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Patrimonio

Valoración de la visita de Apudepa a Huesca

Valoración de la visita de Apudepa a Huesca

Foto del grupo delamte de la bellísima imagen gótica de  Nª Sª de la Blanca en San Pedro el Viejo. Foto Apudepa

 

Desde el día 26 de octubre queríamos haber comentado la estupenda visita que realizamos ese día a la capital oscense. Hemos tardado pero aquí está nuestra consideración, agradecimiento  y respeto a todos sus protagonistas: Félix Montón, Rosa Abadía, que dirigió la visita, y Mª Antonia, guía habitual de la iglesia de  San Pedro el Viejo.

Félix Montón, nos mostro con detalle el museo de Huesca, Bien de Inteéss Cultural, y con especial cariño y detalle la parte arqueológica, entre cuyas vitrinas se encontraban diversos objetos de la destruida gran  Cueva de Chaves,  en cuanto a su patrimonio arqueológico -neolítico- se refiere: microlitos, cerámicas y piedras con pinturas abstractas, son elementos identificables de una comunidad que vivió a partir del V milenio antes de Cristo. La exposición dedicada a Ramón Acín fue un plus que nos gustó a todos y la sala de doña Petronila, elegante y exclusivo  espacio civil  de nuestro románico del siglo XII, sorprendió a casi todos En la iglesia de San Lorenzo, Bien Catalogado del Patrimonio Aragonés,  asombró a todos la llamativa  arquitectura barroca monumental caracterizada por su elegancia y unidad tipológica y decorativa.  Rosa Abadía nos fue mostrando de aquí para allá todos los elementos que la acompañan, incluido la maravillosa sacristía, una joya del barroco de mediados del siglo XVII, lugar en donde arquitectura, pintura, escultura y artes decorativas se funden para ofrecernos un espacio suntuario que fascina al visitante. En la iglesia, independientemente de la joya del retablo mayor, Rosa nos habló de su intervención en el retablo del Apóstol Santiago, obra de mediados del siglo XVII que ella restauró e investigó, alcanzando conclusiones novedosas que ofrecemos en la próxima entrada al blog, muestra de la complejidad de las intervenciones y de la capacidad de los profesionales para actuar interdisciplinarmente. El exterior de la  casa Susín en Huesca fue nuestra próxima parada, en el entorno inmediato de San Lorenzo, vivienda de origen muy antiguo, cuya permanencia  ha defendido  la familia, apoyada por Apudepa. En San Pedro el Viejo, Bien de Interés Cultural, la guía nos ofreció un recorrido de alto interés: iglesia, tesoro, capilla de San Justo y Pastor y claustro. No conocíamos la capilla barroca de los  Santos Justo y Pastor  y nos dejó boquiabiertos. Un conjunto visitable de altísimo interés, poco conocido, joya oculta entre joyas. Visitamos el Panteón Real y en  el claustro Mª Antonia, la guía, se nos comento su preocupación por cierto  problema de humedad que, en nuestra visita de antes de ayer,  hemos hecho saber al Justicia de Aragón, incluido el texto enviado ayer mismo por e mail y que aquí recogemos:

 

            "IGLESIA DE SAN PEDRO EL VIEJO DE HUESCA. ROGAMOS QUE [EL JUSTICIA    DE ARAGÓN ]SE DIRIJA A QUIEN PROCEDA en relación con las canaleras  nuevas recayentes al patio central del claustro y en especial a la zona del ángulo que está situada más próxima a la puerta de acceso al claustro.  En la visita reciente  realizada  por  Apudepa  el día 26  de octubre,  nos hizo observar la Guía de San Pedro que cuando llueve mucho la canalera de ese ángulo no es capaz de absorber todo el agua,  así que se desborda y cae como una catarata,  dañando los capiteles románicos originales que justo se sitúan en esa zona.También se nos indicó que ya se había dado aviso de este hecho pero que no se ha recibido respuesta de la administración correspondiente. Por último, indicar que una       limpieza regular de las plantas que crecen en el citado patio de San Pedro sería necesaria para evitar males mayores y para mantener este emblemático monumento  en  el estado que le corresponde a su rango.  Se adjuntan dos fotos". 

Fuera del templo, en la plaza de San Pedro, observamos con interés, pena y añoranza, el solar correspondiente al antiguo edificio derribado, obra antigua, protegida por varias figuras del catálogo,  pero que irremisiblemente ha sucumbido por intereses urbanísticos liderados en este caso por Masari, en colaboración con el Ayuntamiento de Huesca.  Apudepa ha denunciado por vía administrativa este hecho.  En la magnífica  plaza de  López Allué nos fuimos directamente al antiguo ultramarinos de "La Confianza", joya  que demuestra los nuevos rumbos que va dando a la ciudad el inicio de la incipiente  industrialización a finales del siglo XIX, que se conserva tal cual, casi, casi. Su dueña, muy amable, nos vendió especias de Ceylán , en cuya venta este "ultra-marino" está especializado, así como en el bacalao. El olor a las especias es un marchamo  exclusivo de la casa. Fuimos conscientes de la peatonalización del casco antiguo, objeto de mayor debate en la próxima visita prevista para la primavera del 2014, pasamos por delante de la antigua Casa de Ramón Acín, figura emblemática de la modernidad y de valores éticos en la ciudad de  Huesca en las primeras décadas del siglo XX hasta  que en agosto de 1936 fue fusilado por los Nacionales, siguiéndole en este atroz hecho su esposa, unos días más tarde. Concluimos la visita en el Casino modernista, Bien de Interés Cultural,  que también nos fue amablemente mostrado por el conserje, comentándonos igualmente el reciente  desplomamiento  de la techumbre de una de las cuatro  torres. 

