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“Las desvergüenzas del capitalismo” por José Vidal-Beneyto

“Las desvergüenzas del capitalismo” por José Vidal-Beneyto

Este post va dedicado a Violante, que en paz descanse, y a Pedro, huertanos de Murcia, porque ellos representan los mejores valores de la cultural popular ancestral. No obstante, tuvieron que abandonar su humilde vivienda de campo víctimas del acoso y la especulación urbanística. Como ellos hay frecuentes casos en el medio rural y urbano español pero no llegan a la luz pública porque acaso tampoco hay gente tan luchadora como Violante y Pedro por defender su vivienda y estilo de vida. A sus largos ochenta años. También vaya nuestro aprecio y consideración a todos los murcianos que los han apoyado.

A estas alturas está claro que la disminuida capacidad de los ciudadanos de autonomía y libertad por falta de recursos tiene que ver con el desaforado capitalismo que acosa el planeta. Era una cosa que se veía venir pero… estábamos muriendo de éxito y es frecuente tildar a los conservacionistas de agoreros, ignorantes, eco vagos, amargados y, acaso, malos hijos de la patria.

APUDEPA lucha por defender la conservación del patrimonio cultural aragonés y el arquitectónico en particular porque entendemos que es el que está más en peligro: ahora tenemos a bien poner como ejemplo la huerta tradicional murciana, de alto valor ecológico, con sus ingenios del agua de tanto interés para todos. Ya ven lo que les ha pasado a Violante y Pedro. En Zaragoza la huerta está en retroceso y el caso del meandro de Ranillas con el reciente evento Expo nos da idea de lo que los políticos son capaces de hacer con un espacio privilegiado: frente a la naturaleza hormigonado de diseño caro. Nos deben las cuentas del evento, Dicen que es el progreso, lo es de unos pocos sin entrañas, no de la sociedad que anda como sin rumbo, descohesionada.

Mal que les pese a muchos empresarios y políticos las cifras cantan y si a este tercer expansionismo del ladrillo no le ponemos reflexión y cordura seguiremos con la cultura del dinero fácil en el que todo vale: cuentas corrientes que crecen como la espuma, ayuntamientos recalificadores, escasa colaboración de las autoridades contra el fraude de cualquier tipo, sobres de dinero de incierto destino, ausencia de valores, consumismo como fin en sí mismo, cultura infravalorada, ciudadano controlado y voz de las asociaciones a las que casi nunca se escucha y cuando bien parece intentan poner en ridículo desde altas instancias de la administración.

Vidal-Beneyto nos lo cuenta con claridad y sin tapujos en “Las desvergüenzas del capitalismo. El sistema económico dominante se olvidó de sus ascéticos y laboriosos orígenes calvinistas y terminó glorificando el enriquecimiento rápido como referencia del éxito. Eso abrió las puertas a la trampa y a la rapiña”. Él propone, al final de su artículo, que “sólo una movilización popular e intelectual, insistida y de gran calado, podrá ayudarnos a acabar con tanta patraña y tantas desvergüenzas(El País 22 /11/2008).

Y si Vd. está dispuesto a recabar más datos le remitimos a “España. El urbanismo Salvaje.” “Censo del suelo por satélite. La superficie construida en la costa sube un 22% en sólo seis años”. El hormigón se come al día unos 140.000 metros cuadrados de la primeria línea. El ritmo de destrucción del litoral se ha duplicado con la burbuja inmobiliaria. Valencia y Huelva, provincias en las que más crece el cemento, un 50%. Medio ambiente se ofrece a comprar todo el suelo rústico del Mediterráneo. Estos son los epígrafes resaltados. En fin, que en España en los últimos seis años se ha construido las cuarta parte de todo lo edificado los 2.000 años anteriores. 2000 años, sí, no hemos transcrito mal los datos (El País 24/11/2008).

“No es una pesadilla es el urbanismo salvaje”. Jueces, fiscales y empresarios son ya conscientes de que la construcción descontrolada matará la gallina de los huevos de oro. Los expertos alertan sobre la “corrupción insostenible” del sector. El derribo de la obra ilegal no debe ser la excepción, sino la regla, dice el juez. El desaguisado del Algarrobico costará al erario público 200 millones de euros. La justicia sigue quejándose de la escasa colaboración de las autoridades. Hay 150 alcaldes procesados. Son la punta del iceberg del mal urbanismo. Los observadores europeos vuelven espantados tras sus visitas a la costa. “En estos casos la justicia siempre llega tarde”, admite el fiscal jefe de Málaga. El 70% de los ediles vinculadas con la corrupción resultan reelegidos. “No veo el impacto. A mí el hotel me gusta”, dice el regidor de Carboneras. Vds. ya habrán adivinado que se trata del conocido caso del hotel El Algarrobico, al borde del mar en el parque natural del Cabo de Gata (El País 16/11/2008).

Por todos estos sinvergüenzas que promueven este tipo de urbanismo salvaje Violante ha dado su vida. Violante, algunos aragoneses no te olvidaremos.

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