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Intervenciones en Patrimonio

Reacciones al rebaje de la solera del Puente de Piedra y a la posible destrucción del claustro de San Lázaro

Reacciones al rebaje de la solera del Puente de Piedra y a la posible destrucción del claustro de San Lázaro

APUDEPA recopila, para los lectores del Blog, las reacciones a los proyectos de Expoagua, el Ayuntamiento y la Diputación General para el Puente de Piedra y el yacimiento arqueológico del Balcón de San Lázaro, dos conjuntos histórico-artísticos con mucha relación entre sí, como se aprecia en la imagen. Se trata, quizás, de una de las zonas más monumentales de Zaragoza (Convento de San Lázaro, Puente de Piedra, Pilar, Lonja, Seo, Ayuntamiento...). Zaragoza se juega demasiado para que solo importen las prisas.

Jerónimo Blasco, Director General de Operaciones de Expoagua. (Heraldo, 26 de julio de 2007)

Jerónimo Blasco, confirmó ayer la información adelantada por HERALDO sobre los proyectos de navegabilidad, aunque aseguró que "la solera del puente es un añadido posterior que carece de valor patrimonial y, además, está muy degradada en el ojo donde se plantea el rebaje". En ese sentido, argumentó que "la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural ha aprobado el proyecto porque entiende que el monumento no resulta afectado con la actuación que se propone".

José Manuel Pérez Latorre, arquitecto (Heraldo, 26 de julio de 2007)

José Manuel Pérez Latorre, arquitecto que dirigió la última restauración del monumento, en 1991, aseguraba ayer que en aquella reparación de la alcántara "no se tocó para nada la solera", lo que le induce a pensar que "lo más probable es que tenga un origen medieval".

APUDEPA (Heraldo, 26 de julio de 2007) 

APUDEPA (Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés) señalaba ayer en un comunicado que "resulta evidente que la obra que se quiere llevar a cabo no busca la recuperación de la obra original, por lo que debe concluirse que no se adapta a lo que debe hacerse en un Bien de Interés Cultural". APUDEPA califica de "frivolidad mayúscula" lo declarado por el director general de Patrimonio, Jaime Vicente. Y se pregunta: "¿Puede removerse la solera (del puente) por el hecho de no ser visible? ¿Es ese el rigor con el que trabaja el señor Vicente Redón?".

Belén Boloqui, historiadora del arte (Heraldo, 26 de julio de 2007)

De idéntica manera piensa la historiadora Belén Boloqui, miembro de APUDEPA. "Esa solera es antigua, y forma parte del puente".

Isabel Falcón, historiadora, especialista en la Zaragoza del XV (Heraldo, 26 de julio de 2007)

Para Isabel Falcón "el puente tuvo una importancia fundamental en la historia de Zaragoza. Aunque antes ya había puentes para cruzar el Ebro, durante mucho tiempo fue el único de piedra que permitía el paso. Habría que estudiar la documentación existente para saber de cúando es ese empedrado. Yo, desde luego, pienso que puede ser antiguo, aunque no tengo documentos que lo prueben. En cualquier caso, de hace veinte años no es".

Jesús Liz, profesor de la Universidad de Salamanca (Heraldo, 26 de julio de 2007)

Menos taxativo se mostraba el profesor de la Universidad de Salamanca Jesús Liz, que estudió el puente hace una veintena de años. "Creo que, en realidad, la mayor parte de lo que vemos actualmente del Puente de Piedra es relativamente moderno. Y es que las riadas han causado tantos daños que se ha tenido que reconstruir en varias ocasiones".

Isaac Moreno, estudioso de la ingeniería antigua (Heraldo, 26 de julio de 2007)

Isaac Moreno considera que "lo más probable es que en su día se hiciera una cimentación corrida", sobre la que se dispondría el empedrado que se quiere rebajar y que, a su juicio, "seguro que se realizó para provocar un “efecto azud”, para laminar el agua y evitar que se formaran turbulencias y remolinos, que son los que socavan los cimientos y puntos de apoyo del puente".

Carmen Gómez Urdáñez, historiadora del arte (Heraldo, 26 de julio de 2007)

La historiadora del arte Carmen Gómez Urdáñez fue rotunda: "El puente es Bien de Interés Cultural, y poco más hay que hablar. No se puede declarar BIC un monumento y luego hacer con él lo que nos da la gana. El puente, además, es una parte muy sustancial de la historia de la ciudad, y creo que los zaragozanos no nos podemos permitir ninguna alegría con él. El de Piedra, como todo puente, tiene una parte visible y otra que no lo es, pero ambas forman una estructura completa. Ya está bien de saltarse las leyes".