Visita de Apudepa a Rodén, por Ángel Tomás del Río.

Visita de Apudepa a Rodén, por Ángel Tomás del Río.

Participantes de las Jornadas escuchando al profesor  Picazo ante el yacimiento

El día 22 de septiembre de 2013 celebramos las XIII jornadas Europeas de Patrimonio con una visita al cercano pueblo de Rodén, situado a 27 kms de Zaragoza y a 3 de Fuentes de Ebro, el municipio al que pertenece esta pedanía. Ambas forman parte de la comarca de la Ribea Alta del Ebro, en la provincia de Zaragoza).

A las 8,30 salimos desde Zaragoza en autobús  un grupo de viajeros de Apudepa hacia Rodén.

 

EL VIAJE

Hacemos un alto para recoger unas pastas que Belén compró ayer en Épila.

Durante el trayecto, Belén nos habla de la Jornadas Europeas de Patrimonio. Este año se celebran bajo el lema “ El patrimonio inmaterial”. Las jornadas son para sensibilizar, descubrir y encontrarnos con el patrimonio. Hoy se celebran las JEP en Mónaco. En Francia participan mas de 13 millones de personas en estas jornadas europeas. En Aragón la DGA no apuesta por celebrar estas jornadas tan interesantes. Apudepa lleva, con este año, 13  celebraciones y nos parece fundamental mantener esta interesante actividad. Los políticos no pueden soportar que la iniciativa la lleven otros y no sean ellos.

Con estos viajes nosotros vemos el patrimonio en directo. Sería interesante hacer una red de asociaciones defensoras del patrimonio.

¿Por qué vamos a Rodén? Hace un año, se puso en contacto con Apudepa Alfonso Soro, ceramista de Fuentes y enamorado de Rodén.  Hay una asociación llamada “Torre Rodén”  que deseaban que les ayudáramos. Fueron Belen y Carlos Bitrián, pues estaba haciendo una tesis sobre pueblos masacrados por la guerra civil y abandonados. Rodén se  destruyó durante la guerra civil y se abandonó, construyéndose otro pueblo nuevo en el llano.

El pueblo viejo está construido con bolos de alabastro y piedra de yeso. Queda la iglesia, la torre y el casillo, y a media ladera está el pueblo. También nos harán una demostración del dance de la localidad. O sea que veremos patrimonio de muchos tipos… Parece ser que la DPZ  va a intervenir y dará ayudas para consolidar las ruinas de la Iglesia.

Carlos está redactando un escrito para solicitar  que sea declarado “sitio histórico” por su relación con la guerra civil.

El ayuntamiento de Fuentes está dispuesto a ayudar a Rodén. Que exista la asociación  “Torre Rodén” es muy importante para canalizar las actuaciones.

Cuando estemos en el pueblo es importante relacionarnos y hablar con los vecinos, nos dice Belén. Carmen dice  que siempre se mueve con el nativo.

Llegamos a Fuentes de Ebro por la carretera ce Castellón y allí tomamos un desvío hacia Mediana por la CV-209, que nos llevará a Rodén.

LLEGADA AL PUEBLO

Pasamos un viaducto del AVE y enseguida aparece Rodén con su estampa singular y pintoresca. Hace muchos años vine y ahora me sorprende ver el AVE tan cerca del pueblo. Afecta, desde luego, a la percepción de este paisaje. 

Bajamos del autobús y Alfonso nos recibe. Con el vamos a una nave a la entrada del pueblo. Es particular pero la prestan para estas actividades. Allí han dispuesto unas mesas y sillas. En otra mesa, un grupo de mujeres están haciendo  empanadillas de canela y rosquillas que luego fríe una mujer mayor en una sartén grande. Poco después sacan café de puchero y desayunamos. Todo está buenísimo y felicitamos efusivamente alas cocineras.

Aprovechamos para hablar entre nosotros y con los vecinos. Rafa, asiduo viajero, me comenta su interesante viaje a Nápoles, Sorrento, Pompeya y el Vesubio… No le hubiera importado quedarse más tiempo en esas hermosas tierras… Hablo con Alfonso Soro, que es ceramista, me dice que antes de la guerra  había 8 talleres de cerámica en Fuentes. Después de la guerra solo quedó el de su familia. Me comentaban mis abuelos como poco después de la guerra, llegaban carros con  botijos y cántaros de Fuentes por la zona de Moyuela y Plenas a vender. Eran de color claro.

Alfonso toma el micrófono y comenta el programa de actividades del día. Belén comenta algo sobre las Jornadas Europeas de Patrimonio y su significado.

 

 

PREPARACIÓN DE LA CERÁMICA

Después del magnífico desayuno, nos desplazamos a la parte posterior de la manzana, donde Javier Fanlo, ceramista de Muel, va a cocer unas vasijas que han hecho un grupo de la localidad.  Son piezas hechas a mano, sin torno, que se han dejado secar y ahora se cocerán. En las excavaciones del cabezo se encontró cerámica hecha sin torno y por eso la hacemos aquí. Una vez seco el barro, se pone durante una hora o por ahí encima de unas brasas, algo separado  de las brasas por ladrillos refractarios y alguna superficie.

