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APUDEPA

¡Que viva la crisis!

¡Que viva la crisis!

Despertarse en un nuevo día de crisis no tiene por qué dejar de ser esperanzador. Hoy mismo nos desayunamos con noticias magníficas: El ahorro de las familias españolas sube a su máximo histórico y las emisiones de CO2 caen como nunca lo habían hecho. ¿Y son las únicas buenas noticias de la crisis? ¡No! Se modera la deuda hipotecaria, cada vez se paralizan más proyectos de urbanización y programas de construcción, comienza a tomarse un poquito en serio el alquiler y nos vamos ahorrando los numeritos circenses de los arquitectos del mundo con sus juegos de magia y sus abracadabra aquí y allá. ¡Incluso corre peligro la Fórmula 1!

Claro, no nos olvidamos. El verdadero problema es el paro, una tragedia que atañe cada vez a más personas y que, esto sí, merece toda la seriedad y preocupación. Pero tal vez la solución esté por aquí: en la construcción de un mercado laboral y de un contexto social que sea justo y que no vincule el empleo a la destrucción del territorio, el consumo exacerbado, la emisión de CO2 y la degradación del medio ambiente.

Quizá podría empezarse metiendo mano a las SICAV

 

2 comentarios

Lygeum -

Esto se llama decrecimiento. Espontáneo, pero decrecimiento. Si hubiera sido mínimamente calculado y programado, para evitar secuelas sociales, sería perfecto.

Muchos economistas lo venían anunciando: decrecer de forma ordenada y premeditada, o de forma obligatoria y desordenada...

Marianin -

Sí, Sí, Sí, que metan mano a las SICAV.