Editorial “Heraldo de Aragón” (Heraldo, 26 de julio de 2007)

Patrimonio despreciado. El respeto por el patrimonio cultural debería ser a estas alturas de la historia, de la democracia y de autonomía, un valor firmemente arraigado en la sociedad y en nuestras instituciones. Sin embargo, el patrimonio aragonés no deja de verse sometido a agresiones, deterioros y amenazas, en ocasiones incluso por parte, precisamente, de quien más obligado está a defenderlo.

A casos preocupantes y sintomáticos que se arrastran desde hace tiempo, como el del Teatro Fleta o el del edifico de la Escuela de Artes, ambos en Zaragoza, se suman nuevas causas de temor que parecen acumularse en los últimos días. En la capital oscense, se anuncia la continuación de una política urbanística que parece despreciar y condenar a la destrucción edificios singulares y objeto de aprecio popular, que conforman en buena medida la personalidad y el ambiente de la ciudad. En Zaragoza, acaba de saberse –sin previo aviso- que, al objeto de que los barquitos turísticos puedan navegar por el Ebro, no bastará con el azud, cuya construcción se proyectó con ese fin, sino que habrá que alterar parte de la estructura sumergida del Puente de Piedra, con siglos de antigüedad y acaso de época medieval, en una intervención que se presenta como menor pero que resulta significativa de la preocupante falta de previsión con la que se encaran algunos proyectos. Y, mientras tanto, en la provincia de Teruel, el Adif derriba las estaciones ferroviarias de Navarrete y Cuencabuena, interesante y encantadores ejemplos de arquitectura industrial debidos a Luis Gutiérrez Soto y a Secundino Zuazo, víctima ya de la piqueta en sus arrasadas casas racionalistas de la zona de la calle de Santa Teresa, de Zaragoza. En todos estos casos, la responsabilidad compete a instituciones y organismos públicos. La alerta de los expertos ante los despropósitos en marcha debería surtir algún efecto, incluso si los relevos en las instituciones y las vacaciones facilitan más que de costumbre los malos tratos a un patrimonio insustituible.

Juan Domínguez Lasierra, periodista (Heraldo, 26 de julio de 2007)

No se por qué se andan con tantas chiquitas... ¿Que molesta el puente? Pues se tira. Total, semejante antigualla, que no hace sino estorbar tantas iniciativas náuticas como se nos van ocurriendo y que no hay forma de hacer realidad por culpa de ese montón de piedras viejas...
Además, que ni es romano ni nada, que si al menos fuera romano, que total no debe tener más allá de cuatro o cinco siglos y si es un símbolo de Zaragoza pues se pone otro y andando, que ya es hora que se vayan buscando símbolos más modernos...
Lo que importa es que haya barcos, o barcas, que se paseen arriba y abajo, y abajo y arriba, con sus banderitas y sus turistas, que aunque no haya agua, tampoco importa, y si no, que se saque del Canal, o de Yesa, o se cambia el cauce del Gállego... Siempre hay soluciones. Somos tan imaginativos, se nos ocurren tales cosas..., aunque eso sí, hemos de reconocerlo, a veces improvisamos un poco, porque si hubiéramos pensado un poco mas, cinco minutos al menos, y hubiéramos considerado las circunstancias del río, por ejemplo la situación del puente, por ejemplo el calado de los barcos, por ejemplo el nivel del cauce, por ejemplo la sequía canicular..... pues, a lo mejor, tal vez, no hubiéramos pensado en hacer navegable el Ebro, que por eso hace tantos años que por aquí solo navegan barbos ( que en realidad son maderos de Utebo) y alguna piragua que otra, pero esas son capaces de navegar en una piscina, pero barcos, lo que se llama barcos, o barcas, con sus turistas y sus banderitas, como en el Támesis o en el Sena, que lindos los "bateaux mouche", hay que remontarse muy lejos, por ejemplo al tiempo de los romanos, que por algo tenemos restos de un puerto fluvial de aquella época, que, por cierto, que también son un montón de piedras y no se que hacen allí, estorbando, molestando, cuando podrían haberse levantado tantos cientos de pisos, y es que las piedras viejas, con eso de tener solera, como algunos puentes, no hacen sino molestar...