Pasado ese tiempo, se ponen alrededor ramas que se queman sin que las llamas toquen las piezas, durante otra hora. Después se cubre de lecha y se hace una pira, quemándose durante otra hora. Depende de si tiene oxigeno o no, saldrá la cerámica de un tono o de otro. Si hay mucho oxígeno , sale la cerámica roja, si hay poco oxigeno sale negra…

En el cabezo de la Cruz salieron cuencos con cereal y donde estaba quedaron grandes manchones negros…

 

 

EL POBLADO DEL CABECICO DE LA HORCA  

Mientras el fuego va haciendo su labor, aprovechamos para subir a visitar el poblado íbero del “Cabecico de la Horca”  Subimos por un camino. El paisaje es bastante árido pero las vistas espectaculares: debajo de nosotros se ve el valle del Ginel y al otro lado un precioso paisaje estepario, entre el que descuella el pueblo viejo de Rodén.

Antes de llegar al Cabecico hay una serie de pilares que eran las estaciones de un antiguo vía crucis. Posiblemente al final del vía crucis habría una ermita. Vemos el cementerio algo alejado de la población y tres antenas de ADIF, al servicio del AVE que parecen las tres cruces de  un calvario.

El pòblado. La excavaci´´on se hizo por obras del AVE, obras que afectaron al poblado de extremo a extremo. Hay un trabajo en Internet sobre este poblado y su excavación pero está en ingles (enlace, Texto completo (pdf) - Dialnet).

Este poblado lo descubrió Antonio Fereruela, que estudió la zona hace unos años. Cuando se iba a construir el AVE, el primer proyecto pasaba por en medio de la huerta de Fuentes y provocó mucho rechazo, desviándolo posteriormente por el secano, y claro, hay tantos yacimientos que a uno u otro le tenía que afectar.

Como consecuencia de las obras del AVE, la empresa encargó el trabajo a una empresa de excavaciones arqueológicas. Estas empresas no se ponen en contacto con los arqueólogos que están trabajano e yacimiento, para evitarse problemas. Como son contratadas por el constructor, éste contrata a las empresas que menos problemas le den. Y es surrealista constatar que solo han excavado los metros afectados, habiéndose levantado una valla para preservarlos en medio de las estancias, sin ni siquiera excavar la estancia completa… increíble.

Las explicaciones las recibimos del arqueólogo Jesús Picazo, que conoce muy bien el tema, y nos  comenta cómo se detecta la presencia de construcciones, fosos, etc,.  El poblado estaba amurallado con bastiones  y con fosos. Es del año 700-600 ad C., y su extensión posiblemente de 13.000 a 15.000 metros cuadrados. La cerámica que se encuentra está meteorizada por haberse expuesto al aire pues la que permanece enterrada se encuentra en perfecta condiciones. El poblado fue incendiado pues quedan amontonamientos y restos de cenizas…

Este poblado es destruido sobre el 500 – 475 adC.

Cerca del poblado se ven trincheras abiertas en la Guerra Civil.

El profesor Picazo comenta que esta población tenía 50 o 60 casas y cada casa unos 5 0 6 habitantes,  unos 250 habitantes, que debían de ser de la tribu de los sedetanos.

El poblado se estructuraba a lo largo de una calle zigzagueante mas o menos central, con un canal en medio y había manzanas de casas a los lados. Cada casa era un rectángulo de unos 7 u8 metros de largo por 3 o 4 de ancho.

Cada casa tenía dos o tres estancias. Se entraba por la calle principal. La puerta estaba centrada o un poco a la derecha. La primera estancia era el vestíbulo, donde solía haber un banco de piedra, corrido a la izquierda, y un horno donde se cocía el pan o los asados. Encima del banco había alacenas de obra. También había molinos de grano  aquí. En el vestíbulo han aparecido restos de telares lo que indica que allí tejían o hacían algunas actividades.

La estancia central era el hogar, y allí se dormía también, sobre esterillas o pequeños altillos de madera.

Los niños pequeños que morían eran enterrados en el suelo de las casas.

El tejado era a una vertiente y con caída a la calle central. Se sustentaba sobre postes de madera, troncos  a modo de vigas y sobre estas ramas y barro.

El cementerio estaría a 500 o 600 metros del poblado, posiblemente en el llano. Cuando morían, incineraban al muerto y lo metían en una vasija. A veces ponían un túmulo de piedras encima.

Se instalaron en esta zona,  para colonizar los espacios aluviales,  en la época en que se pudo arar la tierra, a partir del 8oo a d C. Aquí explotaban la salida del Ginel hacia el Ebro. En este yacimiento fundirían cobre para hacer bronce y algo de hierro. Básicamente serían agricultores con algo de ganado. Cultivaban la vid, pero no se sabe si para vino. En alguna estructura de techo han aparecido  pepitas de uva pero tal vez se hacían pasas.

En la zona hay varios yacimientos interesantes: el cabezo de la Corona, el de la Cabañeta de El  Burgo…

Cuenta el arqueólogo que cuando estaban excavando el cabezo de la Cruz, en Muel,  los camioneros y conductores les insultaban, pues la excavación retrasó las obras y la gente no lo entiendía. Para la arqueología estos últimos 8 o 10 años del boom han sido terribles, la destrucción ha sido tremenda, sobre todo por la construcción de infraestructuras. Multitud de sitios pequeños o desconocidos, han sido arrasados sin ninguna piedad.

