En defensa de la Cartuja de Nª Sª de las Fuentes (Huesca) como monumento de titularidad pública. Comparecencia de Apudepa en las Cortes de Aragón
Plano del monasterio de la Cartuja. En rosa lo conservado y en naranja en estado precario
CORTES DE ARAGON
APUDEPA ante la "Comisión de comparecencias y peticiones ciudadanas" en relación con la defensa de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes (Sariñena-Lanaja), Bien de Interés Cultural, que debe pasar a titularidad pública:
Razones políticas, históricas y culturales, científicas y económicas
Buenas días señoras y señores diputados. En nombre de Apudepa agradezco poder estar ante Vds. Me acompaña como ponente Joaquín Ruiz Jergas del colectivo Plataforma Salvemos la Cartuja de Monegros.
No nos cabe la menor duda desde Apudepa que todos los que nos encontramos en esta sala estamos firmemente convencidos del gran valor que como monumento atesora la Cartuja de Nª Sª de las Fuentes.
Por eso, en cuanto a RAZONES POLÍTICAS, refiriéndonos a este alto organismo como son las Cortes aragonesas, no hay discrepancia entre Vds. y nosotros. Vds. ya lo demostraron a lo largo de la década de 1990 y en la primera del siglo XXI apoyando la declaración del monasterio como Bien de Interés Cultural y también su restauración. Este posicionamiento ha quedado ratificado en esta primavera cuando los Srs. Diputados aprobaron unánimemente solicitar al Gobierno de Aragón que la Cartuja pasase a titularidad pública, a la Comunidad Autónoma Aragonesa, a fin de que desde distintas administraciones, Diputación de Huesca y Comarca de Monegros, se pudiese cogestionar la recuperación del mismo, opción que sintoniza con el sentir de la comarca de Monegros En cuanto al actual posicionamiento del Gobierno de Aragón nos ocuparemos más tarde.
En cuanto a la segunda de las razones, RAZONES HISTÓRICAS Y CULTURALES, la Cartuja de Nª Sª de las Fuentes ha tenido un reconocimiento expreso a partir de 1985 cuando el edificio fue incoada como Conjunto Histórico. Posteriormente, ha sido declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento (Decreto 60/2002, del 19 de febrero, B.O.A. 6 de marzo de 2002).
Coincide la primera fecha con la revalorización del barroco en el ámbito universitario español –estilo artístico denostado en España hasta la década de 1970− y por la presencia en Aragón de unos jóvenes profesores que dedicaron sus tesis doctorales y estudios al tema que nos ocupa: los doctores en Historia del Arte Dª. Elena Barles, con su tesis de licenciatura al estudio monográfico de la arquitectura de la Cartuja y tesis doctoral a la arquitectura cartujana en España, asignando un papel muy relevante al monasterio monegrino; D. José Ignacio Calvo Ruata dedicó su tesis de licenciatura al estudio particular de las pinturas murales del recinto que nos ocupa, materia luego ampliada en su tesis doctoral sobre la vida y la obra de fray Manuel Bayeu y finalmente, D. Arturo Ansón, especialista en la obra de Goya y en la pintura aragonesa del siglo XVIII. Tenemos el privilegio de que estos tres estudiosos −insisto, los máximos especialistas aragoneses−nos van a informar ahora sobre el valor de la Cartuja.
Seguiré, por tanto, con la tercera de las razones a favor de la Cartuja, RAZONES CIENTÍFICAS. Comenzaremos con una breve lectura del informe emitido por los Drs. Barlés y Calvo, en abril del 2012, en defensa del tema que nos ocupa. Del elocuente texto a favor de la Cartuja recogemos los siguientes párrafos:
“El complejo arquitectónico que actualmente se erige en el lugar es del siglo XVIII. En 1777 se había ya levantado el grueso del monasterio, es decir, la iglesia con su capilla del sagrario, camarín, tribuna, torre y sacristía; el claustrillo conventual y dependencias en su entorno como las capillas y la sala capitular; el gran claustro y las celdas, incluida la prioral; y la cerca que rodeaba el monasterio, con la portería-hospedería…
El conjunto pictórico mural de las Cartuja de Nª Sª de las Fuentes es excepcional y tiene una importancia de primer orden dentro del panorama de la pintura barroca aragonesa, tanto por su extensión como por su coherencia, significado y calidad. Se conservan actualmente más de doscientas cincuenta escenas figurativas independientes que se extienden por los muros y bóvedas de la iglesia, tribuna, camarín, capilla del sagrario, claustro de capillas y sus capillas, alcanzando una extensión de varios miles de metros cuadrados. Ello sin contar los también extensos motivos decorativos complementarios. Además, el hecho de que los paramentos lisos hayan mantenido los colores originales de gusto rococó resulta ciertamente insólito. Sin perjuicio de la entidad trascendental que posee el ciclo realizado por Goya para la cartuja de Aula Dei así como las distintas bóvedas pintadas por González Velázquez, Francisco Bayeu, Ramón Bayeu y el propio Goya para El Pilar de Zaragoza, las pinturas de la cartuja de las Fuentes ocupan por derecho propio un lugar preeminente en el panorama de nuestra pintura mural de los últimos cuatrocientos años.
