Más grave es recalificar
Vista general de Zaragoza, 2007. Foto Lygeum. Es grave que el alcalde Belloch se burle de la Ley de la “Memoria Histórica” proponiendo el nombre de un partidario de Franco para sustituir el nombre de otro partidario de Franco en una céntrica calle zaragozana. Es grave que el alcalde Belloch se empeñe en trasladar un hermoso y valioso crucifijo de su despacho para presidir los plenos municipales en un estado aconfesional. Es grave que el Gobierno de Zaragoza gaste el dinero destinado a centros sociales que permanecen cerrados por falta de financiación para amueblar una oficina de lujo en una hermosa casa modernista. Es grave que el Gobierno de Zaragoza desvíe dinero municipal adjudicando sospechosamente el amueblamiento de su nueva sede en el Seminario. Es grave que el Gobierno de Zaragoza recorte los fondos de Acción Social. Es grave que el alcalde se burle de los ciudadanos en los plenos municipales y les impida la entrada en el salón llenándolo previamente de sus asesores y funcionarios. Es grave que los concejales se repartan cientos de entradas para corridas de toros y otros eventos.
Pero más grave que todo ello, mucho más grave que todo ello, es que el Ayuntamiento de Zaragoza siga respondiendo únicamente a intereses económicos particulares en la planificación urbanística. Que el Ayuntamiento de Zaragoza siga fomentando el mal estado del Casco Histórico para posibilitar futuras grandes operaciones de los propietarios “durmientes” de los grandes solares. Que el Ayuntamiento de Zaragoza siga apostando por una ciudad en extensión, insostenible, proponiendo recalificaciones bárbaras en suelos industriales y rústicos. Que el Ayuntamiento de Zaragoza esté dispuesto a sacrificar las pocas zonas de huertas y los sotos que aún quedan naturalmente en la ciudad. Que el Ayuntamiento siga ignorando la existencia de un Plan General de Ordenación Urbana y consagre un urbanismo a la carta para la especulación. Que fomente con esta “política” el gran problema de acceso a la vivienda.
Los partidos de derecha no esconden que son partidarios de la mercantilización del espacio y la liberalización del suelo. Más penosa resulta la actitud de la izquierda, incapaz de atender a la principal fuente de problemas urbanos (la especulación con el espacio), que se escuda en asuntos cercanos al folclore. Los concejales o diputados como Piazuelo solamente son capaces de reivindicar su particular “socialismo” cuando el jefe decide honrar al extremismo religioso. Y mientras, Izquierda Unida les permite continuar sus políticas aprobando presupuestos que prevén aspectos como los preparativos de la nueva Expo 2014 en la huerta de las Fuentes. Tampoco vimos en la etapa de Chunta Aragonesista al frente de Urbanismo una actitud suficientemente firme y decidida a favor de la ciudad compacta y del Plan General de Ordenación Urbana.
Lo dicho: más grave es el acatamiento de Belloch a las órdenes de Sánchez Dronda cuando estas se refieren al destrozo del ensanche de Santa Engracia (Casas de D. Juan Moneva y D. Concepción Oro) que cuando se refieren al nombre de las calles. Dicho lo cual, nos reiteramos en rechazar la denominación propuesta por el alcalde y en proponer la histórica y neutral de “Calle Nueva de las Torres”.
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Socia de Apudepa -
Marianin -