La divulgación es fundamental para que estas cosas no se repitan.

Descendiendo de la visita me cuenta Juan Pablo que en Rodén es famosa en el mundo una cantera de alabastro de la cual salen bolos que su parte interior esta cristalizado el yeso, bolos con hueco dentro con cristales transparente de yeso de hasta 10 cms de largo. En muchos museos de geología hay estos alabastros.

 

IGLESIA DEL PUEBLO VIEJO

Ahora vamos a ver el pueblo viejo. Vista sorprendente: a un lado las ruinas del pueblo, al otro el enorme y cercano viaducto del AVE. Vamos hacia  la Iglesia con impresionantes contrafuertes. Carlos Bitrián comenta que  el pueblo viejo tiene una acrópolis formada por la Iglesia, la torre y el castillo. La iglesia dedicada a San Martín de Tours,  es de una nave con bóveda de dos tramos. Se aprovechó el estrato de la roca natural, que se excavó para hacer parte de la nave. El presbiterio es poligonal, con bóveda nerviada. La iglesia es anterior al siglo XVI y en el XVIII (hay un graffiti de 1759) se dotó de nueva cubierta.  En la imposta se aprecia cómo se integra la de una fecha con la otra con cierta dificultad. Había un coro a los pies de la iglesia, a través del cual se accedía a la torre, algo separada de la Iglesia. A la derecha hay una hornacina donde se encontraba la Virgen de la Cama. Hace unos años cayó un arco solitario que quedaba de la cubierta.

Los contrafuertes exteriores de la iglesia son anteriores a la guerra civil, en uno de ellos aparece la fecha de 1906. La torre tiene contrafuertes pero se hicieron después de la guerra, para que no se cayera .

La torre es un elemento muy importante, construida con bolos de alabastro, y con gran fuerza paisajística. La asociación quiere arreglar la techumbre de la torre.

 

EL CASTILLO

De allí vamos al castillo, espectacular. La bóveda del castillo está de mírame y no retoques. Es el único espacio cubierto que queda del pueblo viejo.

Estamos en un espacio anterior al castillo, que debía ser la plaza de amas. En el centro quedan restos de un aljibe. Existe una leyenda, como en muchos castillos, que desde el castillo por un subterráneo se pdía llegar al Ginel.  La plaza con el ayuntamiento se encuentra más abajo. Al acabar la guerra se habilitó allí una capilla..

La estructura del castillo se puede colapsar. Habría que apuntalar ya, tomar medidas de precaución. Es el único interior que se conserva y eso es muy interesante. Que aguante esta estructura parece milagrosos. Si se realizaran cálculos lo más probable es  que fallaran. Recuerda un poco al castillo de Cadrete, que era de  raiz islámica. En la parte superior había otra nave con bóveda, se ven los arranques.

En el valle quedan restos de alquerías árabes… y en un cerro próximo quedan los restos de un torreón islámico.

  

LA COCCIÓN DE CERÁMICA

De allí descendemos adonde se encuentra Javier Fanlo con su cocción de piezas cerámicas. Ya ha puesto la pira de leña y le ha pegado fuego. Coge una pieza y la coloca encima de esparto, que se quema y se reduce, quedando la vasija negra. De alli la mete en agua, y no se rompe, pensábamos que si pero aguanta debido a que el barro lleva chamota. Saca la pieza y ha quedado preciosa y resistente. Dan ganas de llegar a casa y ponerse a hacer esa cerámica.

 

EL DANCE

 Nos desplazamos a la plaza, donde van a realizar el dance. Algunos nos metemos a ver la Iglesia, que es obra de Regiones devastadas, diseñada por el arquitecto Martínez de Ubago. Es sencilla, de una nave. Dentro son reseñables dos campanas del pueblo viejo. Que leo fueron robadas en agosto de 2011 y posteriormente devueltas por el ladrón. También hay un Cristo crucificado que parece del siglo XVIII. Nos cuenta una vecina que este Cristo lo regaló después de la guerra don Miguel Allué Salvador, ya que su madre era de Rodén. Este Cristo lo tienen catalogado en el arzobispado. De las imágenes de la iglesia vieja nos dice que no queda ninguna. 

El dance parece ser que no ha desaparecido nunca, pero se hacía esporádicamente. Actualmente está recuperado. Un grupo de jóvenes lo ejecutan con bastones. Son 8, aunque nos dicen que normalmente son más. La música la toca una muchacha con gaita de boto. El dance tiene varias mudanzas. Ejecutan tres de ellas: la del Pajarillo, Marilón y Caballero. Se hacía, y se sigue haciendo, para la fiesta de San Martín, el 11 de noviembre. Lo han hecho muy bien.

Después del dance un jotero espontáneo canta una jota a la puerta de la iglesia.

 

PALABRAS DE CARLOS BITRIÁN 

Ya nos dirigimos a la nave donde estaban las mesas del desayuno y esperamos la comida. Mientras dicen unas palabras Alfonso Soro y luego Carlos Bitrián, que da las gracias a la Asociación “Torre Roden”, pueblo hospitalario. Habla de cómo surgió la relación con Roden, y como a partir de una visita a Corbera (Tarragona) decidió hacer la tesis sobre  pueblos abandonados por la guerra y que se construyó otro nuevo.

Se pueden clasificar en varias categorías:

-La mayoría de los pueblos dañados, se arreglaron.

-Pueblos arrasados, muy destruidos pero reconstruidos totalmente sobre el mismo solar, como Guernica.