El conjunto pictórico mural de las Cartuja de Nª Sª de las Fuentes es la obra cumbre del cartujo fray Manuel Bayeu, a la que dedicó más de treinta años de vida (entre las décadas de 1760 y de 1790) en la que fue su casa de profesión y lugar de residencia habitual. Fray Manuel Bayeu (Zaragoza, 1740 - ¿1809?) es uno de los principales activos de la pintura barroca aragonesa.
Los abajo firmantes se han ocupado del monumento durante los últimos treinta años en numerosos trabajos de investigación… Desde el conocimiento adquirido a través de estas investigaciones, y de acuerdo con las consideraciones expuestas, hacemos constar nuestra plena convicción de que la cartuja de Nª Sª de las Fuentes es un bien de importancia capital del patrimonio cultural de Aragón”.
Con referencia a este informe de parte del año 2012 nos consta en Apudepa que ha llegado a las más altas instancias políticas aragonesas pero ni se ha hecho caso de él ni ha transcendido a la opinión pública, circunstancia que consideramos muy grave en el tema de interés general que nos ocupa.
El profesor Arturo Ansón me ha encomendado que lea el informe de parte solicitado por Apudepa para esta comparecencia. El no puede venir porque está cumpliendo ahora sus obligaciones docentes en el Instituto Goya. Paso, pues, a la lectura de su texto:
INSERTAR. Informe de parte solicitado por Apudepa sobre el valor histórico de la Cartuja de las Fuentes realizado por el profesor Dr. D. Arturo Ansón.
Y si lo dicho no fuera suficiente, puede añadirse – argumentan Barlés y Calvo- que benefactores de su construcción fueron relevantes personalidades de la época ilustrada, empezando por los hermanos Comenge, infanzones de Lalueza: Francisco Antonio; José Narciso, “gentil hombre de la Casa Real de su Majestad”, que era tesorero del Príncipe de Asturias y de los infantes, y amigo y protegido del duque de Béjar; y Juan Andrés, prepósito de la Congregación de San Felipe Neri y confesor de dicho duque de Béjar quien, a la sazón, era mayordomo mayor del Príncipe de Asturias y de los infantes por nombramiento de Carlos III. Tanto el duque como el príncipe (futuro Carlos IV) e infantes hicieron asimismo aportaciones económicas por mediación de los Comenge que sirvieron para sufragar el magnífico retablo mayor que fue obra del prestigioso escultor Carlos Salas, documentación que la que ahora es portavoz en esta comparecencia exhumó de los archivos notariales cuando realizaba su tesis doctoral sobre escultura barroca aragonesa, allá por los años de 1980. Y permítanme que añada que la arquitectura de la Cartuja es impresionante, un modelo todo él de arquitectura académica barroca del mejor estilo, heredero de la Santa capilla del Pilar de Zaragoza. Por esta y otras razones la Cartuja debe pasar a ser de titularidad pública. ¿Acaso hay razones ocultas que impiden al Gobierno de Aragón para que precisamente ahora no pase a ser de titularidad pública?
En cuanto a las RAZONES SOCIALES, haremos referencia a la familia Bastarás, a la que desde aquí expresamos nuestro agradecimiento por la conservación excepcional del monasterio durante casi 130 años.
Nos consta que esta propiedad ha tenido para la familia Bastarás una significación muy especial; los bisabuelos, D. Mariano Bastarás fue quien adquirió la finca a finales del siglo XIX, abuelos, padres y tías, las hermanas Bastarás, (Dª Mª Luisa, Dª Pilar y Dª Concepción), fallecidas en los últimos años, tuvieron un inmenso cariño a “su cartuja”, y tanto es así que siempre procuraron su salvaguarda y conservación. Vivieron la guerra civil con la destrucción de muchos bienes muebles de la Cartuja, también cuando les fue impuesto en época de Franco el uso de la iglesia como silo, dejando el trigo su huella permanentes en las pinturas murales. No obstante, lo dicho, la Cartuja es en buena parte una “bella durmiente” con sus rasgos de autenticidad, integridad y pátinas históricas que la ahora la conforman. Todo ello debe preservarse en futuras intervenciones.
