La antigua iglesia de Otal, BIC, se hunde
Estos días la prensa se ha ocupado del tema a raíz de esta nota de prensa. Ha ocurrido lo que se veía venir si no se actuaba. Ahora en la antigua iglesia de Otal, monumento histórico-artístico, declarado BIC, hay que actuar para paralizar la ruina y proceder a un proyecto de intervención respetuoso. Lo que es innegable es que hemos perdido parte de un patrimonio y mientras tanto la Dirección General de Patrimonio Cultural de la DGA reaccionaba en un primer momento mal y tarde, bien es cierto que a las 24 horas rectificaban y parece ser que iglesia-gobierno van a poner cartas en el asunto. Lo iremos comprobando.
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NOTA DE PRENSA
Apudepa comunica que se ha hundido la techumbre de la iglesia de San Miguel de Otal en Sobrepuerto (municipio de Broto), ejemplo destacado de los templos de Serrablo y declarada BIC
La Asociación, que viene solicitando desde 2006 que se actúe sobre el templo, insta la urgente intervención del Gobierno de Aragón, dado que la iglesia cuenta con la máxima catalogación del patrimonio cultural argonés
Contrastada la triste e indigante noticia por uno de nuestros socios, Apudepa da a conocer a la opinión pública que un edificio de enorme significación histórica y antigüedad, la iglesia de San Miguel de Otal, se ha hundido. El derrumbe ha afectado a la techumbre de la iglesia, en la zona entre el ábside y el coro. La cubierta consistía en una estructura a doble vertiente que se alzaba a notable altura desde el ábside, siendo el material que la caracterizaba la madera, al interior, y la piedra en losas al exterior. En 1982 la meritoria Asociación de Amigos de Serrablo la había restaurado, salvándola de una ruina segura. La iglesia de San Miguel, que pertenece al mozárabe serrablés del siglo X (según A. Durán Gudiol, aunque otros autores la incluyen en el románico del siglo XI, con características de mozarabismo, A. Canellas y A. San Vicente, y hasta en el siglo XII, M. García Guatas), fue declarada Monumento Nacional por Real Decreto de 12 de noviembre de 1982, siendo por tanto Bien de Interés Cultural, la máxima catalogación que contemplan las legislaciones española y aragonesa para el patrimonio cultural.
Otal es un pueblo no habitado desde 1970, ubicado en Sobrepuerto (municipio de Broto, Huesca), pero como tal protegido por la Ley 3/1999, de Patrimonio Cultural Aragonés, y por el propio Estatuto de Autonomía, que se hacen eco de la importancia de la conservación de los pueblos no habitados de Aragón.
Apudepa viene luchando desde 2006, cuando fue conocedora de la mala situación de la iglesia, por la conservación del edificio, a lo cual ha dedicado improtantes esfuerzos, sin obtener respuestas satisfactorias. En 2006 la Asociación dirigió instancias alertando de la situación y demandando mantenimiento a la Diputación General, al Ayuntamiento de Broto y a la Comarca de Sobrarbe. A consecuencia de estas gestiones la Diputación General ordenó el traslado de un arquitecto que visitó las iglesias de San Miguel de Otal, de San Bartolomé de Bergua (siglo XI, BIC. desde 2001) y de San Julián de Escartín (s. XII-XVIII). En 2006 visitó la iglesia de Bergua y en 2007 las de Otal y Escartín.
Realizado por el arquitecto Antonio García Cid, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, un informe-presupuesto de las obras de conservación a realizar, en la primavera de 2009 se restauró la ermita de san Bartolomé de Bergua, quedando en buenas condiciones. De las otras dos, Escartín y Otal, nada más de supo. Ahora sí que sabemos, que ha ocurrido lo evitable cuando no se practica la cultura del mantenimiento, imprescindible en materia de patrimonio cultural y especialmente en patrimonio arquitectónico expuesto a las inclemencias del tiempo y otros factores antrópicos, a menudo de efectos tan devastadores como el primero.
La Asociación, que dados los innumerables avisos efectuados se ve legitimada para pedir más atención a sus requerimientos, exige a la dirección General de Patrimonio Cultural que disponga una urgente intervención para detener la ruina del resto de la iglesia y reparar la situación en lo posible. Apudepa no puede finalizar esta nota sin mostrar la indignación y la consternación que tan mala noticia nos causa.
Zaragoza, 9 de mayo de 2012
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