-Pueblos muy dañados, pero reconstruidos sobre el mismo solar pero con otro trazado diferente, como Brunete.

- Aquellos que no se reconstruyeron y se volvieron a edificar de nueva planta. De este tipo son muy escasos. Por ejemplo Belchite y Rodén.

En Belchite quiso el nuevo estado mostrar su capacidad  para reconstruir el país, reconstrucción anímica a partir de la reconstrucción material.

Estos pueblos eran adoptados por Franco. En España había unos 150 pueblos así adoptados. Hay 7 pueblos en España que se rehicieron en otro lugar: Belchite, Rodén (ambos en Zaragoza), Corbera (Tarragona), Grajanejos, Montarrón, Zarzacapilla y Seseña (Toledo).

Aldeancheta es el caso de un pueblo que desapareció de la faz de la tierra, fue destruido y no se rehizo ni nada, desapareció, el único de España.

Rodén es un pueblo excepcional para la historia de España, se ha quedado enmarcado por esa acrópolis. De esos pueblos, 3 son los que impresionan: Belchite, Corbera y Rodén. Son únicos, no tiene parangón en Europa, pero Rodén tiene un valor incalculable.

Belchite y Corbera están declarados BICs. Rodén no. Las dos asociaciones estamos en la fase de solicitud de declaración de BIC para Rodén. Aparte del pueblo viejo, el estado, después de la Guerra, a través de “regiones devastadas” hizo pueblos nuevos. Corbera y Belchite se hicieron sobre una retícula y Rodén se hizo con un trazado de carácter orgánico. Martinez de Ubago hizo la Iglesia y las Escuelas. De él es el Seminario de Zaragoza y el cine Coliseo. Esta arquitectura del primer franquismo tiene valores arquitectónicos muy interesantes. Rodén es un lugar excepcional de Aragón y de España.

 

LA COMIDA

 Después de la charla viene el almuerzo por la asociación Torre-Rodén. Hay unos platos de cebolla de Fuentes y olivas negras. Luego tenemos asado de codillo con patatas, muy rico. Tomamos un helado, café y licores… Nos han invitado muy generosamente y Apudepa aportó unas pastas procedentes de Lumpiaque. Durante la comida nos relacionamos con los vecinos de Rodén. Estoy junto a uno de los danzantes, Samuel Molina. Me cuenta que tiene un lema para todo en esta vida “Para flojar, pretar”. Él y su familia se dedican al cultivo de la cebolla de Fuentes, y son los que solicitaron la denominación de origen. Me habla que en cierta ocasión vino una mujer a hacer cata de cebollas.

Una comida muy agradable, hablando y estando a gusto.

Después de comer nos acercamos a la casa que está haciéndose Alfonso. Muy maja casa. Ya de allí, sobre las 6 de la tarde nos despedimos de los hospitalarios miembros de la Asociación “Torre Rodén“ y volvemos para Zaragoza  todos muy contentos y agradecidos. 

Apudepa rechaza el tipo de catalogación propuesto para Averly por la Diputación General y denuncia que deja desprotegidos más de dos tercios del conjunto

Apudepa denuncia que la solución propuesta es claramente una solución de compromiso que solamente se comprende si ha sido pactada expresa o tácitamente con la empresa constructora

La Asociación presentará alegaciones para que se declare BIC todo el conjunto, el más relevante del patrimonio industrial aragonés

La Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés, Apudepa, ha estudiado la propuesta de catalogación que la Diputación General de Aragón plantea para la histórica Fundición Averly. Después de este estudio, Apudepa ha concluido que la catalogación propuesta es claramente insuficiente, inadecuada al valor de Averly, ignorante de su realidad histórica y física y atentatoria contra su unidad.

Apudepa denuncia, en primer lugar, que la categoría finalmente propuesta para Averly (Bien Catalogado) es claramente insuficiente para la fundición, pues la relevancia de la fábrica la hace merecedora de la condición de Bien de Interés Cultural, según han confirmado todos los informes de los expertos, de acuerdo con lo dispuesto por la Ley de Patrimonio Cultural Aragonés. La Ley prevé la figura del Conjunto Histórico (lo que evidentemente es Averly) para el caso de los Bienes de Interés Cultural.

Además de la inadecuación de la catalogación finalmente propuesta por la Diputación General, Apudepa denuncia que el alcance de tal catalogación no es solamente insuficiente sino arbitrario e ilógico, definido claramente por intereses económicos y no por criterios que puedan defenderse desde una perspectiva cultural y patrimonial. Así, piezas elementales como la nave de modelos o el taller de fundición quedan fuera de la catalogación propuesta, de la misma manera que un gran número de elementos muebles de gran valor industrial. La prueba más evidente de los criterios que guían la propuesta de catalogación, absolutamente acientíficos, es que las redes de infraestructuras y transportes, de enorme valor desde la perspectiva del patrimonio industrial, han sido protegidas únicamente en el tramo que no afecta a los planes de construcción de viviendas.

Por todo ello Apudepa considera que la catalogación propuesta por la Diputación General no solo no atiende al valor patrimonial del bien ni obedece a criterios culturales sino que, además, es claramente el fruto de un pacto expreso o tácito que permite a la empresa promotora la construcción de viviendas, tal y como tenía planteado. La Ley de Patrimonio Cultural no entiende de soluciones de compromiso y, en defensa de su letra y de su espíritu, Apudepa anuncia que presentará alegaciones para que Averly sea declarada BIC y reconocida en todo su perímetro. En esa labor la Asociación recurrirá a todas las instancias que resulten precisas.