Enrique Mored, periodista (Heraldo, 26 de julio de 2007)

Campeones de la chapuza. Cuando las cosas se hacen mal, enderezarlas luego cuesta infinitamente más que hacerlas bien desde el principio. Y en el tema de la navegabilidad del Ebro, el alcalde y sus colegas de la Expo llevan camino de convertirse en campeones de la chapuza. Para empezar, el azud, que iba a pagar una empresa privada y no iba a costar un euro a la ciudad, vale –que se sepa- la nada despreciable cifra de 27,2 millones y por el momento no hay más pagador que el erario. Para seguir, esa infraestructura iba a garantizar un Ebro navegable y ahora restulta que hay que dragar el cauce y reventar un tramo de la solera del puente de Piedra para que puedan pasar las “exponaves”, que tienen más calado que profundidad el río. La alegre y optimista sociedad Expoagua –a la que la ciudad y su historia, por lo visto, le importa un pito- está dispuesta a intervenir de forma traumática sobre uno de los elementos más monumentales de Zaragoza con la aquiescencia de Dirección General de Patrimonio de la DGA. Alguien debería parar la chapuza antes de que se convierta en desastre.

Carlos Blázquez, escritor y experto en obras hidráulicas (Heraldo, 27 de julio de 2007)

La solera del puente de Piedra está documentada como elemento de la infraestructura, al menos, desde 1775. El escritor y experto en obras hidráulicas Carlos Blázquez explica que ese año hubo una gran riada en la que el agua entró en la calle Predicadores. "Se culpó de esa virulencia de la avenida a la solera, porque hacía de dique, y se ordenó rebajarla una altura aproximada de un metro", explica.

Este experto comenta que, además, fue preciso reparar la cimentación y el enlosado del zócalo, algo que ya había sucedido en 1720. Con las modificaciones posteriores que se produjeran (el mantenimiento del puente era una tarea continua y costosa), el diseño actual de la solera responde al de finales del siglo XVIII. Al igual que ayer hicieran otros expertos e historiadores, Blázquez destaca que la solera "es un elemento indisoluble del puente, seguramente está desde el primer momento que se hizo, aunque luego se haya modificado".

Cuando había que construir un puente sobre un río con el lecho limoso o de gravas, sin roca firme donde asentarlo, se hacía un zampeado, que consistía en clavar maderos (en este caso de sabina) en el fondo como pilotaje de los cimientos. La acción del agua tendía a socavar ese zampeado y la cimentación, por lo que se recurría al enlosado de toda la base para crear un efecto de azud que suavizase el paso del río y limitase su poder erosionador.

José Luis Trasobares (El Periódico de Aragón, 26 de julio de 2007)

Zaragoza es una urbe de largo e intenso pasado (también glorioso, aunque suene un poco cursi); así que no tiene nada de particular que cualquier excavación saque a la luz restos de tanta y tan larga historia. Pero ocurre también que en los últimos decenios Zaragoza se ha enamorado de los derribos y el hormigón, por este orden. La construcción mueve pasiones, anima la política, crea fortunas y marca nuestro destino. Tiendo a pensar que los Sitios de la capital aragonesa (cuyo bicentenario también se conmemora en el 2008, no se olvide) despertaron una enfermiza atracción del vecindario por la sistemática destrucción y reconstrucción de su ciudad.

Sea por lo que fuere, en este lugar al que amo con verdadera pasión (y por eso a veces me cabrean sus cosas) hay una contradicción esencial entre la abundancia arqueológica y el compulsivo deseo de ver trabajar grúas, excavadoras y hormigoneras. Una y otra vez llegan las máquinas, lo ponen todo patas arriba para levantar algún valioso edificio o alguna plaza o avenida no menos valiosa (hablando en términos presupuestarios y electorales)... y, ¡oh decepción!, enseguida aparecen restos de teatros romanos, foros, enormes bloques de la muralla, arrabales bereberes, conventos, claustros y toda la mundial arqueológica.

Deberíamos estar prevenidos (sobre todo cuando se obra en lugares donde la aparición de restos está cantada), pero resulta que no; en cuanto los primeros movimientos de tierra sacan a la luz el pasado, sobreviene el llanto y el crujir de dientes. Qué mala suerte, piensa el respetable. Y ahora habrá que parar todo, se temen los empresarios o políticos involucrados. ¡Total... por cuatro piedras!

Luego estamos los que pretendemos mirarnos en el espejo de otras ciudades europeas, donde la arqueología y la historia son bienvenidas porque aportan valor (incluso en términos económicos) y dan prestigio. Mas debemos expresarnos con prudencia. No nos tomen por locos o radicales.

Fernando Gimeno, Primer Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza (PSOE) (El Periódico de Aragón, 26 de julio de 2007)

El consejero de Presidencia del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Gimeno, acrecentó las críticas cuando afirmó, durante la sesión, que "debe haber continuidad viaria en la zona" y que "siendo importante los restos también importa la continuidad viaria en la ribera".