Queremos dejar constancia, como demuestra la lectura del excelente libro de Juan Antonio Gaya Nuño, “La arquitectura española en sus monumentos desaparecidos” (1961), que la conservación mantenida sobre el conjunto por la familia Bastaras es excepcional en el panorama artístico español, siempre proclive a destruir, “básicamente será una destrucción pacífica, premeditada, fría, realizada de cara a la opinión, tanto vulgar como sabia, nacida no de de un necesidad estratégica o de una azar desgraciado, sino de un desprecio por lo bello y vetusto”, comenta Gaya Nuño, y por la mala educación y por ciertos intereses particulares ocultos, remataba el autor. Es necesario reconocer que de no ser por esta familia todo el complejo estaría sumido en una ruina. Ya han fallecido las hermanas y los sobrinos han buscado una salida cabal a favor de todos, incluida la sociedad aragonesa, pero, ¡oh dolor!, el gobierno de Aragón no acepta un acuerdo, se desentiende de lo que debería ser su obligación: hacerse en primera instancia con la propiedad de la Cartuja. De momento, el monumento no pediría otra cosa aunque cierto es que la torre presenta un problema crónico de conservación
Cedo la palabra a Joaquín Ruiz Jergas en nombre de la Plataforma Salvemos la Cartuja de Monegros, portavoz de la sociedad monegrina, con un informe de parte solicitado por Apudepa.
En cuanto al quinto y último punto, RAZONES ECONÓMICAS, no nos encajan los datos que obran en nuestro poder. La familia, desde hace tiempo, así lo explicaron los sobrinos en la reunión pública del 15 de marzo en el pueblo de la Cartuja, ha ofertado el traspaso −impuesto de sucesiones− por un precio relacionado con el valor catastral, unos 284.000 Euros, buscando durante años, 2011-2014, las soluciones más adecuadas para ambas partes en una complicada operación de herencia familiar.
Apudepa ve en ello una mala gestión del gobierno de Aragón por cuanto se nos va de las manos el patrimonio histórico, uno entre nuestro más relevantes tesoros, también, si cabe decirlo aquí, parte del beneficio de la herencia por cuanto si los bienes indivisos de la herencia Bastarás salen a subasta ello supondría una pérdida económica para ambas partes. ¿Qué sentido tiene eso? ¿En esta mala operación económica cuánto dinero pierde el Gobierno de Aragón? ¿Cuánto la familia Bastarás? ¿Es justo todo esto? ¿Quién sale ganando en ello? ¿Quizá, los subastadores? ¿Hay alguien oculto detrás de esta operación?
Resulta cuando menos paradójico, por no lanzar un improperio, que paralelamente en Aragón se nos llena la boca con los bienes de la Franja y Sijena y sus pinturas murales arrancadas y expuestas en el MNAC. Todo ello disgusta al pueblo aragonés y en cierta manera, por injusto, le solivianta ¿Y qué está haciendo el Gobierno de Aragón por una cartuja que dista pocos kilómetros del monasterio Sijena? ¿La dejará que se deteriore ante la indiferencia de todos? Desde luego, cabe decir que con este modelo de gestión no es posible desarrollar el territorio Aragonés.
Por otro lado, como colofón, vamos ahora a valorar ciertos datos de un primer informe oficial que nos han llegado relativos al monasterio, datos que están a todas luces sobredimensionados, que son falsos en sí mismos, y que han servido además como informe para que Hacienda determine el suyo, negativo, claro. Es evidente que partiendo de esos datos, insistimos que errados, no hay quien salve la Cartuja de Monegros.
En consecuencia, no es cierto que la superficie construida en la Cartuja de las Fuentes sea de 30.461 metros cuadrados, tal y como obra en un primer informe emitido a finales del año 2011. La superficie construida que es la que nos ocupa, aportada por la referencia catastral del inmueble, emitida por el propio Ministerio de Hacienda, 000100100YM22D0001GL, es de 4. 8 14 m². La diferencia es por tanto de 25.647 m², error tan de bulto que es inadmisible. También un arquitecto socio de Apudepa, Chabi Garú, ha corroborado estos datos catastrales, dando cifras semejantes a las aportadas por el catastro, como tenemos ocasión de ver en el plano que proyectamos.
En paralelo, el mismo informe da las siguientes valoraciones de intervención en la Cartuja, valorados en euros, y extrapolados por comparación con el conjunto de la Cartuja de Aula Dei, todo ello conforme al informe emitido por los técnicos del Servicio de Conservación y Restauración:
- Trabajos necesarios para la conservación[1] mínima de la cartuja 10 millones de euros.