Zaragoza, 26 de agosto de 2013

Averly y la ciudad del bien común

Averly y la ciudad del bien común

Artículo de Carlos Bitrián, presidente de Apudepa, publicado por Heraldo de Aragón en su edición de 3 de julio de 2013. Imagen tomada de la página web de la empresa.

Averly guarda en su nombre algún eco de comunidad utópica. O quizá solo sea que me lo sugiere el hecho de haberlo visto resistir milagrosamente en sus metálicas letras del portal de María Agustín durante los años más duros de la embestida inmobiliaria. El caso cierto es que la fundición ha logrado llegar hasta el presente como una bolsa de misterio en el corazón de la ciudad, tamizada por un frondoso arbolado y una pátina de antigüedad que parecían hacerla ajena a los fenómenos urbanos. Averly es, sin duda, uno de los conjuntos históricos clave de la época dorada de la industrialización aragonesa. Inexplicablemente (¿inexplicablemente?) este conjunto fabril, considerado de primer orden por el Plan Nacional del Patrimonio Industrial, no ha recibido más protección que una ridícula catalogación parcial. Si Averly pierde el interés de alguna manera es, precisamente, tomándolo por partes: el complejo forma una unidad orgánica en la que se mezcla cuanto responde al sistema productivo con los anhelos trascendentes de la pujante mentalidad industrial. A este respecto, la combinación de la sencillez funcionalista con cierto pintoresquismo burgués confiere al conjunto un atractivo especial. Los volúmenes se articulan armónicamente con los generosos espacios libres y los interiores se resuelven con racionalidad constructiva no exenta de sofisticación técnica. Su contenido es inseparable del continente: en buena medida, los talleres son la matriz del detalle del paisaje urbano de Zaragoza. Desde el siglo XIX, las calles, las plazas, los jardines y los parques de la ciudad encuentran su misterioso trasunto en el hermoso almacén donde se amontonan con caótica gracia los moldes de fuentes, esculturas, bancos, farolas y un sinfín de las más familiares piezas. El enorme interés de Averly es inseparable de su consideración como conjunto y tomarlo por partes es, en última instancia, destruirlo. Hace muy poco tiempo se ha conocido la compra del complejo por una inmobiliaria que se aprestó a anunciar el derribo de las naves para la construcción de 200 viviendas. Lo comunicó la misma semana en que llegaron nuevos datos sobre la situación del parque español de viviendas. El Colegio de Registradores ha informado de que el año pasado 30034 familias perdieron su hogar debido a las ejecuciones hipotecarias. La Fundación de las Cajas de Ahorros afirma, por su parte, que la demanda comercial de vivienda en España no podrá absorber el stock existente al menos hasta 2025, sin descartar una mayor lentitud en el proceso. Ante este estado de cosas ¿por qué ha de consentir la ciudad que le construyan más viviendas si no las necesita? La sociedad ha asimilado sumisa y acríticamente que el interés particular de una muy pequeña minoría puede determinar el proceso urbano. Se ha impuesto una interpretación del derecho a la propiedad privada que lo toma en realidad como un derecho a la acumulación ilimitada con fines especulativos. Comprendido con tamaño desprecio al bien común, el pretendido derecho a acaparar y especular socava gravemente el resto de los derechos humanos, como el derecho a la vivienda o a la cultura. De hecho, el proceso inmobiliario ha atacado fuertemente a la pequeña propiedad privada con el recurso permanente a los abusivos desahucios o a figuras como el agente urbanizador. Y, como se ha hecho creer que esa lógica es la única posible, las grandes promotoras se atreven a anunciar la destrucción del patrimonio para la construcción de más viviendas justo cuando más patentes son las consecuencias de la burbuja española, con una desorbitada tasa de paro, una deuda nacional por las nubes y una feroz política de empobrecimiento a través del recorte de derechos laborales y sociales. La sociedad tiene en sus manos la creación de una nueva lógica mucho más legítima que la que la empobrece y la arruina cultural y ambientalmente. Para comenzar, simplemente valdría llenar de efecto el hoy ahuecado artículo 128 de la Constitución, que dispone con claridad que "toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general". Resulta urgente trasladar a la ciudad esa supeditación constitucional de la riqueza nacional al bien común. Si fuese cierto que Averly contiene en su nombre algo de comunidad utópica, quizá la lucha por su defensa nos pueda inspirar principios generales para una nueva ciudad de espacio verdaderamente justo, libre y culto.

Carlos Bitrián es arquitecto y presidente de Apudepa

Se buscan piezas para completar el puzzle de una joya gótica, y carencias de rigor

Se buscan piezas para completar el puzzle de una joya gótica, y carencias de rigor

Imagen publicada por el diario El País en su edición de 4 de mayo 

Leíamos ayer en El País un artículo elaborado por el periodista J.A. Montañés, articulista habitual de ese diario, teniendo como fuente de información un estudio de Alberto Velasco y Francesc Ruiz referido al retablo de la Dormición de la Virgen realizado al alimón por Pedro, o Pere, García de Benabarre y Jaume Ferrer, representantes destacados de la pintura gótica hispano flamenca, obra realizada para la iglesia de Peralta de la Sal (Huesca), 1450-1456. Cierto es que del artículo nos ha gustado y es meritorio el eje central del mismo, la rocambolesca búsqueda de unas tablas góticas dispersas por el mundo a partir de un informe elaborado por Joan Pijoan en 1908 y que tuvieron el gusto de investigar los citados Alberto Velasco y Francesc Ruiz. Ahora bien el artículo también tiene su miga pro catalana. Y de eso también merece la pena hablar. De la lectura se deduce que el pintor Pedro García de Benabarre era de Lérida y que allí pintó la tabla. Tampoco queda explícitamente señalado que la obra permaneció en Aragón durante 470 años y que salió de Peralta de la Sal, comarca de La Litera, provincia de Huesca, su lugar de origen.