Gimeno, además, aseguró que, en relación con la aparición de los restos, "se preveía lo que podía ocurrir, lo que ha ocurrido y lo que aún puede ocurrir", aunque insistió en que el ayuntamiento quiere que las obras estén concluidas para la Expo.

Domingo Buesa, Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza (El Periódico de Aragón, 26 de julio de 2007)

El portavoz del PP, Domingo Buesa, fue uno de los más críticos con Gimeno. "Yo no admito lo del vial. Es la ley la que dice lo que se puede hacer o no y todo esto me parece una burla, un chanchullo tremendo, ya que los barrios se pueden conectar por muchos sitios", dijo.

Aunque Buesa no se olvidó del pliego de condiciones hecho público por Expoagua el pasado miércoles. "Es una vergüenza que nos tengamos que enterar por una página web de las obras que se ejecutarán", dijo. Por eso, reclamó al equipo de Gobierno (PSOE-PAR) que facilite a los grupos municipales todos los informes realizados hasta la fecha sobre el Balcón de San Lázaro.

Manuel Lorenzo Blasco, Tercer Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza (PAR) (El Periódico de Aragón, 26 de julio de 2007)

Por su parte, el PAR se mostró sorprendido por la noticia del derribo de dos estructuras de las ruinas, aunque aguardarán a que la Dirección General de Patrimonio se pronuncie. "Vamos a pedirles que hagan un nuevo informe para valorar los restos y marque las directrices a seguir a partir de ahora. El PAR estará con lo que ellos digan, puesto que son la máxima institución para decidir", explicó el aragonesista Manu Blasco, teniente de alcalde del consistorio.

Antonio Gaspar, Portavoz de CHA en el Ayuntamiento de Zaragoza (El Periódico de Aragón, 26 de julio de 2007)

Más beligerante se mostró el portavoz de CHA, Antonio Gaspar, que lamentó que no se haya buscado un consenso en esta determinación. "Me extraña y me parece una vergüenza que no se tenga un respeto escrupuloso con el patrimonio zaragozano y, en especial, con esta zona, dado que pertenece al entorno del Pilar y merece una protección máxima", sentenció el anterior teniente de alcalde de Urbanismo.

Gaspar señaló además que en esta obra es imprescincible realizar una excavación arqueológica completa. "No se puede saber si se hace o no el vial subterráneo si no se comienza por hacer las catas pertinentes, para respetar y demostrar el respeto que se tiene al patrimonio, como se hizo cuando CHA estaba en el equipo de Gobierno", añadió.

José Antonio Alonso, Portavoz de IU en el Ayuntamiento de Zaragoza (El Periódico de Aragón, 26 de julio de 2007)

Por su parte, el concejal de IU, José Manuel Alonso, resalto que "los restos encontrados son de la suficiente importancia como para tener el máximo respeto por ellos en la ordenación de la zona". El edil pidió también que el área peatonal se amplie al máximo.

 

APUDEPA denuncia la destrucción de la solera del Puente de Piedra para la Expo 2008

APUDEPA denuncia la destrucción de la solera del Puente de Piedra para la Expo 2008

 

Fotografía APUDEPA. APUDEPA ha tenido conocimiento de la intención de la empresa estatal Expoagua de plantear la navegabilidad del río Ebro en términos diferentes a los hasta ahora existentes, dado que se pretende la navegación de grandes barcos para el transporte de personas entre el recinto de la Exposición y el embarcadero previsto en el Azud.

La Asociación considera, sin embargo, que el Puente de Piedra ofrece serios obstáculos a dicha navegación, más allá de la creación de la lámina estable de agua, pues sus características muy determinadas difícilmente podrán compatibilizarse con el paso de barcos de gran o mediano calado. En este sentido, la Asociación es conocedora de la existencia de grandes losas entre los apoyos y tajamares del puente que conforman algo así como un suelo bajo las arcadas. Nos preguntamos, en este sentido, si la navegación de barcos de mediano porte es compatible con el mantenimiento del “suelo” bajo las arcadas del puente de Piedra, dado el bajo nivel del agua del Ebro en la época estival (la de la Exposición) a su paso por dicho puente (declarado Bien de Interés Cultural por Decreto 208/2002, de 11 de junio, de la Diputación General de Aragón).

Ante las alarmantes noticias recibidas en esta Asociación, APUDEPA ha realizado una consulta oficial a “Ebronautas”, que muy amablemente ha contestado nuestras preguntas, con la importante especificación de que sus aclaraciones se deben “a la experiencia diaria de la navegación educativa en piragua por el tramo de interés” y que por tanto sus observaciones están sujetas “a la necesaria comprobación con el método e instrumental adecuados”.