- Evaluación de los trabajos de mantenimiento[2] 13 millones de euros
- Trabajos de restauración en torno a 15 millones de euros
- Restauración de la decoración mural de la iglesia y claustro 2 millones de euros.
Lo que resulta sumando los conceptos un TOTAL de 40 millones de Euros, dato que es inverosímil por sus cifras infladas desde todos los puntos de vista, sin que nos pase desapercibido ciertos conceptos repetidos y una comparativa con Aula Dei a todas luces desproporcionada, así como la presencia de términos como “en torno a” 15 millones de E. ¡Ahí es nada! Es inadmisible hacer presupuestos como el aquí realizado caracterizado por la ausencia de rigor técnico, solo basándose en simples comparaciones con otro monasterio de la misma orden.
En consecuencia, la Dirección General de Patrimonio Cultural a finales del año 20011 informó desfavorablemente hacerse con la titularidad porque “supondría un gravamen superior al valor del bien imposible de asumir por parte de la Comunidad Autónoma de Aragón”. Lo curioso del caso, para rematar la guinda, es que un año más tarde, 2013, el mismo departamento, con las mismas cifras económicas ya aportadas, y que aquí se han citado, “considera interesante el ofrecimiento de los propietarios de “la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes”, sin perjuicio de lo dispuesto en la legislación vigente en la materia”. En consecuencia, unos meses más tarde, se recoge en un Informe de Hacienda los siguientes datos y cifras:
1. El valor patrimonial del monumento es de 284.521 euros
2. Que a juicio del tal centro directivo [la citada Dirección General], es “interesante el ofrecimiento de los propietarios”.
3. Que los gastos anuales de conservación mínima son de 30.000 euros (recordemos que en el 2011 la cifra oficial era de 10 millones de euros).
4. Que las actuaciones necesarias de conservación y restauración del conjunto se valoran en 16.488.560 euros (IVA no incluido).
En consecuencia, Hacienda “deduce”, en esta operación la asunción de unas deudas futuras superiores en un 5.600% del valor del inmueble, correspondiente a las diferencias entre el valor del bien, tasado en 284. 521 euros y la asunción de otra deuda por valor de 16.000.000 que entendemos corresponde al hipotético gasto de restauración que tendría que asumir el Gobierno de Aragón de llevarla a cabo. Hacienda recoge en su dictamen final “que no se acepta de los herederos el ofrecimiento de pago en especie”.
Desde el punto de vista de Apudepa, afirmamos rotundamente que, se mire por donde se mire, la Cartuja no vale 284. 521euros (eso es un regalo), ni su “inflada” restauración 40.000.000 millones como recoge el primer presupuesto, insistimos, realizado a ojo.
En conclusión, las cifras las han barajado a su antojo los citados departamentos y todo se vuelve en contra para que el monumento no pase a manos públicas. Esta es la historia de un despropósito cifrada en cifras erradas.
Finalmente, tras lo expuesto SOLICITAMOS:
- A las Cortes de Aragón que se dirija al Gobierno de Aragón solicitando toda la documentación que obra en su poder y en concreto a los departamentos que correspondan, entre ellos, la Dirección General de Patrimonio Cultural y a la Delegación de Hacienda, relativa al tema que nos ocupa por Transmisión de herencia y pago de impuesto de sucesiones, años 2011-2014, a fin de conocer, contrastar y poder rebatir, si es el caso, como firmemente creemos, los informes oportunos con sus cifras y datos y entre otros el informe, o informes, emitidos por los técnicos del Servicio de Conservación y Restauración.
- Que se remita al gobierno de Aragón los dos informes presentados en esta comparecencia.
- Que la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes sea sede del Observatorio Independiente del Paisaje, tal y como ya solicitamos a la Dirección General de Patrimonio Cultural en noviembre del 2008 y lo acabamos de proponer en las alegaciones presentadas por esta asociación en relación con la Estrategia Territorial de Aragón (EOTA), de acuerdo al Atlas del Paisaje Aragonés que está elaborando en la actualidad el Gobierno de Aragón.
- Que se escuche a la comunidad de Monegros tan dignamente representada ahora en las Cortes aragonesas por algunos componentes de la Plataformas Salvemos la Cartuja de Monegros que han tenido a bien acompañarnos y a los que Apudepa agradece su atención.
Sr. Presidente de la Comisión, Sras. y Srs. Diputados, muchas gracias por su atención.
Zaragoza, a 27 de mayo del 2014.
Compareciente por Apudepa
Belén Boloqui
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