Conviene aclarar desde un principio que Peralta de la Sal es una población que se encuentra en la franja oriental de Aragón, donde se habla catalán y que desde la Edad Media hasta 1995 estaba bajo el dominio eclesiástico del obispado de Lérida; que desde la segunda mitad del siglo XIX algunos obispos, autoridades, profesores y particulares catalanes mostraron más interés por la defensa y adquisición del tesoro artístico de España que otros territorios de España, y en concreto que el aragonés, y, finalmente, que en estos momentos el Museo Diocesano de Lérida retiene, según  sentencia firme del Vaticano, 111 piezas procedentes de las parroquias aragonesas de la zona oriental, bienes que están obligados a devolver a la diócesis de Barbastro-Monzón, tras un largo y penoso litigio. 

Si los citados estudios han presentado los hechos tal y como son expuestos por el periódico, al periódico correspondería una labor de rigurosa documentación para poner la cuestión en su punto justo, máxime cuando existe, como comentamos un hiriente litigio abierto por la cuestión artística, con varios frentes, entre Cataluña y Aragón. Estamos a este respecto muy cansados de simplismos que hieren, casi siempre, a la parte aragonesa.

Vayamos a algunos sencillos detalles que ayudan a desenmascarar ciertos datos. Como su nombre indica, Pedro García de Benabarre es aragonés, natural de la localidad de Benabarre en la Ribagorza (documentado en Huesca en 1445-1496), zona catalano parlante, igual que Peralta de la Sal en la comarca de la Litera. El uso de Pedro y de Pere en García de Benabarre es legítimo, pero lo que no se puede hacer en esa síntesis es vincularlo poco menos que solo con Lérida, como parece deducirse de la lectura del citado artículo.

Según la documentación que se conoce, las tablas realizadas por Pedro García de Benabarre  debió de pintarlas en Benabarre porque entre 1450-1455 el pintor residía en su localidad natal. No justifica el artículo su residencia en Lérida, cuando alude a que pintó la tabla referenciada en Lérida, coincidiendo con Jaime Ferrer. Se sabe documentalmente que unos años antes Pedro García había residido en Zaragoza, 1445-1450, donde debió de coincidir con Jaime Huguet y tras su estancia en Benabarre, 1450-1455, estuvo trabajando en Barcelona (1456-c. 1461) y más tarde en Barbastro con taller acreditado y documentado entre 1481-1496.

Convendría determinar finalmente quién vendió el retablo en la parroquia de Peralta de la Sal (Huesca), a quién, en qué fecha y cuánto pagó el comprador por las tablas, con qué permisos, pues estaba prohibido por la iglesia vender sus bienes, pero nada de todo eso queda claro en el artículo. Se recoge que entraron dos tablas en el MNAC en 1956, la ya citada tabla de la Dormición de la Virgen (obra de Pedro García de Benabarre) y de la Crucifixión (de Jaume Ferrer), a través de la colección Muntadas. Sabemos que D. Jose Camón Aznar hizo de esta colección un artículo para la revista Goya, “La colección Muntadas en el Museo de Barcelona” nº 20, 1957, págs. 90-97, referenciada en Dialnet. Las otras dos identificadas, también de García y Ferrer, Adoración de los Pastores y Anunciación, respectivamente  fueron a parar al Museo de Arte Cleveland, Ohio (USA), en la década de 1930.

Para la referencia que da el citado artículo relativa a la Junta de Museos de Cataluña y el beneplácito del obispo de la Seo de Urgell corresponde conocer la mentalidad del hombre masa que criticaba el arquitecto, académico y profesor, Fernando Chueca Goitia en su impagable libro, poco citado, La destrucción del legado urbanístico español, publicado en 1978 p.68). Decía Chueca Goitia, ¡Qué amarga experiencia he tenido discutiendo con prelados, canónigos, arciprestes que se han escandalizado porque hemos defendido una iglesia barroca, un retablo o unos sólidos y nobles blancos de iglesia! Su argumento de siempre:¿Pero qué valor le da usted a esto si no es más que una antigualla? A mí lo que me interesa es poner calefacción en la iglesia y abrir una cafetería en el centro parroquial. Y luego hemos visto esos retablos, esas imágenes, esos bancos, en el anticuario más próximo. Pero en el fondo, aunque engañándose a sí mismos, se dan cuentan de que tienen un valor, pero claro está, un valor traducible en dinero. Es que en ellos ha encarnado, como en los antiguos poderes maléficos el hombre-masa.

Ni Jaume Ferrer, ni Pedro García de Benabarre, en su natural opción artística de talleres que iban y venían en función de los encargos que recibían los maestros, podrían comprender algunos de los términos utilizados en este artículo. En fin, que vemos que la Reinaxença catalana arrastró lengua e identidades y con ello el arte, ¡cómo no el gótico!, momento de esplendor de la Corona Aragonesa. Y en ello están algunos aunque tengan que silenciar la historia más elemental. ¡Mal vamos todos por ese camino!