Ebronautas aclara que “la arcada con mayor calado es la segunda empezando por la margen derecha” y tiene un calado que para caudales de estiaje “oscila entre 40 y 20 cm”. Teniendo presente que, según se desprende de informaciones periodísticas el calado de los barcos “oscila entre los 75 cm del Félix de Azara y el metro del EbroBus”, y que, por las mismas fuentes, el Azud “eleva el calado en 15 cm” (Ebronautas), APUDEPA se pregunta cómo va a poder compatibilizarse la navegación con el mantenimiento integral de la arquitectura del Puente de Piedra.

Por ello la Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Cultural ha solicitado a la Dirección General de Patrimonio Cultural información sobre la posibilidad de compatibilizar la navegabilidad en el Ebro planteada por Expoagua con el mantenimiento integral de la arquitectura del Puente de Piedra (declarado Bien de Interés Cultural) en Zaragoza, con especial indicación de las afecciones que pudieran causarse en el “suelo” de grandes losas existente bajo las arcadas del mismo. APUDEPA solicita conocer, también, si el proyecto va a pasar por la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural, órgano competente para conocer cualquier actuación sobre el Puente de Piedra.

APUDEPA lamenta que varias actuaciones relacionadas con la muestra internacional, como la urbanización del Balcón de San Lázaro, están siendo insensibles al patrimonio cultural.

APUDEPA, 24 de julio de 2007

Circuito botánico en una antigua cantera de Ciudadela (Menorca)

Circuito botánico en una antigua cantera de Ciudadela (Menorca)

Ayer, día 21 de julio, recogía el diario El País un artículo que hemos considerado interesante por su novedad en el tratamiento cultural del patrimonio español. Se trata de una cantera abandonada a dos kilómetros de Ciudadela en el camí Vell de Mahó en Menorca. Como se dice en el texto las canteras (pedreres) de marès (piedra porosa fácil de trabajar) son arquitectura en negativo ¡Y que arquitectura, interesantísima! Unas técnicas desarrolladas desde hace unos 250 años han ido dejado impresionantes huellas, algunas en paredes verticales y rampas, y también algún enorme "laberinto", lo que desprende una magia especial a todo este espacio.

"En 1994, la escultora y arquitecta francesa Laetitia Lara, entusiasta y estudiosa de las canteras menorquinas, fundó la Asociación Líthica para la recuperación de la cantera. A base de tiempo, gestiones y esfuerzos, los animosos integrantes de Líthica han rehabilitado los espacios abandonados desde que cesó la extracción de la piedra y han creado un circuito botánico a lo largo de todo el recorrido", comenta el diario. Impresionan el vacío y los espacios cúbicos como se puede ver en la imágen presidida por el perfil del tótem "hombre" sin brazos, ubicado entre las antiguas canteras y las más recientes.

En el valle del Jalón, en la provincia de Zaragoza, existen enormes canteras, concretamente en Calatorao, que produce la conocida piedra negra de Calatorao, muy vistosa cuando está pulida, lo que da lugar a su brillo característico. Esta piedra se puso de moda desde, al menos, mediados del siglo XVII en monumentos aragoneses (baldaquinos de la Seo de Zaragoza).

Las canteras a cielo abierto se siguen explotando y existe un interesante vídeo de Eugenio Monesma hablando del proceso de extracción. Hace poco tiempo, como dos años, Apudepa estuvo en una de las canteras y un propietario nos comentaba que su producción se va más hacia el País Vasco que hacia Aragón.

Apudepa felicita a la Asociación ciudadana Líthica por su dedicación y alcances logrados. A nosotros nos sirve para reflexionar la ingente labor que nos queda por recorrer en nuestra tierra aragonesa.

La rehabilitada cantera de S´Hostal cerca de Ciudadela, isla de Menorca (imágenes en canales.laverdad.es, y en www.artifexbalear.org)

 

El ejemplo de otras ciudades: Hechos y no palabras

El ejemplo de otras ciudades: Hechos y no palabras

Ante la aparición de restos arqueológicos de interés, las ciudades reaccionan de formas muy diversas. Algunas, como nuestra querida Zaragoza, se asusta sobremanera, como si cualquier “piedra” en su camino constituyera una amenaza intolerable a “su” progreso. Otras, más pragmáticas, más cultas, ven en cualquier resto una oportunidad única para “dinamizar” el estado social, económico y cultural del lugar del hallazgo. Las menos se preocupan únicamente de proteger su cultura y su pasado, sin reparar en los seguros beneficios futuros de la conservación de sus restos.

Imágenes extraídas de la página web www.tv3.cat/elborn.

