La torre mudéjar de Villanueva de Jalón

Villanueva de Jalón. Foto heraldo de Aragón, 9/2/2009. Nos alegramos mucho que haya personas como Santiago Gimeno e Isabel Langa  que en el espacio Heraldo Abierto  se dediquen a reivindicar la recuperación de unos espacios sociales de un pueblo abandonado, Villanueva de Jalón, situado en lo alto de un paraje impresionante con el  río Jalón a sus pies. Ellos reclaman la conservacion del  cementerio y de la torre mudéjar de una iglesia que se está arruinando por momentos pues en fechas recientes ha descubierto Santiago Gimeno la caída de parte de los muros de los pies. Solicitan, con el alcalde de Chodes, al que pertenece, el pueblo de Morata de Jalón también se halla muy cerca, que se intervenga de una vez, que no seamos tan dejados, tan desmanotados, que la dignidad de una comarca también está en conservar sus huellas de identidad, sus sentimientos compartidos (enlace con artículo sobre Isabel Langa).

Apudepa ha estado allí varias veces y comprende el dolor de estos antiguos  vecinos, de un  pueblo que se abandonó en 1965. Recuperar con sensatez la torre mudéjar y el pequeño cementerio adosado y consolidar la ruina del resto de la pequeña  iglesia mudéjar  no sería ningún despilfarro, no, sería aplicar algo de coherencia y  justicia con aquello que las instituciones  defienden a ultranza según en qué foros: el mudéjar. En consecuencia,   la comarca y  el departamento de Patrimonio Cultural  de la DGA deberían encontrar alguna solución.

Por cierto que Villanueva de Jalón como pueblo abandonado  es una joya en cuanto a la arquitectura popular y las técnicas constructivas. Claro que aquí nadie da importancia a todo eso y sin embargo desde nuestra asociación lo reivindicamos y lo reivindicaremos: la arquitectura popular. Añadir que recuperando  una o dos  casas en parte en pie, la iglesita y  el cementerio,  qué delicioso lugar de descanso para tanto marasmo que representa hoy la ciudad.

 

 

 

2 comentarios

[jose miguel - 18 de febrero de 2009 - 01:44]

Hace 30 años tenía la costumbre de ir a Villanueva de Jalon a pernoctar con unos amigos.Siempre me gustó su torre y el interior de la iglesia semi destruida. Entonces entrabamos en las casas que estaban en pié y segun los objetos que encontrabamos les poníamos nombre: si libros, la casa del maestro; si frascos de medicamentos, la casa del medico; si legajos, el ayuntamiento...Teniamos la casa del republicano por una carta en cuyo sobre habian pegado hilos muy juntos de tres colores hasta componer una bandera republicana, carta que se mando durante la contienda y debió de mantenerse oculta mucho tiempo...vasijas abandonadas, restos de vajillas, herramientas oxidadas y otros tesoros surgían del olvido como por arte de magia y parecía que algo de las personas que allí vivieron renacía un instante cuando nuestra imaginación ponia un rostro borroso a su antiguo dueño e inmediatamente se desdibujaba para dar timepo al siguiente personaje. Recuerdo el cementerio y su exiguo velatorio; Un edificio con dos bancos laterales, una mesa para el feretro en el centro, tejado y cuatro paredes, sitio para seis, siete con el difunto.
Un muro de la iglesia tenia un hueco detras de donde tendría que haber un retablo y alguien decia que hubo un tesoro escondido allí en la época de la guerra de la independencia y que al desmontar el retablo con el abandono, aparecio para hacer ultima leyenda de este pueblo.
Recuerdo un escarpe rocoso de peligrosa ascension por la arista que llegaba hasta los restos de una torre de vigilancia de dificil datación y otra leyenda que decía que una losa en el suelo daba entrada a una sala inferior en la que se guardaba armas y quien sabe que otras maravillas.

[Marianin - 12 de febrero de 2009 - 18:45]

Qué ganas dan de perderse por allí.