En conclusión, lamentamos la falta de imparcialidad del artículo (enlace) y señalamos la falta de autoridad en algunos puntos, los relacionados con el hiriente litigio artístico entre Cataluña y Aragón, y solicitamos que el diario proceda a la aclaración de la cuestión en los puntos confusamente presentados.

Averly, arqueología industrial Viva, por Javier Barreiro

Averly, arqueología industrial Viva,  por Javier Barreiro

 Puerta principal a la antigua fábrica de Averly

La antigua factoría Averly está en peligro. Intereses privados de oscuro calado y una administración pasiva, inoperante y anclada en estructuras espúreas, hacen posible que un lugar emblemático de la ciudad, conocidos por todos como de excepcional valor industrial, una factoría al completo, esté en peligro de demolición,  simplemente porque no cumple en su más estricto sentido  los fines para los que sirve la propia  administración, el bien común al servico interés general. Ahí tenemos el comienzo del drama. Naturalmente nos estamos refiriendo a penas repartidas entre el ayuntamiento de Zaragoza como de la propia DGA, representada en este caso en la Dirección General de Patrimonio Cultural, a última instancia institución que debía servir, pero que no sirve,  de salvaguarda del patrimonio cultural.

Javier Barreiro, escritor, publicó hace cosa de 7 años, año de 2005 el artículo "Averly, arqueología industrial Viva"  en la Revista Magia de Aragón nº 3.Visitó la fábrica y de ella nos hizo este vivo y excepcional retrato. Lean su interesante artículo y entenderán mejor el enorme interés de Averly. Ahora lo ha insertado en su blog. 

Firma tu apoyo y escribe un comentario en Change.org (enlace). Ya estamos en 3.383 firmas hoy día 18 de abril. 

 

Más información en el blog ¡Salvemos Averly! (enlace)

El sol brilla en Berbedel, Lucena de Jalón, Zaragoza

El sol brilla en Berbedel,  Lucena de Jalón, Zaragoza

Berbedel (Lucena de Jalón). Reloj de sol con sol proyectando las horas, 1646. Foto Apudepa. 2013

Hoy para ponerle buena cara a los asuntos de este país, y al patrimonio cultural que corre suerte parecida, nos vamos a fijar en el sol, quiero decir en un reloj de sol, posiblemente pieza de alabastro que luce en un ángulo a la altura del frontón que remata la fachada de la iglesia parroquial de Nª Sª del Pilar en Berbedel (Lucena de Jalón). El reloj sigue funcionando como antaño, en este rincón maravilloso del valle del Jalón donde hay ésta instalado  un trozo de cielo y digo esto  por la belleza de sus campos y  la paz que allí se respira. Estamos en plena vega del río jalón, en lo que fue señorío de los condes de Berbedel. Fue D. Francisco Gonzalez de Urrea, conde de Berbedel,  el que mandó construir la iglesia, y posiblemente el palacio anexo,  las casas de los colonos y el granero,   uno de esas raras  unidades de explotación agrícolas que casi se conserva como antaño. Todo el conjunto de ladrillo a cara vista forma una plaza en U, correspondiendo a la fachada principal,  yla parte posterior del palacio recae hacia la vega. Pero no hay conciencia del valor de su conjunto, cierto es que Lucena de Jalón, pueblo pequeño al que pertenece la pedanía de Berbedel, está haciendo un esfuerzo por recuperar la iglesia y por ello le felicitamos.  El conjunto es un tesoro  que debiera estar catalogado y protegido a nivel municipal y a nivel de la Diputación General de Aragón, en lógica respuesta  de la administración a la legislación.  Mañana lo preguntamos.

Véase el comentario de Berbedel en Valdejalón, “Tierra para vivir”

Ayer visita de Apudepa al Teatro Principal

Ayer visita de Apudepa al Teatro Principal

Vista del  grupo desde el escenario. Foto Blanca Esquilino 

Ayer, socios  y simpatizantes de Apudepa,  grupo de unas 25 personas, tuvimos ocasión de conocer por dentro el teatro Principal  de Zaragoza. Fue una visita guiada y bien comentada por personal interno del teatro, a los que estamos muy agradecidos por esa estupenda labor educativa  que  realizan a menudo, siempre que lo permite el calendario del teatro, y que amablemente nos han ofrecido en esta ocasión.  

Desde el punto de vista del patrimonio se conserva bien todo el espacio del patio de butacas hasta el techo, obra que tiene el sello del arquitecto Ricardo Magdalena de finales del siglo XIX. También la intervención  de 1935 a 1939 correspondiente al gran hall y escaleras actuales de acceso, obra de los arquitectos Beltrán y Regino Borobio. Otro gallo es todo lo demás: escenario, camerinos  y  antigua escalera al teatro  que han sucumbido bajo la actuación  de 1987 de Pérez Latorre. Fueron actuaciones irreversibles. Una lástima porque merecían haberse conservado. En el recorrido se nos explicó también con detalle dos murales modernos de interés: uno de Broto, “Vista de Zaragoza,” y otro de Jorge Gay, una especie de ‘alegoría del teatro’, ambos de las fechas mencionadas de rehabilitación.

Sin duda el teatro merece una catalogación máxima, Bien de Interés Cultural, pero al parecer solo  figura “catalogado” por el Gobierno de Aragón