Las obras de construcción de la gran Biblioteca Provincial de Barcelona, que iba a instalarse en el Mercado del Born, dieron a conocer la existencia de importantes restos medievales de la ciudad, ruinas del barrio de la Ribera arrasado por Felipe V con motivo de la Guerra de Sucesión. Barcelona supo ver enseguida que, sin poseer valores artísticos excepcionales, esas ruinas iban a ser un revulsivo para esa zona de la ciudad y que, por la envergadura histórica de los restos, el documento no podía destruirse ni ocultarse, que debía ser mostrado a los ciudadanos para que pudieran comprender la historia de su ciudad. La presión de entidades y ciudadanos hizo posible, pues, que las ruinas del Born se conserven para la ciudad y que la tan ansiada Biblioteca Provincial se construya en un edificio de nueva planta en otro solar. En definitiva, la suma, en vez de la resta.

Zaragoza, sin embargo, no aprende que las huellas de su ser pasado exigen mostrarse al ciudadano para convertirse en una ciudad culta. Destruyó los restos romanos de la plaza del Pilar para construir un aparcamiento y ocultó los restos de uno de los yacimientos musulmanes más importantes de España, en Independencia. Solo ciertas actuaciones sobre algunos restos romanos fundamentales han sido acertadas. En los últimos tiempos han aparecido unos restos que nos enseñan cómo fue el Arrabal a lo largo de los siglos. La Diputación General y el Ayuntamiento, muy lejos de reaccionar como las comunidades cultas, se han apresurado a redactar proyectos que ocultan para siempre los restos del Convento de San Lázaro y que solo mantienen a la vista escasos restos del conjunto, perdiendo así éste su coherencia monumental y documental. Ojalá el Arrabal sepa comprender el valor que posee. Ojalá podamos aprender de otras ciudades. APUDEPA apuesta por ello.

Teruel, España: ¿Es lícito trasladar parte de un Bien de Interés Cultural?

Teruel, España: ¿Es lícito trasladar  parte de un Bien de Interés Cultural?

Foto del acueducto de P. Vedel, Teruel (España)

La polémica está servida. Parte de la canalización hidráulica que conforma el complejo entramado del  famoso Acueducto de Los Arcos en Teruel, obra  reconocida del siglo XVI de Pierres Vedel, ha sido trasladada  por una grúa a base de una funda de mortero y geotextil. La grúa de 500 toneladas moverá una parte de esa vieja conducción del agua. El tramo trsasladado pesa 70 toneladas y mide 26 m. de longitud.  Presupuesto 1´1 millones de euros. La obra que es Bien de Interés Cultural  desde el 2001 se ha justificado  por la construcción de un túnel  en  la via perimetral o futura Ronda de Barrios. Después se colocará en alto sobre esta mismo lugar.

En este país, en esta Comunidad, casi siempre pasa lo mismo: la cultura está supeditada a unos supuestos "intereses generales"  que mas bien mortifican al ciudadano más que otra cosa. Algunos del Ayuntamiento ya lo ven como una zona de reclamo turístico. En nombre del progreso se hacen muchas barbaridades que asociaciones y ciudadanos deberíamos tratar de evitar. Desde Apudepa nos preguntamos ¿no podía esa vía tener otra alternativa más acorde con esta infraestructura hidráulica? Los monumentos están para respetarlos tal y como recoge nuestra Constitución Española y la legislación vigente en España (Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985)  y en la  Comunidad Autónoma  de Aragón (Ley de Patrimonio Cultural Aragonés, Ley 3/1999).

Para más información: 

Artículo tomado de Redacción IU, 7/abril/2007

Artículo publicado en Aragón Digital, 4/6/2007

Artículo publicado en Heraldo de Aragón, 12/6/2007

 

La Azucarera de Alagón y las reflexiones sobre los sistemas de arquitectura de Josep Maria Montaner

La Azucarera de Alagón y las reflexiones sobre los sistemas de arquitectura de Josep Maria Montaner

