferencia inaugural?

MALAS PRÁCTICAS AMBIENTALES EN EL EBRO Y SUS RIBERAS

El rio Ebro en Zaragoza ha sufrido en los dos últimos años el mayor proceso de urbanización y deterioro ambiental de su historia,

en La Calle de Todos nº 79, octubre, 2008 (Publicación de la Federación de Barrios),

Por Alfredo Ollero Ojeda, profesor titular de Geografía Física de la Universidad de Zaragoza.

EL Plan de Riberas, tan esperado durante más de dos décadas, ha resultado un conjunto irregu­lar de zonas verdes y otros tra­tamientos urbanísticos que poco tienen que ver con los caracteres propios del Ebro. Nuestro gran río es una valiosísima joya ambiental, única en la Península, cuyo potencial para la ciudad no hemos sabido aprovechar. Con la excusa de acercar la ciudadanía al río -en lugar de educarla y concienciarla- se ha optado por convertir el río en calle -frase muy repetida por los políticos- y las riberas en paseo. Así, las orillas del río son ahora en varios tramos auténticas aceras con inne­cesarias escolleras, el arbolado natural ha sido drásticamente reducido y los cami­nos anchos y rectos han ganado la bata­lla a las sendas estrechas y sinuosas. En definitiva, tantos años esperando, con nuevas directivas europeas en marcha, con interesantes modelos de restaura­ción en muchos ríos europeos, y el plan ribereño zaragozano ha nacido anticuado y solo sirve como ejemplo de mala prác­tica ambiental. Nuestro río es ahora me­nos río que antes, y eso que ya estaba bas­tante deteriorado.

Pero mucho más grave que las actua­ciones en las riberas es lo que se ha he­cho con el cauce del Ebro. Se ha domes­ticado este maravilloso río mediterráneo colocándole un azud para remansar aguas, se han realizado varios dragados para abrir y reabrir un canal de navega­ción, y se han desnaturalizado las orillas colocando unas escolleras de diseño cu­yos bloques, en mampostería muy verti­cal, se van convirtiendo en la vivienda ideal del mejillón cebra. Con todo ello, el Ebro en Zaragoza se ha alejado, y mu­cho, de los objetivos de buen estado eco­lógico que exigen las directivas europeas. Y los organismos que deberían velar ambientalmente por el río no han hecho nada para impedirlo. Zaragoza ha dado un paso atrás en relación a los principios que hemos aprobado en la Estrategia Na­cional de Restauración de Ríos.

Los objetivos de estas malas prácticas son "estéticos" y recreativos. Me parece lamentable, y fruto de una pésima cultu­ra ambiental, que un río haya que re­mansarlo por estética, que parezca más bonita una lámina de agua estable, unas orillas también estables y un fondo sin gravas ni islas. Nuestro río nunca fue así y no lo es en ningún sitio. Deberíamos apreciarlo como es y no buscar una i gen de postal traída de otras latitudes. Precisamente por dinámico, por fluctuante, por activo, por irregular, por con­tar con gravas y vegetación, debería gus­tarnos más un río como el que tenemos que ese estable canal parisino al que se llama Sena. También se ha querido en los últimos meses comparar el Ebro con el Támesis, o con el Guadalquivir en Sevi­lla, pero éstos no son ríos, sino estuarios.

La navegación es un uso atractivo, pe­ro lo lógico habría sido adaptar las em­barcaciones al río, ahorrándonos azud y dragados. El azud generará problemas importantes de incisión aguas abajo -ya se observan los primeros síntomas- y al­terará el funcionamiento en crecida del río. Los dragados deterioran el lecho y constituyen trabajos inútiles, porque tras cada invierno y tras cada crecida, por pe­queña que sea, habrá que volver a dragar si se quiere mantener un canal de nave­gación. Y es que el lecho del Ebro es de gravas fácilmente movilizables. La inuti­lidad de los dragados de 2007 se ha de­mostrado tras las aguas altas de 2008. Unos episodios de aguas altas y una pe­queña crecida fueron más que suficientes para mover y reclasificar los materiales del lecho. Y los dragados del verano de 2008 se han realizado sin supervisión ambiental alguna, sin cuidado, sin medi­ción del material extraído…

La versión oficial señalaba que había que dragar para retirar los materiales de las penínsulas de los nuevos puentes. Pe­ro esto no justifica el dragado (realizado realmente para que pasen los barcos), porque esos materiales ya han sido movi­lizados por el río y mezclados con los na­turales. Las playas de grava no han sido generadas por las obras e infraestructu­ras. Éstas han aportado un porcentaje mínimo de material al río, en relación con el que éste ya dispone y es capaz de movilizar. Por otro lado, salvo algunos obstáculos y escombros de gran tamaño, que sí habría que haber retirado, la ma­yor parte de los materiales que se utilizan en la construcción del puente son de ta­maño grava o menor, por lo que el río los naturaliza con facilidad, y en su mayor parte se encuentran ya kilómetros aguas abajo de donde se construyó la infraes­tructura. Además, si esos materiales se sacaron del río para levantar las penínsu­las, lo correcto es que vuelvan a él, ya que de lo contrario generamos un déficit sedimentario en el Ebro. Las gravas de­lante de Helios, visibles ya en la fotogra­fía aérea de 1927, estaban perfectamente clasificadas (ordenadas por tamaños) por el río de forma natural antes del dragado del año pasado y lo vuelven a estar hoy después de las últimas aguas altas ¿Cuáles son los restos de las penínsulas?

Confío en que el contundente fracaso de la navegación en el Ebro durante la Expo haya sido una lección útil para los empecinados en mantener esta actividad con embarcaciones inadecuadas. Hoy te­nemos un Ebro más urbanizado y despre­ciado como río, así como una crisis eco­nómica que va a durar años, agravada por despilfarros como el azud y los dragados.

Los científicos nos hemos hartado de denunciar estas malas prácticas. Ahora tras la Expo se abre una nueva etapa. Afortunadamente nuestro gran río medi­terráneo aún es capaz de tener crecidas, y

será muy importante analizar los nuevos efectos de las mismas en un tramo tan modificado, con nuevos edificios en la zona inundable, nuevos puentes, etc. Habrá que seguir estudiando con detalle el Ebro porque vamos a asistir a cambios importantes en su geomorfología deriva­dos de las malas prácticas realizadas: re­activación de la erosión en algunas már­genes, efectos derivados de la sobre inundación, etc. Y una recomendación final: mucho más atractivo que navegar por la ciudad es hacerlo por tramos más natura­les, muy, próximos y muy desconocidos. Así sí que se disfruta y se conoce cómo es y cómo funciona el auténtico río.

Octubre 2008

 

3 comentarios

Curiosa -

A ver cuando este país se profesionaliza de una vez por todas en lugar de tanto politiqueo de tres al cuarto.

Farrusini -

Acabo de escuchar a un individuo sabio decir que las personas NUNCA aprendemos de nuestros errores.

Mestizo -

Pues algunos de los profesores del master también tienen su enjundia, incluídos jefes de servicio que han participado otros años, etc... La realidad luego es mucho más dura y la gestión es más política que técnica. Al final todos abogaos o políticos... pa ellos, que lo entienden.

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