Fotografía de APUDEPA, diciembre 2006 

Esta semana los medios de comunicación aragoneses publicaban el inicio de las labores de desescombro que Ebro Puleva, junto con el Ayuntamiento de Alagón, fijan como el primer paso para desarrollar urbanísticamente los suelos de la Azucarera. APUDEPA visitó a finales de diciembre de 2006 el magnífico conjunto y pudo comprobar “in situ” las extraordinarias cualidades de uno de los conjuntos mejor conservados de Aragón, pese a la desidia ¿y algo más? de autoridades, propiedad y conciudadanos. Desde la Asociación hemos apostado siempre por la conservación de los conjuntos fabriles como parte fundamental del conocimiento de la “era” industrial. Por ello, en el caso de la Azucarera de Nuestra Señora de las Mercedes, lugar en que todavía se puede reconstruir a la perfección el proceso de funcionamiento de una azucarera desde la llegada de la remolacha por ferrocarril, apostamos por la conservación de todo lo que se puede conservar, exteriormente e interiormente. Afortunadamente, Alagón cuenta con personas sensibles que están luchando ejemplar y desinteresadamente por la conservación de la Azucarera y gracias a las cuales la Diputación General ha iniciado un proceso de declaración como Bien Catalogado. APUDEPA, sin embargo, considera que el conjunto merece la categoría de Bien de Interés Cultural.

Por su interés, les presentamos seguidamente el artículo de Josep Maria Montaner “Sistemas de arquitectura” publicado por el diario El País el 25 de febrero de 2005. Montaner es arquitecto y Catedrático de Composición de la Universidad Politécnica de Cataluña. Ha recibido este año el Premio Nacional de Arquitectura otorgado por el Gobierno de España por sus artículos en diversos medios de comunicación y ha sido gran defensor del mantenimiento de la integridad de Can Ricart, magnífico conjunto fabril del tan maltratado Poble Nou barcelonés. Aquí nos habla de la importancia de los sistemas de arquitectura. Creemos que es muy importante tener muy presentes las reflexiones de Montaner para abordar la recuperación de la magnífica Azucarera de Alagón.

Artículo de Josep Maria Montaner publicado por el diario El País el 25 de febrero de 2005

Sistemas de arquitectura 

Los conjuntos industriales tienen fuertes cualidades de centralidad y flexibilidad

Entre el peligro constante de desaparición y las propuestas de rehabilitación, la arquitectura industrial sigue siendo actualidad. Y lo es por su valor histórico y social, por sus cualidades arquitectónicas y porque son conjuntos en situaciones urbanas estratégicas.

Hasta finales de los años setenta, predominaba el prejuicio de que la industria era una actividad molesta; la mentalidad purista de considerar degradante a la ciudad industrial. Durante la época del alcalde Porcioles en Barcelona y en los últimos años de la dictadura del general Franco, el criterio económico dominante era siempre el de rentabilizar el patrimonio de las viejas industrias con operaciones inmediatas de especulación: es decir, derribar las fábricas para hacer negocio inmobiliario. A pesar de que con la democracia se empezó a incorporar la sensibilidad por el patrimonio industrial, durante los primeros años la mayoría de intervenciones fueron de sustitución, para introducir los espacios públicos que la sociedad necesitaba y para llevar adelante grandes reformas urbanas, tal como ocurrió con el proyecto de la Villa Olímpica, que arrasó una parte del valioso patrimonio industrial del Poblenou. Las urgencias olímpicas pretendieron legitimar un proceso en el que -se decía- no había tiempo para pensar en salvar nada.

Sin embargo, los conjuntos industriales tienen fuertes cualidades de centralidad y flexibilidad. Fueron conformados con la capacidad intrínseca de transformación, tanto de los espacios interiores como por el crecimiento derivado de la ampliación o suma de edificios. Poseen plantas libres y sistemas de accesos y comunicación racionales y claros. Y, por necesidad, todo conjunto industrial se sitúa estratégicamente, bien relacionado con las terminales de transporte de materias primas, las redes de energía y los ríos, las infraestructuras y los sistemas urbanos. Estas características los sitúan actualmente en lugares de centralidad muy deseados para transformaciones urbanas y por empresas como las dedicadas a las tecnologías de información y comunicación (TIC).

Y lo que es más importante: cada conjunto industrial constituye un sistema, conforma un paisaje con una morfología propia basada en las relaciones entre edificios, espacios libres y entorno. Por ello no vale con salvar aquí una chimenea, allí una fachada, más allá sólo una nave de todo un conjunto.

Tal como explica el historiador JoanRoca en L’Avenç, en el número 288 (2004), la ciudad de Barcelona ha renegado de su pasado industrial. Hemos creado una imagen falsa de una ciudad que publicita sus monumentos modernistas mientras oculta y destruye la red industrial y obrera que contribuyó al desarrollo económico que los hizo posibles. Mientras esto sucedía en Barcelona, el territorio catalán ha ido recuperando valiosas piezas del patrimonio fabril, empezando por la tan inteligente y avanzada idea de crear el sistema que configura la red del Museo Nacional de la Ciencia y la Técnica de Cataluña, con antiguos complejos reformados para mostrar su relación con el medio, su funcionamiento y sus colecciones.

Por suerte, en los últimos años se han completado destacadas intervenciones en Barcelona: una de las operaciones de prestigio de la Fundación La Caixa ha consistido en convertir la antigua fábrica Casaramona en el Centro Cultural Caixafórum (2001); la antigua Fabra i Coats se ha transformado en el centro cívico de Can Fabra (2001), según proyecto de Moisés Gallego, Tomàs Morató y Jaume Arderiu; Can Jaumandreu, en el Poblenou, se ha reconvertido en centro de formación, siguiendo el proyecto de Núria Monfort (2002); la Fundación Agbar ha convertido parte de las naves, salas de turbinas y espacios libres de su antigua sede en Cornellà de Llobregat en el Museo de las Aguas (2004). Otros están en realización, como el tan polémico y tantos años pendiente de Ca l’Aranyó, que formará parte de la Universidad Pompeu Fabra y del parque audiovisual.

De hecho, son dos los mayores focos de atención que están todavía en la cuerda floja. Por una parte, todo el conjunto de patrimonio de Poblenou, del que ha desaparecido una buena parte, pero del que se aseguró el pasado otoño que a partir de ahora la protección de la arquitectura industrial iba a ser mucho mayor. Atendiendo las propuestas del Grup de Patrimoni Industrial del Fòrum de la Ribera del Besòs, el nuevo proyecto global del distrito de Sant Martí cataloga casi 100 elementos de patrimonio industrial. Estos días se ha iniciado la reconversión de la
fábrica Oliva Artés en cuartel de la Guardia Urbana y en centro de demostración del impacto de las TIC, aunque también existe la propuesta de crear allí un Museo del Trabajo.

Sin embargo, el pasado mes de mayo y ante las protestas vecinales, se seguían produciendo derribos, como el de la Unión Metalúrgica, sacrificada en pleno Fórum 2004, y aún está por ver qué sucede con Can Ricart. Por otra parte, Can Batlló, en La Bordeta, un auténtico sistema de edificios y calles, el último gran conjunto industrial que se conserva en Barcelona, es un reto a la imaginación y creatividad para saber convertirlo en uno de aquellos modelos de intervención que admiramos de Alemania, Francia, Inglaterra, Estados Unidos o Brasil. ¿Se va a encontrar una solución que incorpore esta gran área al funcionamiento y memoria del barrio, con nuevos equipamientos y espacios públicos, sabiendo mantener la estructura, la arquitectura y las calles del conjunto, o, por el contrario, se va a ir desvaneciendo en la atmósfera amnésica y especulativa de la Barcelona contemporánea? En una ciudad que lo debe casi todo a su industria manufacturera,
¿no sería la ocasión para demostrar la capacidad para otorgar vitalidad con nuevos
usos a un sistema arquitectónico tan flexible y adaptable? El patrimonio industrial dilapidado no lo vamos a recuperar, pero ahora tenemos la oportunidad de intervenir acertadamente en el que queda.

Josep Maria Montaner es arquitecto.

Arqueología submarina y patrimonio subacuático. El Odyssey como polémica

Arqueología submarina y patrimonio subacuático. El Odyssey como polémica

Foto El País, Ánforas halladas en el pecio de Bou-Ferrer

Artículo publicado en El País, domingo 3 de junio de 2007 

Les presentamos un interesante artículo publicado por el diario El País en su edición de 3 de junio de 2007. APUDEPA solicita al Gobierno de España firmeza y responsabilidad en la defensa de nuestro patrimonio histórico y cultural.  

Apudepa. La polémica está servida. La flota española surcó los mares durante cientos de años y muchos de esos galeones no llegaron a su destino. Los pecios están en los fondos marinos y hay quien los sabe encontrar. ¿Para qué y con qué finalidad? Una vez más el Gobierno Español actúa tarde y con el paso cambiado. ¿Hasta cuándo?"Ahora el Gobierno saca pecho, pero nos hemos quejado durante años, dice un arqueólogo", en el citado artículo de El País.

Intervención en la Estación de Canfranc

Intervención en la Estación de Canfranc

Imágenes comparativas del estado de la Estación Internacional de Canfranc (BIC) antes y durante la intervención del arquitecto José Manuel Pérez Latorre. Fotos tomadas por APUDEPA del estado original en Abril de 2005 y durante la ejecución de las obras en Octubre de 2006. Puedes ver todas las imágenes bajándote el documento (.pdf) a través del programa de intercambio de archivos eMule.

Datos del archivo:

Nombre

Canfrán Gara.Estación de Canfranc.Gare de Canfranc.APUDEPA

Identificador de archivo

B6F0637E830196171914A19E87C62DAE